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Cartas desde Barcelona: Nico Williams, una bofetada monumental

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Los fans del Barça y la nueva camiseta con el 10 de Lamine Yamal (2:30)

Jordi Blanco cuenta que en el primer día de ventas de la nueva camiseta del Barcelona, la mayoría prefiere que lleve el número 10 con el nombre de Lamine Yamal. (2:30)

“Si duda de jugar en el Barça, no nos sirve” dijo más de una vez Johan Cruyff, pero el desaire de Nico es enorme e inverosímil


BARCELONA -- Nico Williams dejó al Barcelona con la boca abierta. Esperando a cerrar los plazos previstos para pagar su cláusula y hacer efectivo el fichaje antes del 9 de julio, fecha prevista para el inicio de pretemporada del Athletic Club, que publicó a primera hora del viernes un video anunciando su renovación hasta 2035 porque "para mí lo que pesa más es el corazón, estoy donde quiero estar... Aupa Athletic".

Al Barcelona le han dado una bofetada como una catedral. Enorme. Bestial. Y lo más duro del caso es que no ha sido por un futbolista llamado a ganar el Balón de Oro. No ha sido un Kylian Mbappé llevando de cráneo al Real Madrid durante siete años... Ha sido Nico Williams, un excelente jugador de equipo, un buen extremo, pero, para nada, un crack diferencial.

Para no creer apenas unas horas después de que desde el propio Barça se negaran las noticias publicadas por Marca o Mundo Deportivo respecto a que el fichaje se había estancado y entraba en duda. "Esta semana no habrá novedades”, se contestaba desde el club azulgrana a ESPN, manteniendo la tranquilidad y refiriendo que a comienzos de la siguiente habría la solución.

¿Solución? Desde luego que la hubo... Pero no hizo falta ni esperar 24 horas desde esa llamada a la calma para descubrir que Nico no fichará por el Barça, que se quedará, renovado, en el Athletic y, acaso lo más duro, descubrirlo a través de las redes sociales, sin que el futbolista o su agente, Félix Tainta, tuvieran la delicadeza de avisar al club azulgrana con anterioridad a la publicación de su cambio de planes.

Habrá quien considere que no pagar la cláusula en cuanto Nico comunicó al Athletic su deseo de marchar y demorar el asunto sin dar una explicación clara y plausible provocó las dudas del futbolista, aumentando la presión del entorno y el contragolpe del Athletic, presentándole una oferta de renovación con un salario aún mayor (inalcanzable en los parámetros del Barça) que acabó por romper la baraja.

Habrá quien piense que el Barça ha hecho el ridículo. Y no es así. No es lo que ocurrió en 2017 horas después de que Gerard Piqué publicó un vídeo junto a Neymar con la leyenda 'se queda' y viendo a un abogado del Paris Saint-Germain presentándose en las oficinas del Camp Nou con el cheque de 222 millones de euros de su cláusula. Lo que pasó en 2018, días después de que desde la directiva que presidía Bartomeu se diera por hecho el fichaje de Antoine Griezmann y el jugador francés sorprendiera con un documental en que anunciaba su "decisión" de quedarse en el Atlético Madrid.

Se pueden pensar muchas cosas pero debe tenerse en cuenta una sola circunstancia: Nico Williams y su agente Félix Tainta, han jugado con el Barça. Falta por saber si en esta novela Jon Uriarte y el Athletic estaban también enterados y la burla al club azulgrana ha sido ya general, con idas y venidas, declaraciones y amenazas en realidad vacías porque conocían el final del cuento.

A partir de aquí habrá que ver cuál es la reacción pública, si la hay, desde las oficinas del Camp Nou. Si hablará Deco, si lo hará Enric Masip, Rafa Yuste o el propio Joan Laporta. Si hablarán sentenciando a Nico como lo haría Johan Cruyff, "quien dude de jugar en el Barça no nos sirve", si se pondrán los puntos sobre las íes más allá de restar trascendencia pero señalando al jugador, a su agente y hasta al Athletic por querer engañarles... O se guarda silencio y se pasa página.