La Copa Oro ha terminado. Después de una batalla de 120 minutos llena de giros inesperados disputada en la noche del domingo, la selección de Estados Unidos de Gregg Berhalter fue la merecida ganadora sobre su rival de México, sumando así dos trofeos en par de intentos contra sus vecinos este verano, luego de haber ganado la CONCACAF Nations League a inicios de junio.
El confeti voló tras alzar el trofeo y los jugadores inician el progresivo retorno a sus respectivos clubes en todo el mundo. Los periodistas de ESPN Jeff Carlisle, Eric Gómez y Kyle Bonagura reflexionan sobre los altibajos del torneo, aparte de preguntarse si ya no es sólo una competición con dominio estadounidense y mexicano.
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¿Tu mayor conclusión de este torneo?
Jeff Carlisle: La profundidad del talento con el que cuenta Estados Unidos es mayor al que creía en un principio. En la previa del torneo, surgieron muchas interrogantes relativas a ciertas posiciones; y si bien es cierto que persisten algunas de ellas (principalmente, quién se quedará con el puesto de artillero titular), fueron muchas más las respuestas. Miles Robinson parece ser un jugador que puede hacer aportes sustanciales en su condición de central. Kellyn Acosta es un sólido suplente para Tyler Adams en la posición de volante defensivo y bien podría ser convocado para jugar, considerando las dificultades de Adams con las lesiones. Asimismo, el portero Matt Turner puede dar fuerte competencia entre los palos a Zack Steffen y Ethan Horvath.
Berhalter también cuenta con el lujo de identificar jugadores capaces de brillar en roles de “súper sustituto”, bien sea un mediocampista como Cristian Roldan o un lateral como Shaq Moore. Todo lo anterior le da a Berhalter una especie de rompecabezas con múltiples opciones a la hora de conformar una plantilla para las eliminatorias mundialistas que arrancan en septiembre próximo. Sin embargo, tiene muchas más opciones que antes y eso representa un avance positivo.
Eric Gómez: En las próximas semanas y meses, surgirá como gran punto de debate el cambio generacional que sufren las selecciones de Estados Unidos y México.
Es probable que varios campeones jóvenes formados por Gregg Berhalter, como lo son Matthew Hoppe, Robinson y Turner ya hayan jugado lo suficiente como para formar parte de la rotación del combinado nacional estadounidense en eliminatorias mundialistas luego de sus estelares actuaciones. Del otro lado, los hinchas del conjunto mexicano solo pueden ver con cierta nostalgia al plantel sub-23 que ha jugado tan bien en Tokio. Se preguntarán, y con toda razón, cuál habría sido su destino si el equipo que fue a los Juegos Olímpicos se hubiera presentado en vez del plantel aturdido y envejecido que vimos durante la Copa Oro.
Con miras al futuro, parece cada vez más evidente que este verano sirvió a ambos planteles como una larga audición para las eliminatorias para Qatar. Estados Unidos se ufanará de agregar jugadores a su combinación consolidada de jóvenes figuras, mientras que México hará intentos desesperados para desprenderse de piezas de un núcleo cada vez más maduro.
Kyle Bonagura: Desde el punto de vista estadounidense, todo el objetivo de conformar la plantilla para este torneo fue identificar jugadores capaces de desempeñar diversos roles durante las eliminatorias mundialistas; y no solo el portero Turner demostró que cuenta con suficiente talento como para depender de él, sino que sumó fuertes argumentos para convertirse en el ‘1’ titular. Otros jugadores también mejoraron su cotización; sin embargo, debido a la naturaleza de la posición (sólo uno puede jugar) fue la actuación de Turner la que posiblemente haya repercutido más en cuanto a la primera opción del XI titular.
Steffen ha sido considerado por un buen tiempo como inicialista fijo; sin embargo, tras la actuación de Horvath en momentos cruciales de la final de Nations League y el desempeño de Turner durante la Copa Oro (el cancerbero del New England Revolution no toleró goles en juego abierto en seis partidos), ya no podemos considerar que Steffen tiene el puesto asegurado. Especialmente si tomamos en cuenta el hecho que probablemente Steffen seguirá siendo suplente en el Manchester City para el inicio de eliminatorias mundialistas, mientras que Turner (y posiblemente Horvath) hayan sumado minutos de forma consistente.
