Nicolás Otamendi se duerme apoyado en el hombro de su mamá, a pesar del traqueteo del antiguo colectivo 57 en el que viajan. El sueño lo vence en ese peregrinar eterno, de más de dos horas, desde el humilde barrio donde viven, en El Talar, hacia la Villa Olímpica del club Vélez Sarsfield, en el partido de Ituzaingó.
Es el año 2000 y Otamendi, al que en ese momento le dicen simplemente "Nico", juega en las divisiones inferiores del Fortín. Su mayor anhelo, ese que se cuela en las siestas de cada mañana sobre el hombro de su madre, es llegar a jugar en Primera División.
Lejos, muy lejos, está de pensar que 16 años después se volverá un jugador indiscutible en la Selección Argentina. Menos, que con él como figura, la Albiceleste será campeona del mundo en 2022.
Objetivos cortos, metas realistas. Nadie se lo enseñó, no vio ningún curso de autoayuda. Es lo que le transmitieron, más con las acciones que con las palabras, su papá, José, y su mamá, Silvia.
Pasaron más de dos décadas desde aquellos viajes eternos en el 57 con Silvia. Su vida cambió completamente. Pasó de vivir con lo justo a ser multimillonario. De El Talar a Lisboa, Portugal, previa escala por Madrid y Manchester. Pero su filosofía no se modificó.
Objetivos cortos.
Por eso cuando le preguntan si la Copa América 2024 será su último torneo con la Selección Argentina, Otamendi se ríe.
'Ota', cómo le dicen ahora, se enfoca en el presente. En este momento, toda su concentración está puesta en llegar en la mejor condición al certamen continental que se disputará en Estados Unidos.
Lo que ocurra después, no está en sus pensamientos.
LA TRAYECTORIA DE OTAMENDI EN LA SELECCIÓN
'Ota' debutó en la Selección Argentina en 2009 y jugó la última parte de las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial Sudáfrica 2010, con Diego Armando Maradona como entrenador.
En esa etapa se consolidó con la Albiceleste y, así, consiguió ser titular durante la Copa del Mundo, en la que el combinado nacional quedó eliminado en cuartos de final tras caer goleado 4-0 por Alemania.
El proceso rumbo al Mundial 2014 no lo encontró en su mejor momento a nivel clubes, lo que derivó en que Alejandro Sabella no lo llevara a Brasil, una decisión que -de todas formas- llamó la atención.
De allí en más su continuidad sería absoluta, con participación en las Copas Américas de 2015 y 2016, en las que el equipo fue subcampeón; en Rusia 2018 como titular al igual que en la Copa América de 2019, donde la Albiceleste, ya con Lionel Scaloni al mando, terminó en el tercer puesto.
Para Scaloni fue uno de los estandartes del equipo, ya que fue titular en la Copa América Brasil 2021, cuando Argentina ganó su primer título en casi tres décadas tras derrotar en la final a la Verdeamarelha en el Maracaná; también en la Finalissima que la Selección le ganó a Italia y, como frutilla del postre, disputó todos los minutos del equipo en el histórico título mundial conquistado en Qatar 2022.