Fábio vs. Sergio Romero. Los arqueros, claves en las campañas de Fluminense y Boca Juniors rumbo a la gran final de la CONMEBOL Libertadores que jugarán el sábado 4 de noviembre en el Maracaná de Río de Janeiro. Ambos tienen gran experiencia y están ante uno de los grandes desafíos de sus carreras.
Chiquito Romero, de 36 años y 1,93 metro, ataja en Boca en su noveno club como profesional. El arquero de la Selección Argentina en dos Mundiales, en Brasil 2014 (final) y Rusia 2018 (octavos de final), se convirtió en figura excluyente en la Copa. Fue fundamental en las definiciones por penales que superó el Xeneize dirigido por Jorge Almirón en octavos de final, cuartos de final y semifinales.
Boca llegó a la soñada final tras sortear las tres series de eliminación directa por la vía de los penales y busca la séptima Libertadores, en busca de empatar el récord histórico en poder de otro argentino, Independiente. En cambio, Fluminense aún no pudo conquistar la tradicional Copa y quiere hacerlo este año, justamente ante sus hinchas, en Río.
Por su parte, Fábio, el veterano arquero de 43 años, de 1,88 metro, pretende también la primera Libertadores de su palmarés personal, como en el caso de Romero. La diferencia es que el brasileño cayó en la final que disputó, y en Brasil, jugando para Cruzeiro, frente a Estudiantes de La Plata, en 2009. Habían igualado 0-0 en Argentina y después el Pincha venció por 2-1 al club de Belo Horizonte de visitante.
Para los dos, se trata de un duelo muy particular. El arquero argentino llegó a Boca y es vital en las definiciones desde los 12 pasos, ya que fue la figura contra Nacional de Uruguay en octavos, frente a Racing Club en cuartos y contra Palmeiras en semifinales. El guardavallas brasileño es un gran referente del equipo de Río, tras haber jugado dos décadas en Cruzeiro, donde fue el futbolista con más partidos oficiales. En su camino, Fluminense goleó a River Plate, el archirrival de Boca, en la fase de grupos, y después superó mejor las siguientes instancias.
Desde su llegada al Xeneize, Romero atajó 12 de los 26 penales que le patearon, con un 46% de efectividad. Esta estadística también incluye la gran actuación para permitirle a su equipo arribar a las semifinales en la Copa Argentina, donde el campeón se clasifica directamente para la Libertadores del año siguiente. El arquero busca ahora ser campeón en el histórico Maracaná, donde cayó con Argentina en la final del Mundial 2014 ante Alemania.
En cambio, a Fábio no le fue bien en el Fluminense desde los 12 pasos. Le patearon nueve penales en los 90 minutos y el arquero pudo atajar solamente uno (a Millonarios de Colombia, en la Copa Libertadores 2022) y le convirtieron siete, en tanto que el restante fue desviado. Mientras que en series de definición los cuatro disparos que recibió fueron goles para los rivales de turno.
Por eso, a la hora de repasar las estadísticas de Fábio, hay una diferencia abismal en favor de Romero. En esta final en un solo encuentro, en caso de empate, todo parece indicar que Boca lleva las de ganar frente a Fluminense, porque sus jugadores patearon muy bien en las series anteriores y en especial brilló su arquero. Igual, cada historia puede ser distinta y dejar su huella.
Los hinchas del Xeneize pretenden imponerse en el tiempo reglamentario, como los del Fluminense. Claro, si hay penales, la mayoría apostará por una victoria del equipo argentino. Habrá que ver qué ocurre. Lo cierto es que ambos arqueros son vitales para sus conjuntos, por experiencia, solidez y categoría. Y, sin dudas, Romero tiene un plus especial, que tratará de ratificar nuevamente, en caso de ser necesario.