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España se despide de su afición empatando con Suiza

JOSE JORDAN/AFP/Getty Images

España se atragantó en su última prueba antes de viajar a Rusia y demostró, ante una seria Suiza, que deberá afinar su juego ofensivo, y su capacidad de remate, si quiere tener éxito en el Mundial. Un error impensable de De Gea equilibró el golazo de Odriozola y aunque mostró buenas prestaciones en el juego de combinación evidenció lagunas en el último tramo del campo que le pesaron demasiado, cediendo un 1-1 que decepcionó.

La selección no echó en falta a Carvajal, excelentemente sustituido en la banda por un Odriozola que mostró capacidad para discutirle el puesto, y si pudo mantener la calma en el centro de la zaga a pesar de la ausencia del intocable Sergio Ramos, no ocurrió lo mismo con la de Sergio Busquets, quien se cayó del partido por una indisposición y cuya baja fue más sentida en la distribución.

Ocupó su lugar Thiago, tan acertado en el toque como menor en el reparto rápido de juego, donde Busquets es insustituible, y mostrando que tanto a Iniesta como a Silva les faltó esa pausa y frialdad que ofrece el azulgrana... Pero quizá por encima de todo a España le penalizó la falta de acierto en el remate, cuestión en la que Iago Aspas y Diego Costas, los dos puntas elegidos por Julen Lopetegui, se mostraron especialmente fallones.

Bien posicionado en el campo, el equipo de Lopetegui mostró sus excelentes condiciones en la combinación, supo abrir el campo con Odriozola por la derecha y Jordi Alba por la izquierda, llegó con autoridad al área suiza y enseñó que la pareja formada por Iniesta y Silva puede ser trascendental en el Mundial. Una vez en el área helvética, sin embargo, el embotellamiento dio que pensar.

El delantero del Atlético de Madrid se movió y peleó, intentó combinar rápido, jugó el balón con idea pero no supo mirar a la portería de Sommer, siendo sustituido a la hora de partido por Rodrigo sin ofrecer mucho de lo esperado. A Iago Aspas, sin embargo, aún le fue peor su primer gran examen de cara al Mundial. Se marchó al descanso sin haber dado apenas señales de vida, perdido entre la mediapunta y el ataque y sustituido por un Lucas Vázquez que dio mucha más profundidad por banda.

La fortuna, y acierto, aparecieron rozándose la media hora, cuando un balón rechazado en el área suiza fue a parar a Odriozola, quien desde la frontal no se lo pensó dos veces a la hora de empalmar un excelente derechazo que sorprendió a todo el mundo y provocó su primer gol con la Roja.

Con el 1-0 intentó serenarse y hasta gustarse el conjunto de Lopetegui, intercambiándose de papeles en la organización Koke y Thiago para mantener la calma. Y llegar al descanso sin mucho más que decir.

ERROR E IMPOTENCIA

No cambió mucho el escenario en el segundo tiempo, más allá de los cambios, y el partido entró en un escenario de calma que se rompió a los 55 minutos, cuando Iniesta dijo adiós a su último partido con la selección en España para ser sustituido por Saúl Ñíguez, más decidido a verticalizar el juego con Lucas Vázquez.

Pero llegó el susto, un error incomprensible que despertó la alarma. A de Gea se le escapó de forma impensable un remate cruzado y el balón quedó muerto para que Ricardo Rodríguez lo remachara a puerta ante el pasmo general.

El fallo del portero del Manchester United cayó como una losa en el ánimo de la selección española, que se revolvió contra la mala fortuna y volvió a apretar, más aún con la entrada de Asensio, para buscar la victoria pero la buena colocación de la zaga de Suiza y, en último término, la actuación de Sommer evitó la victoria hispana.

Alertó en la previa Lopetegui de la solvencia del equipo dirigido por Vladimir Petkovic... Pero en el ambiente, bajo la lluvia, quedó la sensación de que España deberá mejorar sus prestaciones pensando en el trascendental debut mundialista contra Portugal.