Casi un año estuvo James en Sao Paulo. En sus 360 días jugó 22 partidos por torneos locales y continentales. El técnico Luis Zubeldía apuró su salida al darle pocos minutos.
Pese al cálido recibimiento de los hinchas en 2023, el paso del colombiano por el club acumuló más desencuentros que alegrías. Tardó en adaptarse, reclamó más participación y desgastó muy rápido su relación con el nuevo entrenador.
Fueron meses turbulentos en los que debutó bajo de forma física, falló un penal definitivo y amagó con irse a comienzos de año. Se redimió, ilusionó con su fútbol y sus compañeros valoraron su profesionalismo. La inestabilidad futbolística del equipo también alteró las cosas. Tuvo tres DTs y solo rindió con Dorival.
James jugó 22 partidos. Fue titular en la mitad. Marcó dos goles a Fortaleza e Inter de Limera. Dio cuatro asistencias. Con 675, resultó su participación más baja en minutos por liga desde que dejó Real Madrid en 2020.
La hinchada tuvo paciencia. Agotó sus camisetas, lo respaldó en sus crisis, hasta que apagó su apoyo, entra las idas y vuelta del mediapunta.
La llegada de Zubeldía en abril lo condenó. Apenas le dio cinco minutos en el empate 0-0 contra el campeón Palmeiras en Morumbí, mensaje contundente.
La indiferencia del argentino acompañó su salida un año antes de finalizar su contrato. Hasta último momento se desentendió de la situación.
“Creo que los directivos ya están resolviendo la situación de James. Es una cuestión que les preocupa más que a mí. Esta es una decisión institucional, junto con los intereses del jugador. No puedo decir más sobre el tema. Hay que preguntarle a la directiva y al jugador”, explicó.
James es agente libre y ahora busca nuevo equipo.