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Diego Martínez, un técnico que se hizo de abajo y vuelve a Boca Juniors

Diego Martínez regresa a Boca donde se desempeñó como entrenador de las Divisiones Inferiores. FotoBaires

Diego Hernán Martínez, director técnico que dirigirá a Boca Juniors, llega al Xeneize a los 45 años, tras una incipiente pero larga trayectoria, en la que ya pasó por todas las categorías del fútbol argentino y se hizo un nombre en Tigre.

Tras la salida de Jorge Almirón y el interinato de Mariano Herrón, el entrenador bonaerense regresa al club de la Ribera, donde se desempeñó en las Divisiones Infantiles e Inferiores y dirigió a varios de los pibes que hoy día forman parte del primer equipo de Boca.

A lo largo de su carrera como futbolista, que se desarrolló entre el ascenso y el exterior, Martínez pasó por Ituzaingó, Aurora de Guatemala, Gimnasia de Concepción del Uruguay, Deportivo Pereira de Colombia, All Boys, Termperley, Pierikos y Diagoras de Grecia y Estudiantes de Buenos Aires.

Después de su retiro en 2011, inició su trayectoria del otro lado de la línea de cal en Boca, específicamente en las Divisiones Infantiles y Juveniles del club. Allí, comandó a las categorías 2000, 2001, 2002, 2003 y 2004 y tuvo a su cargo a jugadores como Gabriel Vega, Aaron Molinas, Marcelo Weigandt, Agustín Almendra, Valentín Barco, Vicente Taborda, Equi Fernández, Facundo Colidio, Agustín Sández y Agustín Obando.

Pero en 2015 decidió dejar la comodidad del Xeneize para encarar su carrera como DT de mayores. Y allí fue hacia el lugar en el que todo comenzó: Ituzaingó. El subcampeonato en 2016 fue su primer logro.

El del Verde, que por entonces se desempeñaba en la Primera D, fue el primer paso de una escalera que no deja de crecer. Luego llegaron Cañuelas (C), Comunicaciones (B Metropolitana), Midland (C), Estudiantes de Buenos Aires (B Metro y Primera Nacional), Godoy Cruz (Primera), Tigre (Primera Nacional y Primera) y Huracán.

El ascenso con el Pincha a la segunda categoría le dio una exposición que no había tenido en sus primeros pasos como entrenador. En Caseros empezó a mostrar de lo que era capaz.

A pesar de su corto y flojo paso por el Tomba (dirigió nueve partidos y no pudo ganar: cosechó dos empates y siete derrotas), Tigre le dio la oportunidad de dirigir a un equipo que quería volver a Primera y allí resurgió.

No solo ganó la Primera Nacional de 2021, en la que participaron 35 equipos -sumó 60 puntos en 32 fechas y venció a Barracas Central en la final-, sino que se asentó con el Matador en Primera y alcanzó la final de la Copa de la Liga de 2022, después de eliiminar a River Plate y Argentinos Juniors.

En la definición sucumbió, justamente, ante Boca Juniors, a la sazón dirigido por Sebastián Battaglia.

La intensidad y el protagonismo de sus equipos son una marca registrada. Durante su ciclo, que empezó en enero de 2021 y abarcó 96 partidos, con un saldo de 40 triunfos, 32 empates y 23 derrotas, Tigre fue por momentos un equipo vistoso, que presionaba a los rivales, pero que también sabía replegarse y defenderse cuando hacía falta.

No es la primera vez que sonó para el Xeneize, porque fue una opción firme cuando Hugo Ibarra dejó la dirección técnica, pero los caminos de Martínez y Boca se disociaron, y en el medio apareció un Huracán golpeado que necesitaba salvarse del descenso. Misión cumplida: dirigió 23 partidos, de los que ganó 12, empató tres y perdió ocho. 56.52% de efectividad que le permitieron al Globo escalar en la Tabla Anual y, por poco, no jugar copas internacionales.

Se nutrió de la Filosofía Barça durante una estadía de siete meses en la escuela de fútbol del club blaugrana, en la que llegó por una invitación de Jorge "Coqui" Raffo, quien era el coordinador de las Inferiores del Xeneize y posibilitó su llegada a la institución, pasó por todos los estamentos del fútbol local, llamó la atención en Tigre y hoy llega a Boca.

En una especie de representación de meritocracia futbolística, Martínez vuelve a la primera casa de su corta pero explosiva carrera como entrenador. Allí, con una exposición mediática que hasta el momento no tuvo, tratará de encauzar los objetivos del Xeneize, protagonista durante los últimos años de todas las competencias locales y acariciando la séptima conquista de la CONMEBOL Libertadores, que se le escapó ante Fluminense.