¿Alguna selección podrá retar la supremacía de Estados Unidos y México en el futuro cercano?
Carlisle: Canadá parece ser la selección mejor ubicada para amenazar la hegemonía de Estados Unidos y México. Los Reds ya hicieron cierto ruido en la CONCACAF Nations League cuando se impusieron a Estados Unidos como visitante. Después, llegaron a la Copa Oro sin la presencia de dos de sus mejores piezas (Alphonso Davies y Jonathan David), antes de verse aún más afectados cuando el delantero Ayo Akinola cayó con una lesión del ligamento cruzado anterior. A pesar de ello, Canadá llevó al límite a México y Estados Unidos, perdiendo ambos partidos por diferencia mínima.
Tajon Buchanan ya se veía como un talento inmenso a nivel de clubes con el New England Revolution. Actualmente hace demostraciones similares en el ámbito internacional. Asimismo, Stephen Eustaquio causó grata impresión. Una vez Canadá logre contar con toda su plantilla, podría ser una selección formidable.
Gómez: Canadá ya llegó a ese nivel. Tal y como fue el caso con México y Estados Unidos, los canadienses no contaron con algunas de sus principales figuras para la Copa Oro. Sin embargo, demostraron tener mayor profundidad que nunca, aparte de ostentar un grupo eléctrico de jóvenes talentos (Buchanan fue toda una revelación y merecido ganador del premio al Mejor Jugador Joven del torneo) que plantearán un serio reto para clasificar a su primera Copa del Mundo desde 1986.
Mientras tanto, Centroamérica también pasa por un cambio de guardia, dándonos un interesante adelanto de lo que veremos en eliminatorias mundialistas. Costa Rica, Panamá y Honduras han perdido vapor. Por su parte, El Salvador fue una agradable sorpresa bajo las ordenes del seleccionador Hugo Pérez. Aparte de los tres países norteamericanos, La Selecta retará a Jamaica por el puesto de repechaje y dificultará la vida de todos los rivales que se crucen en su camino.
Bonagura: Incluso con la ausencia de sus dos mejores jugadores, Canadá clasificó a semifinales, teniendo su mejor posibilidad de vencer a México antes de perder en los últimos tramos del encuentro. Entonces, la respuesta breve es: sí. Canadá sigue en ascenso y será duro rival para Estados Unidos y México en los próximos años. Canadá no ha clasificado a un Mundial desde México 1986, y la expectativa para este ciclo debe ser un cambio de rumbo.
Aún falta mucho por progresar. No obstante, esta generación de jugadores canadienses tiene potencial para cambiar la percepción del fútbol canadiense, tanto en el ámbito de la CONCACAF como más allá.
¿Mayor sorpresa o decepción de la competición?
Carlisle: El Salvador es otra selección que parece moverse en la dirección correcta. El técnico Pérez (por cierto, ex miembro de la selección de Estados Unidos) no sólo ha organizado mejor a los Cuscatlecos, sino que también los ha llevado a asumir más riesgos, con efectos positivos. El Salvador fue otra de las selecciones que representó un examen difícil no solo para México, sino también para los cataríes, actuales campeones de Asia. El Salvador no será rival fácil cuando se inicie el octogonal en septiembre próximo.
En lo que respecta a las decepciones: si bien es cierto que Costa Rica terminó encabezando su grupo con tres victorias, parece ser una selección atrapada en medio de una transición generacional y fue ampliamente superada por Canadá en cuartos de final. ¿Por cuánto tiempo podrán seguir asumiendo la carga jugadores de la talla de Celso Borges y Bryan Ruiz? El inicio de eliminatorias mundialistas nos debería dar respuestas.
Gómez: El “Tata” Martino. Luego de perder la final de Nations League ante Estados Unidos en junio pasado, el seleccionador de México se encontró ante una espada de Damocles. Consciente de que sus opciones para convocar disminuirían sustancialmente porque el equipo sub-23 partiría a los Juegos Olímpicos, Martino sintió fuerte presión por primera vez en su paso como seleccionador de El Tri.
