Tras el empate 0-0 ante Puntarenas, el técnico analizó el rendimiento de su equipo y advirtió que al joven lateral le falta solidez en defensa
El empate sin goles ante Puntarenas dejó varias lecturas para Óscar Ramírez, quien repasó temas clave como la definición, el funcionamiento colectivo y el rendimiento de sus jugadores.
Entre sus señalamientos destacó un mensaje claro: la necesidad de fortalecer el trabajo defensivo de Elián Quesada, lateral formado en el Arsenal inglés.
Ramírez reconoció que su equipo genera oportunidades, pero carece de contundencia en el área.
“Es una pregunta donde tal vez el tema es la eficiencia, porque trabajar sí hemos trabajado y provocarla sí la hemos provocado. El tema es la eficiencia, que es el golpeteo final. Tal vez por ahí es el tema, porque, si mal no recuerdo, en el partido pasado tuvimos muchas opciones, no así la eficiencia en el golpeteo final, además de un portero que estuvo en su día”, analizó.
El estratega también subrayó lo complicado que es mantener el estilo de juego en la “Olla Mágica”.
“Es una cancha compleja, y la forma de jugar de Puntarenas complica mucho. Es un equipo muy intenso, no deja espacio ni tranquilidad para el armado. De hecho, tampoco nosotros los dejamos armarse. En algún momento se abrió un partido muy de bola larga, principalmente en el primer tiempo, ante la presión”, explicó.
Para Ramírez, el segundo tiempo permitió más elaboración, aunque condicionada por el desgaste físico: “Se abrió un poco más, más combinativo, por el cansancio físico y por cómo fue transcurriendo el partido”.
El técnico valoró el aporte de Dorian, quien según él empieza a mostrar movilidad y versatilidad. Pero las palabras más contundentes fueron hacia Elián Quesada.
“En el caso de Elián, es un muchacho interesante. El otro día lo utilizamos en Nicaragua para darle rotación al equipo, ante la lesión que arrastraba Matarrita. Lo usamos porque Ruiz ya tenía cuatro o cinco partidos seguidos y era necesaria la rotación. Con balón es muy claro; sus centros son muy peligrosos. Sentimos un poco la parte defensiva, que hay que trabajar con él”, apuntó.
Ramírez dejó claro que al jugador, formado en el Arsenal, le falta consolidarse atrás: “Ahora estamos trabajando en eso para mejorarlo. Esta semana se pudo trabajar en el bloque porque llegó en días con partidos muy seguidos y no había tenido tiempo de manejarlo”.
Con sus palabras, el estratega marca una ruta de trabajo para potenciar a uno de los talentos jóvenes más comentados del fútbol costarricense.
