Si alguien produjera una película describiendo los últimos cinco años de la carrera de Peyton Manning, diríamos que esas historias, con finales inverosímiles, sólo las elucubran en Hollywood.
"El 'Sheriff', malherido después de haber sido dado por muerto un poco tiempo antes, llegó a la escena final en la que se enfrentaría a pistoleros que se querían apoderar del pueblo. Cuando todo parecía estar perdido, llegaron sus asistentes a dominar a los rebeldes, y a arrastrarlo a la comisarían del municipio en donde entregaría la estrella que lo designaba como la máxima autoridad".
Peyton Manning tuvo cuatro cirugías del cuello entre febrero de 2010, y septiembre de 2011. En la última le fusionaron dos vértebras cervicales. Estas son palabras mayores. Para cualquier persona sería difícil regresar a actividades cotidianas que no incluyen golpes constantes proporcionados por mastodontes de 120 kilogramos o más. Para dar una perspectiva de lo que fue el proceso de rehabilitación de Peyton, cuando empezó a lanzar después de su tercera cirugía en el verano de 2011, no podía completar un pase de 10 yardas. Después de un proceso intenso y frustrante de rehabilitación, empezó a lanzar en diciembre de 2011 con David Cutcliffe, quien diseñó un programa meticuloso con incrementos graduales en la distancia y complejidad de los pases.
A pesar de no sentir las yemas de los dedos en su mano derecha, regresó en 2012 con los Denver Broncos, terminando la temporada con 37 touchdowns y 11 intercepciones, y logrando una marca de 13-3 con su nuevo equipo, perdiendo un partido de forma dramática contra los Baltimore Ravens en el playoff divisional de 2012. La temporada 2013, vería el mejor año en la carrera de Peyton estadísticamente al imponer marca de la NFL en touchdowns en una temporada con 55, y comandando a la mejor ofensiva de la liga. Llevó a su equipo al Super Bowl ante los Seattle Seahawks. Sin cinco titulares importantes de su defensiva, y con una línea ofensiva parchada, los Broncos fueron arrollados por Seattle, y surgieron una vez más las críticas sobre el desempeño de Peyton en playoffs.
El final de 2014, vio a Peyton sufrir un desgarre en el muslo derecho con el que jugó los últimos tres partidos incluyendo el divisional de playoff contra los Indianapolis Colts. No era el mismo jugador. En 2015, después que aceptó una rebaja de salario de 4 millones de dólares antes del inicio de la temporada, nos enteramos que empezó la temporada padeciendo de fascitis plantar en su pie izquierdo, que es el pie de apoyo para lanzar. Los resultados no fueron nada positivos, más bien fueron desastrosos. Otro jugador con ese desempeño hubiera sido despedido del equipo. La relación con Gary Kubiak y John Elway era también tensa. Después de lanzar intercepciones en cada uno de los nueve partidos que jugó para un total de 17, Manning fue substituido por Brock Osweiler y empezó un proceso más de rehabilitación. Cuando por fin se recuperó, estuvo al frente del "scout team", el equipo que corre las jugadas del oponente, y por primera vez en su carrera, se puso el uniforme para salir como suplente en la última semana sin dejar que el orgullo personal fuera obstáculo.
Peyton entró de relevo en el último partido contra los San Diego Chargers, y aunque sus estadísticas fueron modestas, levantó anímicamente a la ofensiva. Fue designado titular contra los Pittsburgh Steelers en el partido divisional. Una vez más, su contribución fue administrar a la ofensiva y no cometer errores. Lo vimos apresurar y fallar pases cuando receptores que eran segundas y terceras opciones estaban desmarcados. Se vio mejor contra los New England Patriots, completando dos pases de anotación, pero otra vez erró pases a receptores completamente abiertos.
Este domingo frente a los Carolina Panthers, Peyton Manning fue el quarterback del equipo que se coronó campeón del Super Bowl. Además de la primera serie ofensiva del partido en la que completó 4 de 6 pases para 47 yardas, no tuvo una buena actuación. Cam Newton, el jugador más valioso de la NFL en 2015, y un fenómeno dotado de las más impresionantes cualidades físicas, tuvo un desempeño aún peor. Una semana antes, Tom Brady, debatiblemente el mejor pasador en la historia de la NFL, tuvo un desempeño mediocre ante la presión de la defensiva de Denver. Una buena defensiva es capaz de neutralizar a una buena ofensiva y frustrar a los mejores quarterbacks de la historia. Vuelo a sacar el dato de presenté hace unas semanas acerca del desempeño de mariscales de campo que están en el salón de la fama cuando enfrentaron a defensiva clasificadas como las mejores de la NFL: una marca de 7-30, con 23 touchdowns contra 49 intercepciones.
