Juan Manuel Insaurralde y Jonathan Silva, defensores de Boca Juniors que el martes protagonizaron una escandalosa pelea cuando se trompearon durante una práctica, trabajaron este miércoles con total normalidad junto con el resto de sus compañeros en el entrenamiento realizado en Casa Amarilla.
Tanto Insaurralde, con pechera azul, como Jara, con pechera naranja, tomaron parte de un partido informal donde se mezclaron suplentes y titulares bajo la atenta mirada del entrenador Guillermo Barros Schelotto, quien ayer los había echado de la práctica después de la pelea golpes de puños.
Cuando se produjo la trifulca, ambos compartían equipo azul sobre la cancha 3 del complejo Pedro Pompilio. Cuando la pelota estaba lejos de ellos, en el sector defensivo del conjunto rival, se trenzaron a golpes de manera inesperada para todos los presentes, cuando hacía pocos minutos que la prensa había ingresado a la práctica.
Insaurralde, que acabó con su remera destrozada, inició el intercambio de golpes y Silva llegó a responder antes de que Santiago Vergini y Federico Carrizo se interpusieran entre los dos para calmar la situación.
Al desatarse la pelea, Guillermo tiró al piso la carpeta en la que tomaba apuntes de la práctica, corrió hasta el lugar para reprender a los jugadores y determinó su inmediata expulsión, con ademanes de disgusto por el episodio que fue tomado por las cámaras de televisión.
Luego de una charla con Guillermo en los vestuarios, los dos jugadores se presentaron en una conferencia de prensa para pedir disculpas públicas.
El caso será evaluado esta tarde por los dirigentes de Boca en una reunión de Comisión Directiva, para determinar posibles sanciones económicas y deportivas.