Martín Demichelis está ante la posibilidad concreta de conseguir su segundo título como director técnico de River Plate, en el cierre de un primer año que lo vio consagrarse en el Torneo de la Liga pero que también lo tuvo en el foco de atención por diversas cuestiones.
Los resultados del Millonario en la primera temporada de la era Demichelis son incuestionables. Se puso un saco pesadísimo, en lo que él mismo denominó la transición más difícil en la historia del club, post salida de Marcelo Gallardo, y llevó a River a lo más alto del fútbol argentino.
En el marco de una época que le sonrío y le sigue sonriendo al conjunto de Núñez, los de la banda roja fueron el mejor equipo del balompié local, coronándose con fechas de anticipación en el campeonato y ganando holgadamente la Tabla Anual, donde contaron también los resultados de la Copa de la Liga, certamen en el que sucumbió en semifinales, tras ser el segundo equipo que más puntos sumó en la fase regular, incluso bajando el rendimiento en las últimas jornadas.
La de este viernes, frente a Rosario Central, por el Trofeo de Campeones y en Santiago del Estero, con transmisión de ESPN Premium (21 horas), será la primera final para el exdefensor. Y una de las cuestiones por las que fue apuntado a lo largo del 2023 fue, justamente, una presunta deuda en los partidos claves.
A pesar de dominar el campeonato y, particularmente, ganar los dos Superclásico del año, el primero en el Monumental y el segundo en la Bombonera, Micho quedó expuesto por los flojos resultados en la CONMEBOL Libertadores.
Falló de visitante -sumó un punto de doce en el certamen continental-, quedó eliminado ante Inter de Porto Alegre, que no parecía ser uno de los cucos brasileños, y finalmente Central lo sacó de la Copa de la Liga.
La salida de Jorge Almirón del banco de Boca Juniors, después de quedar a minutos de ganar la séptima estrella, es una muestra gráfica de la importancia que le dan el Millonario y el Xeneize a ganar la Copa. No a pelearla, a ganarla. Y River, como pasó en las últimas temporadas, después de un muy competitivo cuatrienio 2018-2021, no estuvo a la altura en los mata mata.
El cortocircuito con los referentes, charla en off mediante, le sacó respaldo interno al oriundo de Justiniano Posse, que demostró en la cancha, pero también se equivocó, y en un contexto algo adverso -quizás demasiado para los puntos que sacó su equipo-, los cuestionamientos se magnificaron.
Este viernes, en el Estadio Único Madre de Ciudades, donde festejó un par de veces, buscará quedarse con su segundo Trofeo de Campeones, que también representaría el segundo título de la era Demichelis. A un año de su arribo al club en el que se formó como futbolista, afrontará su primera final, en un partido fundamental para terminar bien el 2023 y, principalmente, arrancar mejor el 2024, con una espalda que definitivamente podría engrosar este fin de semana.