Dolor de cabeza para Jorge Almirón. En la visita a Racing Club, en Avellaneda, Boca Juniors, con suplentes y algunos jugadores jóvenes, perdió 2-1 en un partidazo por la décima fecha de la Copa de la Liga. El problema para el DT fue que salió golpeado, y llorando, Nicolás Valentini, el central natural para reemplazar al expulsado Marcos Rojo en la final de la CONMEBOL Libertadores ante Fluminense, a jugarse en 11 días en el Maracaná de Río de Janeiro.
En el segundo tiempo, el zurdo de 22 años pidió el cambio. En el primer período en el Cilindo de Avellaneda, Valentini sufrió un fuerte golpe en la rodilla izquierda y después terminó con el gemelo cargado.
Después del partido, Diego Monroig explicó en SportsCenter Night, de ESPN, esa doble situación de alarma vivida por Valentini y la decisión de Almirón de sacarlo para cuidarlo físicamente y no correr más riesgo.
Por la tarjeta roja que recibió Rojo, también zurdo, con experiencia mundialista, en la semifinal frente a Palmeiras, todo parecía indicar que Valentini iba a jugar en el Maracaná ante Fluminense en la gran final de la Copa.
Así y todo, cronistas de ESPN, expresaron que el paraguayo Víctor Valdez también contaba con posibilidades de ingresar en el lugar de Rojo, como segundo marcador central. Por presente, la mayoría se jugaba sus fichas por Valentini.
Hay que ver cómo el zurdo, con este panorama, llega al entrenamiento del miércoles. Allí, si no está bien físicamente, se le harán estudios para saber si puede llegar a la gran final en Río de Janeiro, el sábado 4 de noviembre, en busca de la séptima estrella para Boca en la Libertadores.