BARCELONA -- El FC Barcelona, que cerró el ejercicio 2018-19 con unos ingresos de casi 213 millones de euros en ventas, solo por debajo de la temporada anterior en que alcanzó el record gracias a los 222 millones de Neymar, ya roza los 45 millones en la nueva campaña, con los 40 fijos que le pagará el Zenit por el fichaje de Malcom y que se suman a los 2,5 por Cardona desde el Osasuna y los dos del Saint Etienne por Sergi Palencia.
El objetivo del club azulgrana ahora mismo pasa por sentenciar la salida de Rafinha, pendiente de la crisis abierta en el Valencia, y solucionar el caso Coutinho, mucho más complicado atendiendo a la falta de propuestas firmes en el Camp Nou.
Señalado históricamente por no escatimar en gastos a la hora de fichar futbolistas y, a la vez, no saber sacar rendimiento económico de sus traspasos, a menudo malvendidos a no ser que se tratase de jugadores de primer nivel, bajo la presidencia de Josep Maria Bartomeu y con un equipo ejecutivo, dirigido por Oscar Grau, mucho más eficiente ha conseguido dar la vuelta a la situación.
Ocurre tanto con jugadores que en cuanto llegaron al Camp Nou fueron vistos como simples operaciones destinadas a generar beneficio y que tuvieron en Yerry Mina a su principal protagonista como con otros perfiles, André Gomes, Lucas Digne o incluso Cillessen entre los destacados.
Sin contar el tema Neymar, quien protagonizó el traspaso más alto de la historia del fútbol mundial a través del pago de su cláusula de rescisión por parte del PSG en el verano de 2017, ya desde 2014 el Barcelona comenzó a sacar rendimiento de sus traspasos.
Ocurrió Alexis Sánchez, fichado en 2011 al Udinese por 26 millones de euros y traspasado al Arsenal por 42,5, y con Cesc, llegado desde el Arsenal por 34 millones en 2011 y vendido al Chelsea por 33, lo que significó beneficio atendiendo a la amortización de sus tres años en el club.
ACELERÓN
La tendencia se ha confirmado absolutamente en los últimos meses. Si desde que acabó la temporada deportiva y hasta el cierre del ejercicio contable el Barça concretó las ventas de Cillessen, André Gomes y Denis Suárez ingresando entre
los tres 63,9 millones de euros (que podrían aumentar en otros 9 por los variables del meta holandés) para alcanzar los citados 213 millones en total, el comienzo del nuevo curso no ha frenado esta nueva vocación financiera.
El club sigue trabajando en los traspasos de Rafinha y Coutinho, concretado el negocio con Malcom (con unos variables de 5 millones a sumar a los 40 ya ingresados y manteniendo un porcentaje de una futura venta) y confía aún en solventar los dos casos antes del cierre del mercado de verano, después de ceder a Cucurella al Getafe con una opción de compra valorada en 6 millones…
Y también un 40 por ciento de porcentaje de una futura venta por parte del club madrileño.
Siendo las fijadas, el Barça no descarta otras salidas durante este mes, atendiendo a la superpoblación de centrocampistas que tiene en la plantilla Valverde y que le puedan significar esos ingresos tan esperados.