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Davide Frattesi, nuevamente héroe en un Inter que sueña con ganar la Champions

Davide Frattesi, de solo 25 años, vivió la noche más gloriosa de su carrera en la UEFA Champions League 2024-2025. El mediocampista italiano, nacido en Roma el 22 de septiembre de 1999, ingresó desde el banco en el minuto 79 y marcó el gol que selló la clasificación de Inter a la final del torneo continental, con un vibrante 4-3 ante Barcelona. Un derechazo quirúrgico al palo largo, imposible para Wojciech Szczesny, que hizo estallar San Siro.

“No sé qué pasó. Grité tanto que lo veía todo negro”, reconoció después, todavía mareado tras una celebración desbordante. Frattesi corrió directo hacia la grada, trepó una valla y se fundió con los ‘tifosi’ en una imagen que ya es icónica para la afición nerazzurra.

De casi descartado a figura de Inter

Lo más impactante de su actuación es que estuvo a punto de no jugar. Una lesión abdominal sufrida el domingo lo tuvo al margen durante días. “Tengo que dar las gracias a los fisioterapeutas. Hicieron un trabajo increíble. Les dedico esta victoria”, dijo el propio Frattesi, visiblemente emocionado.

Su ingreso fue un golpe de efecto de Simone Inzaghi. Marcus Thuram desbordó por la izquierda, Mehdi Taremi la dejó servida y Frattesi no dudó: zurdazo al ángulo y éxtasis total en el Giuseppe Meazza.

El gol, la abuela y el destino en Champions

No es la primera vez que Frattesi aparece en el momento justo. Ya lo había hecho en los cuartos de final ante Bayern Munich, cuando marcó el gol del triunfo en el minuto 88. Aquel tanto lo dedicó a su abuela, fallecida días antes. "Sé que me ayudó desde arriba. Algún grito habrá dado. Un día vamos a volver a bailar juntos", confesó en aquella oportunidad.

Contra Barcelona, en la vuelta de las semifinales, Frattesi volvió a vivir algo mágico. "Pensé que no podría repetir algo como lo del Bayern en términos de emociones, pero volvió a suceder algo increíble", aseguró tras el partido.

Reivindicación de un talento discutido

En algún momento, a Fratessi se lo vio como alguien prescindible. Pero ahora, sus momentos serán infinitos. Es que aprovechó la vitrina más grande del fútbol europeo para reivindicar su lugar: "No es que me hayan dado este talento, pero siempre fui el último en rendirme y el primero en creer. Este gol es una recompensa al trabajo y a la dedicación".

El Inter jugará una nueva final de Champions y mucho tuvo que ver un jugador que parecía no tener lugar. Frattesi, entre la emoción, el esfuerzo físico extremo y los recuerdos familiares, es el símbolo de un equipo que nunca deja de creer.