<
>

Everton bajó a Cobresal en El Salvador y empieza a respirar en la lucha por la permanencia

Alan Medina en acción durante el partido entre Cobresal y Everton. Photosport

En la siempre desgastante y tensa lucha por no descender, hay dos principios básicos: aprovechar las caídas de los rivales y aplicar pragmatismo puro para obtener puntos. Y eso es lo que hizo Everton, que derrotó a Cobresal por 2-1 como forastero y se aferra a la permanencia en Liga de Primera 2025.

El cuadro dirigido por Javier Torrente vio desde afuera las caídas de Unión Española y Limache, y luego, con mucha eficiencia e incluso poniendo cientos de barreras invisibes, obtuvo un reconfortante triunfo en El Salvador que lo deja, por ahora, con tranquilizadores 26 puntos. Los viñamarinos exhibieron su pragmatismo y una eficiencia total en los primeros 45 minutos al estructurar un 2-0 que pareció amplio con dos golazos.

El primero, con un remate de Alex Medina tras una jugada téçnicamente impecable (14’), y el segundo, con un contraataque feroz encabezado por Sebastián Sosa que culminó con un “sombrerito” sobre los defensores mineros y aparición notable de Julián Alfaro por el medio (38’).

El cuadro dueño de casa no bajó nunca los brazos, incluso llegó con posibilidades antes del gol de Alfaro (con un disparo de César Mundr que el portero Ignacio González desvió en forma providencial) pero todo a través de arrestos individuales, no de construcción colectiva. El bajo nivel en ese lapso de Jorge Henríquez fue factor de aquello.

Como es habitual, de cara al segundo tiempo el DT de Cobresal, Gustavo Huerta, hizo tres cambios de una sola vez con el objetivo de aumentar el flujo y el peso ofensivo de su equipo.

Lo logró porque los mineros se potenciaron y dejaron a Everton arrimado a su propia área.

Con el paso de los minutos, el cuadro minero dejó al rival ahogado, sin siquiera posibilidades de contraataque, en especial luego de la expulsión de Medina por doble amarilla.

Pero el gol del descuento no llegaba. Esencialmente porque emergió la figura del portero Ignacio González que conjuró todos los bombazos que le llegaron.

Al final, una jugada entre César Yanis y Christopher Barrera le dio a este último a opción de disminuir las diferencias.

No fue suficiente. Everton había hecho su negocio. De la manera que había que hacerlo no más.