BARCELONA -- Pierre-Emerick Aubameyang es para el Barça de Xavi lo que fue Edgar Davids para el de Frank Rijkaard en enero de 2004. El mediocampista neerlandés llegó a un equipo derrumbado, alejado de los primeros puestos de la Liga y necesitado de añadir a la magia de Ronaldinho un plus de competitividad.
La historia sabida es que aquella temporada 2003-04 terminó en blanco para el club azulgrana... Pero con una remontada en la clasificación y una victoria (gol de Xavi) en el Bernabéu que abrió una nueva era.
Al cabo de 18 años alrededor del Camp Nou crece la sensación de estar en una situación similar y no existe debate respecto a que el internacional gabonés ha sido la guinda necesaria en el ideario de Xavi Hernández, quien al cabo de cuatro meses y 25 partidos ha recuperado el orgullo y el futbol del barcelonismo.
Aubameyang fichó por el Barcelona el último día, casi el último segundo, del mercado de invierno. Procedente del Arsenal, su incorporación estuvo rodeada de no pocas críticas. Peleado, decían, con Arteta, impuntual y un punto anárquico, se advirtió que llegaba, además, demasiado tarde, sumando a su veteranía un problema coronario que le apartó de la Copa Africa. Un fichaje en cuestión...
Y un resultado explosivo. Media hora en su debut frente al Atlético y otra media hora ante el Espanyol de entrada. Sin marcar y, casi, sin producir... Tal como su primera titularidad contra el Napoli en el Camp Nou que dieron vuelo a las primeras especulaciones respecto al error cometido por el club al apostar por un futbolista cercano a los 33 años que había perdido la velocidad de antaño y no se entendía con sus nuevos compañeros. No parecieron entender, como sí Xavi Hernández, que aquellas dos primeras semanas fueron un rodaje, una puesta a punto, antes de la eclosión.
Hoy Aubameyang es considerado, sin ningún género de dudas, el mejor fichaje del mercado de invierno. En España sin discusión... En Europa tampoco. El internacional gabonés suma nueve goles en sus últimos ocho partidos de azulgrana y no son goles sin más: abrió el paseo (1-4) frente al Valencia en Mestalla, donde anotó un hat-trick; sentenció la goleada (2-4) en Nápoles; abrió el triunfo (4-0) sobre el Athletic; firmó la remontada en Estambul contra el Galatasaray e inauguró el aplastamiento del Bernabéu, donde también lo cerró arrodillando a un Real Madrid sin capacidad de respuesta.
"Es un regalo caído del cielo; un jugador positivo que ha entrado muy bien en el vestuario, que se adapta bien a la idea del equipo, genera ocasiones, presiona y tiene gol... Es un ejemplo para todos" le elogió Xavi tras la goleada frente a Osasuna (otro 4-0), advirtiendo que la consideración futbolística de Auba, quien ya estuvo en la órbita del club en enero de 2020 (se escapaba de presupuesto y se terminaron pagando 18 millones de euros al Leganés por Braithwaite), está fuera de toda discusión.
"Genera espacios con una facilidad extraordinaria, entiende rápido lo que pretenden jugadores de segunda línea, fija a los defensas otorgando pasillos a los extremos o beneficiando la llegada de los laterales... Nos fijamos en sus números goleadores pero es un jugador que ofrece mucho más que eso", se revela desde el vestuario, donde lejos de ser un elemento extraño por su condición de novato se ha adaptado de manera estupenda, siendo, además, un apoyo fundamental para Dembélé, al que le une una buena amistad (y un entendimiento perfecto) desde que coincidieran en el Borussia Dortmund.
En un Barça que ha recuperado el sabor y la insistencia por los extremos, Aubameyang sabe colocarse siempre en el lugar preciso. Lo hizo para remontar en Estambul frente al Galatasaray y para abrir el marcador en el Clásico, hallando la posición al centro de Ousmane. Ocurrió un cuarto de hora después de que, por el otro lado, le ofreciera también un regalo Ferran Torres, que en esa primera oportunidad estrelló contra Courtois.
Cuarto futbolista de este siglo XXI que marca en cuatro de las cinco grandes Ligas después de Jovetic, James Rodríguez y Batshuayi, el ex delantero del Arsenal es, sin embargo, el primero capaz de anotar un hat-trick en cuatro Ligas diferentes.
Lo hizo en 2013 con el Saint-Etienne en Francia, lo repitió en 2016 con el Borussia Dortmund en Alemania, lo hizo más tarde con los gunners en Inglaterra y cerró el círculo este 2022 en Valencia, en la Liga española.
Bajo contrato hasta junio de 2025, aunque con una cláusula de salida que podría hacerse efectiva en 2023, Aubameyang ha cerrado el debate del 9 en el Barça, ha conseguido hacer olvidar a Luis Suárez y empieza a ganarse tal consideración que a la imposibilidad que se adivina en el fichaje millonario de Erling Haaland se responde con su presencia. Sin ser un jugador de futuro tal como el noruego, su rendimiento a corto y quien sabe si medio plazo provoca hoy unanimidad alrededor del Camp Nou. Nadie le discute.