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UCL: Brujas, Liverpool, Eintracht y las remontadas 'imposibles'

Nunca nadie, según los datos de la UEFA, ha levantado tres goles en contra como visitante en la Liga de Campeones.

Nada más hay un ejemplo en la actual Liga de Campeones de remontada de dos goles a domicilio tras una derrota en el encuentro de ida como local; la misión 'imposible' a la que se enfrentan el Brujas, el Eintracht y el Liverpool, en su caso de tres tantos en contra, en sus compromisos de vuelta como visitantes de los octavos de final frente al Benfica, al Nápoles y al Real Madrid, respectivamente.

El Manchester United es la referencia. La esperanza. El único equipo que levantó dos o más goles en contra en una eliminatoria, en el partido de vuelta como visitante, en la historia de la máxima competición europea, con una secuencia de partidos (primero en casa, después fuera) como asumen el Brujas, el Eintracht y el Liverpool, derrotados por 0-2 los dos primeros y por 2-5 el tercero sin ni siquiera un dato para la fe en el Bernabéu, pese a los siete goles con los que arrolló este domingo al Manchester United en la 'Premier League'.

Temporada 2018-19. Octavos de final. Derrotado en la ida por 0-2 por el París Saint Germain, con goles de Presnel Kimpembe y Kylian Mbappé en un margen de siete minutos, del 53 al 60, el Manchester United viajó en la vuelta hasta el Parque de los Príncipes con la apariencia de una eliminación segura, aún más patente cuando Juan Bernat igualó en el minuto 12 el 0-1 con el Romelu Lukaku había relanzado la emoción en el 2.

El delantero belga insistió. Suyo fue el 1-2 a la media hora con el que todo ya estuvo en duda, en la fina línea de la eliminación (entonces con el valor doble de los goles fuera de casa en caso de empate en el resultado global, ahora no). El desenlace del duelo fue imprevisible: Marcus Rashford, de penalti en el minuto 94, decidió a favor del Manchester United contra todo pronóstico. "Siempre creímos", remarcó Ole Gunnar Solskjaer, entonces su entrenador.

¿Es posible de nuevo? En ello están el Brujas, el Eintracht e incluso el Liverpool. No lo parece. Ni por sensaciones ni por la diferencia de los equipos ni por la superioridad de los ganadores de los choques de ida ni por los números precedentes, que marcan una ley que les propone a los tres un desafío tan inabordable a lo largo de la historia de la Champions.

Hay más ejemplos en esta competición de remontadas como visitantes, cuando el resultado de la ida había sido una derrota por el margen de un gol, pero tampoco tantas, apenas otras cuatro: el Tottenham en su visita al Amsterdam Arena en las semifinales de la campaña 2018-19 (0-1 en la ida y 2-3 en la vuelta); el Ajax en el Santiago Bernabéu (1-2 en la ida y 1-4 en la vuelta) en octavos de final de esa misma edición; el Inter en Múnich en 2010-11 (0-1 en la ida y 2-3 en la vuelta) y el Ajax en Grecia al Panathinaikos en las semifinales del curso 1995-96 (0-1 en la ida y 0-3 en la vuelta). Nada más.

EL INALCANZABLE RETO DEL BERNABÉU

Nunca nadie, según los datos de la UEFA, ha levantado tres goles en contra como visitante en la Liga de Campeones. Lo necesita el Liverpool, que, por segunda vez en toda su historia en competiciones UEFA, ha perdido el primer partido de una eliminatoria como local. La otra fue contra el Chelsea en 2018-19, en los cuartos de final de la Champions, por 1-3. En la vuelta igualó 4-4. Mal precedente para su visita en una semana al Santiago Bernabéu.

Igual que son los del Real Madrid en circunstancias similares: superó 35 de las 37 eliminatorias en las que venció el partido de ida como visitante. Las dos excepciones son el Ajax, en la Liga de Campeones 2018-19, cuando se impuso por 2-1 en Ámsterdam y cayó por 1-4 en Madrid, y el Odense, en la tercera ronda de la Copa de la UEFA de 1994-95, cuando había ganado 3-2 en el primer duelo, pero falló en el segundo en casa: 0-2.

La única vez que venció por el mismo marcador que lo hizo contra el Liverpool (2-5), en la ronda preliminar de la Copa de Europa de 1964-65, también contra el Odense, avanzó a la siguiente ronda. En la vuelta en su territorio, se impuso por 4-0.

EL BENFICA Y EL AVISO DEL AJAX EN 1968-69

El Brujas necesita al menos dos goles en Lisboa para nivelar la eliminatoria. En esta misma fase de grupos, el conjunto belga se impuso por 0-4 al Porto en Do Dragao, pero eran otros tiempos, que parecen muy lejanos, aunque nada más hayan pasado cinco meses. Fue el 13 de septiembre. Después, el 26 de octubre, el conjunto luso se lo devolvió.

El equipo belga ha perdido sus cinco eliminatorias de competiciones de la UEFA en las que perdió el primer encuentro como local, la más reciente en la Copa de la UEFA de 2005-06 frente a la Roma.

En su única derrota por 0-2 en el primer duelo como local también fue eliminado, por el Barcelona en 2000-01, según datos oficiales de la UEFA.

A la vez, el Benfica tan solo ha caído en uno de sus 21 enfrentamientos a doble partido en competiciones europeas después de haber ganado el primer partido como visitante. Fue en 1968-69, en los cuartos de final de la Copa de Europa, cuando su victoria por 1-3 en Ámsterdam fue insuficiente para avanzar a las semifinales, porque el conjunto neerlandés niveló la eliminatoria en la vuelta y provocó un partido de desempate en París con triunfo del Ajax por 3-0.

También venció el Nápoles en Frankfurt por 0-2 en el encuentro de ida. Ahora recibirá al Eintracht en el estadio Diego Armando Maradona con aún mucha más pinta de favorito de lo que ya era de por sí antes del inicio de la eliminatoria.

Ganador de nueve de sus últimos once duelos oficiales, con un empate y una derrota (el pasado viernes por 0-1 con el Lazio) en los restantes, y virtual campeón de la Serie A, siempre ha superado sus rondas en competiciones UEFA cuando se impuso en el duelo de ida a domicilio.

Y el Eintracht nunca superó una derrota en la ida como local en torneos europeos. Ni contra el Dínamo de Kiev, en 1974-75 en la Recopa de Europa (2-3 y 1-2), ni contra el Basilea en los octavos de final de la Europa League de 2019-20: 0-3 y 0-1. En ambos casos, sí venció los duelos de vuelta, aunque de forma insuficiente como para pasar a la siguiente fase.