Mientras que Estados Unidos decidió dar descanso a todos sus talentos principales, Martino consideró que debía llevar a la Copa Oro el plantel más fuerte posible para así compensar por su anterior derrota, arriesgándose a acumular mayor fatiga. El resultado era predecible. La Copa Oro ya es lo más parecido a una competición de vida o muerte para el seleccionado de México, y tras la lesión de Hirving Lozano durante el debut de su equipo, la presión se incrementó sobre el entrenador argentino para conseguir un trofeo, lo que nunca se produjo.
Bonagura: Ciertamente, Costa Rica ganó su grupo 3-0, pero no hubo un momento durante este torneo en el cual dicha selección se haya mostrado capaz de amenazar en las rondas de eliminación directa. La derrota 2-0 ante Canadá en cuartos de final no fue sorpresiva en ninguna circunstancia.
La poco animada demostración del seleccionado costarricense se debe en parte a la llegada de un nuevo técnico sin tiempo de preparación; sin embargo, cuesta ver una convocatoria en envejecimiento y sentir expectativa de que las cosas mejoren significativamente en las eliminatorias mundialistas. Ésta es una selección que clasificó a cuartos de final en Brasil 2014, y ahora quedó reducida a una sombra de lo que fue.
¿Qué jugador te impresionó más?
Carlisle: Miles Robinson. El central estadounidense debió haber sido galardonado como jugador del torneo (aunque el honor recayó en el volante mexicano Hector Herrera). No es que le importe mucho, ya que se conformará con ser parte del plantel campeón de la Copa Oro; sin embargo, Robinson mostró dominio en todos los partidos, apagando incendios constantemente y mostrando buen porte en posesión del balón.
En la final, Robinson hizo mayores demostraciones de habilidad para llevar el balón hacia posiciones de ataque. Y fue fundamental para una defensiva estadounidense que apenas toleró un gol (por cierto, producto de un cobro desde el punto penal) en todo el torneo.
¿Bastará para incursionar en el XI titular de Estados Unidos? Existe una vacante junto a John Brooks, y la movilidad de Robinson podría convertirle en sustituto ideal del lesionado Aaron Long. También hay competencia, porque Mark McKenzie y Matt Miazga no dejarán de luchar; no obstante, el surgimiento de Robinson fue el avance más positivo para el seleccionado estadounidense en la Copa Oro.
Gómez: Si bien es cierto que el canadiense Buchanan estuvo espectacular durante toda la Copa Oro, el catarí Almoez Ali siguió su ciclo productivo con el combinado nacional, despertando la atención de muchos.
El artillero de 24 años alzó la Bota de Oro de la competición, demostrando una combinación de velocidad y habilidades que sorprendió a los espectadores y desesperó a los defensores rivales. Ali termina el torneo siendo el único jugador en conseguir los honores al máximo goleador tanto en la Copa de Asia como en la principal competición de selecciones de la CONCACAF.
Por último, no podemos dejar de hablar sobre la estelar demostración de Turner en la portería durante toda la participación de los estadounidenses en el torneo, que les hizo merecedores del título. El hombre del New England Revolution se mostró imbatible, especialmente en las rondas de eliminación directa. Es indudable que Turner permanecerá encabezando la convocatoria de Berhalter para cualquier encuentro en el que no esté disponible Steffen, portero del Manchester City.
Bonagura: Dejando de lado a Turner, creo que hay dos jugadores que realmente jugaron hasta hacerse con un puesto en el debate para la convocatoria de Estados Unidos a eliminatorias mundialistas: Matthew Hoppe y Robinson. Robinson mereció los honores al Jugador del Torneo siendo el mismo futbolista que vemos regularmente en la MLS, y es probable que Berhalter saque conclusiones del último mes, confiado de que puede desplegarlo al lado de Brooks.
Dicho lo anterior, cada vez siento mejor impresión por Hoope. No solo porque causó mayores repercusiones que Robinson, sino porque pudimos ver una versión de él que no tuvimos la oportunidad de presenciar regularmente con el Schalke. Si bien es impresionante emerger en la Bundesliga con 19 años, fue difícil leer con precisión cómo podría encajar dentro del seleccionado estadounidense, porque el Schalke jugaba de forma realmente espantosa. Su ineptitud básica para avanzar con el balón con algún indicio de regularidad le hacía obsoleto en la mayoría de las ocasiones.
En la Copa Oro, Hoppe se destacó por su seguridad y disposición para asumir duelos, ganándose una plaza para las eliminatorias de este otoño.