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Real Madrid jugó en Polonia con la cabeza en el Clásico y lo salvó un milagro

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¡Susto antes de El Clásico! (2:25)

Manu Martín señala que Ancelotti ha tenido que echar mano de jugadores que planeaba descansar rumbo al enfrentamiento ante el Barcelona. (2:25)

MADRID -- Polonia nunca fue un país fácil para el Real Madrid. Dejando de lado otras décadas pasadas, el enfrentamiento contra el Shakhtar Donetsk dejó una imagen ramplona de un equipo que no estuvo bien. De hecho, y haciendo un estudio de campo al terminar el partido, los enviados especiales se quedaban con Toni Kroos, Nacho y Luka Modric como los mejores de un Real Madrid que tuvo como héroe inesperado a Antonio Rüdiger, el autor del gol del empaten el último suspiro.

Pero que los árboles no impidan ver el bosque. El Madrid en Polonia fue un equipo con una circulación de balón lenta, con poca capacidad creativa en ataque e incapaz de derribar el muro ucraniano. Además, los blancos concedieron varias contras de ataque que, contra equipos de máxima exigencia, bien podrían costar más goles en contra.

El partido sirvió para hacer seis cambios de inicio y rotar de cara al Clásico. Con esos cambios se demostró que hay un jugador que confirmó que ni está, ni se le espera. El partido de Eden Hazard volvió a ser ramplón y fue sustituido en el minuto 50 confirmando que no tiene nivel para el Real Madrid. Con toda la inversión de los blancos en el belga, su contratación ha resultado ser un fracaso absoluto.

Con la entrada de Modric el equipo mejoró en la parcela creativa, pero no fue suficiente para la remontada. Y más cuando otra desconexión atrás, esta vez de Ferland Mendy, provocó el gol ucraniano. Otro fallo atrás y otro partido sin la portería a cero. Veremos si el Madrid corrige ese defecto de este año porque, en lo que va de temporada, sólo ha terminado tres partidos sin recibir gol.

Lo único rescatable del Madrid fue que su ADN sigue intacto. El ADN Champions League que sólo tiene el club madridista: el gen de no rendirse, el gen de la épica, el gen de lo imposible. Porque viendo el partido, resultaba poco probable que los blancos pudieran rascar algún punto de Polonia. Pero en Europa, al Madrid nunca se le puede dar por muerto. Es lo único positivo de un viaje en el que los de Ancelotti parecían tener la cabeza en el Clásico del domingo más que en el enfrentamiento contra el Shakhtar. A pasar página y a olvidar cuanto antes, no queda otra para los merengues.