Un valiente Las Palmas se aprovechó este jueves de las dudas de Real Madrid para conseguir un empate 1-1 en su casa, en un partido válido por la tercera fecha de la LaLiga 2024-2025 que se disputó en el Estadio de Gran Canaria.
Salió con todo el equipo canario en el comienzo del encuentro, y fue en esos pasajes cuando forjó este gran resultado. Porque a los cuatro minutos, Alberto Moleiro metió un golazo, gambeteando a dos jugadores dentro del área y definiendo cruzado, lejos del alcance del arquero merengue, Thibaut Courtois.
El local no resignó el ataque luego de meter el gol pero la mayor calidad individual del Merengue fue obligándolo a retroceder.
Después de la primera media hora, el Merengue comenzó a generar situaciones de mayor riesgo, con un tiro libre del uruguayo Federico Valverde y un disparo de media distancia del alemán Antonio Rudiger como las más destacadas. Ambas, resueltas por Jasper Cillessen, el arquero canario que a esa altura ya era figura.
En el segundo tiempo, como era lógico, se acrecentó el dominio de la Casa Blanca. Pero fue una hegemonía desordenada, con floja elaboración, en la que ni Kylian Mbappé ni Vinicius pudieron imponer su velocidad.
Buena parte del mérito fue del planteo de Las Palmas, que trabó el partido en la mitad de cancha, buscó siempre alejarse de su arco -aunque por momentos no lo consiguiera- y mantuvo la tensión para el contraataque.
Una alta cuota de suerte le permitió a Real Madrid empatar el partido en el segundo tiempo. Porque si bien la jugada colectiva por derecha fue buena, la pelota que termina dando en la mano de Alex Suárez y generando el penal es un pifie de Arda Güller. Si el turco no se equivocaba, la pena máxima no hubiera existido.
Vinicius se hizo cargo del disparo desde los doce pasos y no falló, pese a que Cillessen le adivinó el palo.
El local supo absorber el golpe, se recompuso enseguida y mantuvo esa táctica que tanto confundió a los pupilos de Carlo Ancelotti. Más aun, generó ocasiones de mucho peligro y hasta anotó un gol a los 89, que fue bien anulado por un fino offside.
El encuentro deja una luz amarilla para la Casa Blanca, que no supo resolver un planteo de fricciones que -seguramente- va a tener que afrontar muchas veces esta temporada.