Hoy se cumplen 50 años del nacimiento del 'holandés volador', sobrenombre que Johan Cruyff se ganó gracias al golazo con el que el Barcelona derrotó al Atlético de Madrid.
BARCELONA -- Johan Cruyff no es un nombre cualquiera en la historia del Barcelona. Alma y padre del Dream Team que dio paso a la mejor época futbolística del club azulgrana, antes de dar cátedra desde el banquillo fue un futbolista providencial que dejó un recuerdo imborrable en el terreno de juego.
No acompañó sus cinco temporadas de una colección de títulos como se habría deseado, pero su huella quedó en el Camp Nou.
Hoy se cumplen 50 años del nacimiento del 'holandés volador', sobrenombre que se ganó Johan Cruyff gracias a un gol estratosférico en aquel momento con el que el Barcelona, con el que había debutado dos meses antes, derrotó al Atlético de Madrid en el Camp Nou por 2-1 para confirmar un liderato logrado dos jornadas antes y que ya no abandonaría hasta el final de aquella temporada 1973-74.
En los libros del Barcelona existen personajes imprescindibles para explicar/recordar cualquier época o década.
Sergi Roberto (su gol al PSG) se ganó su lugar en la segunda década de este siglo como Andrés Iniesta (Chelsea) o Lionel Messi (golazo maradoniano al Getafe) lo hicieron en la anterior.
Nadie olvida a Pizzi o a Bakero en los 90 ni a Urruti o Alexanko en los 80 del pasado siglo. Pero en los 70, en 1973, un 22 de diciembre, el nombre propio fue el de Johan Cruyff.
El holandés había debutado el 28 de octubre con una exhibición (4-0) frente al Granada en el coliseo azulgrana. Aquella tarde el Barça malvivía apenas un punto por encima del descenso.
Y desde entonces, en una Liga no con partidos tan claros como actualmente, el equipo dirigido por Michels enlazó cinco victorias y dos empates que le catapultaron al liderato cuando el Atlético, que defendía el título logrado el curso anterior, visitó el Camp Nou.
La jugada de la noche, y de la Liga, llegó rozándose el descanso, en un recorte de Rexach por la banda derecha y un centro pasado, a simple vista imposible de rematar, y a la que Cruyff llegó de manera inverosímil con un salto que sorprendió a todo el mundo para marcar un gol de escándalo.
Venció el Barça por 2-1 en plena racha. No perdió ni un partido de aquel campeonato hasta la penúltima jornada (precisamente en el campo del Atlético) cuando ya hacía tres fechas que era campeón. Y celebró aquel título, el primero en 14 años, con una fiesta inolvidable.
Y de aquel curso nadie que lo viviera olvida lo sucedido el 22 de diciembre. Un gol para la historia que cumple 50 años.