Denver ganó el Super Bowl, como lo hizo a lo largo de la temporada, gracias a su gran defensiva. Pero eso no le resta mérito al título logrado por Peyton. No estoy seguro que ningún otro quarterback, incluyendo a los que están hoy en día en plenitud de facultades, habrían jugado mejor que Manning ante la defensiva de Carolina, cuyo gran desempeño en el Super Bowl 50 ha pasado injustamente desapercibido.
Confieso que fui de los que no creí en Denver empezando con la final de conferencia ante New England y el domingo contra Carolina. Comenté que esta versión de Denver me recordaba a Baltimore de 2012. Ese año los Ravens ganaron milagrosamente ante los Broncos con un pase de 70 yardas para empatar el partido de playoff divisional a 41 segundos del final para después ganarlo en tiempo extra. Tenían a un fuera de serie en Ray Lewis quien en ese momento era una debilidad de la defensiva pero que era la inspiración del equipo. Y enfrentaron a un equipo de los San Francisco 49ers que había arrollado a sus oponentes con una ofensiva multifacética comandado por un pasador que podía correr y lanzar. En contra de los pronósticos, ganaron el Super Bowl XLVII.
En teoría, los Panthers eran un equipo muy superior. La defensiva de Denver había sido humillada por un equipo de Pittsburgh cojo, manco y tuerto (palabras de Mauricio Pedroza) a la ofensiva. Ese día los Steelers acumularon 396 yardas totales, 311 yardas por pase y tuvieron siete pases de 20 o más yardas. Von Miller fue borrado del mapa y lo hicieron sin un esquema complicado. Hubo ocasiones en que Heath Miller, un ala cerrada, lo neutralizó de manera individual. Contra New England las malas decisiones de Bill Belichick al jugársela en cuarta oportunidad en lugar de patear goles de campo terminaron siendo la diferencia en el partido. Con estos antecedentes, ¿cómo era lógico pensar que ganaría Denver? Esta fue una de esas ocasiones en que el destino pesa más que la lógica.
El plan defensivo de Bill Belichick para el Super Bowl XXV que ayudó a los New York Giants a vencer a los Buffalo Bills está en el Salón de la Fama. A un lado, la NFL debe de colocar el plan defensivo de Wade Phillips. Fueron dos Super Bowls de aniversario. Fueron dos planes de juego defensivos para la historia.
La estrategia fue simple en su diseño pero complicada en su ejecución: eliminar la identidad ofensiva de los Panthers, que es correr con el balón. Cuando un equipo pierde su identidad, pierde su espíritu competitivo como lo vimos el domingo. Una vez forzados a lanzar, los duelos individuales fueron ganados por Carolina. Mike Shula de seguro vio el esquema de Pittsburgh y decidió que no era necesario ayudar a los tackles ofensivos. Lo extraño fue que no hiciera ajustes una vez que era evidente que Mike Remmers y Michael Oher estaban siendo abrumados.
Para Cam Newton, el Super Bowl 50 fue una lección para el futuro. No me incomodan sus bailes y celebraciones, pero pedir las candilejas como él lo hace sólo aumenta la presión. Desde los calentamientos previos al partido se le notaba nervioso y acelerado y nunca pudo entrar en ritmo. No ayudaron los cuatro pases soltados por sus receptores, en particular el de Jerricho Cotchery en la primera serie ofensiva del tercer cuarto. El Cam que vimos estuvo frustrado, y cerca del final, desesperado. Su reacción en la rueda de prensa al final dejó mucho que desear. El tipo de talento que tiene es algo que nunca se ha visto en la historia de la NFL. Espero que la experiencia del Super Bowl 50 lo ayude a crecer y mejorar.
¿Cuál fue la contribución de Peyton Manning para este campeonato? Similar a la de Ray Lewis en los playoffs de 2012: ser la inspiración del equipo y organizar a su unidad. Lewis lo hizo con la defensiva y Manning con la ofensiva.
Queda el suspenso de si Peyton Manning se retira o no. La decisión más difícil que tiene que tomar un deportista es reconocer el momento preciso para retirarse. Nada puede tomar reemplazar la descarga de adrenalina que representa saltar a un emparrillado al inicio de un partido, y ni hablar del Super Bowl. Pero el padre tiempo no perdona a nadie, y las facultades físicas merman día tras día.
Dados los problemas físicos de los últimos años, me sorprendería que Peyton Manning decidiera regresar un año más. Lo voy a extrañar si opta por el retiro, pero podré decir que estuve en el estadio, y que vi en persona el último partido que jugó.
¿Qué mejor manera de terminar una carrera que siendo el ÚNICO QB en la historia en llegar a cuatro Super Bowl con cuatro entrenadores en jefe diferentes, siendo el ÚNICO en ganar un título con dos franquicias distintas, y ganando su partido N° 200?
Gracias Peyton Manning.
Nota: Estas piezas no aparecerán en las próximas cuatro semanas y no serán semanales durante el receso de temporada.