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Luces y sombras de Barcelona: el talento de Lamine Yamal no alcanza para tapar los errores en defensa

Barcelona tuvo las dos caras de la moneda ante Brujas. Cara y cruz. Brillo y oscuridad. Tuvo todo eso y, sobre todo, pasó un susto mayúsculo cuando Romeo Vermant anotó el 4-3 en tiempo de descuento, pero finalmente el árbitro Anthony Taylor anuló ese tanto, a instancias del VAR, por falta sobre el arquero Wojciech Szczesny.

La parte luminosa del empate 3-3 del blaugrana en su visita a Brujas, por la cuarta fecha de la UEFA Champions League, estuvo enfocada en el “regreso” de Lamine Yamal, quien volvió a tener chispa, abrió espacios, hizo un golazo y mostró soltura y desfachatez.

Las sombras, por el contrario, aparecieron en una defensa que hizo agua en numerosas oportunidades.

El 10 Blaugrana se puso el equipo al hombro en cada desventaja y generó preocupaciones en cada instante que la pelota pasó por sus pies, especialmente cuando se recostó sobre la banda derecha y fue un dolor de cabeza entre sus rivales.

De hecho, la joya de España hizo un gol fabuloso para el transitorio 2-2 y metió el remate que, desviado por un defensor, terminó metiéndose en el arco belga para el 3-3 definitivo.

Sin embargo, en el otro costado de la cancha el equipo culé estuvo cargado de dudas, desacoples y errores colectivos e individuales. Brujas aprovechó las “ofertas” para anotar 3 goles que pudieron ser algunos más.

Con las fichas dispuestas en ese tablero, los belgas ganaron por los laterales y a espaldas de la defensa española y dañaron con salidas verticales o con un juego asociado punzantes entre las líneas de los dirigidos por Hansi Flick.

Precisamente, el reencuentro de Lamine Yamal con su faceta luminosa, capaz de encender el fuego del peligro cada vez que se encuentra con el balón, fue la salvación.

Sin embargo, está claro que el equipo español deberá ajustar sus piezas cuanto antes, tanto en La Liga como en la Champions, ya que no puede estar obligado a soltar una lluvia de goles en el arco rival para zafar de su fragilidad defensiva. Esta vez le alcanzó para reponerse de tres desventajas en el marcador. Pero no todo el año es carnaval.

Si el Barça no logra que la creatividad y el desparpajo de Yamal estén equilibrados por una estructura defensiva más sólida, sufrirá cada partido. Y el camino se hará cada vez más cuesta arriba.