BARCELONA -- La novela del fichaje de Neymar Jr. por el FC Barcelona no vivirá un capítulo especial el viernes en Liverpool, donde se esperaba un cara a cara entre Josep Maria Bartomeu y Nasser Al-Khelaifi, máximo mandatario del PSG, tras decidir el presidente azulgrana acompañar a la expedición del primer equipo en su desplazamiento liguero a Bilbao y ausentarse de la reunión de la Asociación Europea de Clubes que se celebrará en la ciudad inglesa.
Al encuentro que mantuvieron el martes en París Eric Abidal y Javier Bordas con representantes del Paris Saint-Germain se esperaba una continuación al más alto nivel entre los máximos mandatarios de los dos clubs en la que se pudieran acercar posturas o, al menos, sentar unas bases sólidas para negociar el traspaso del futbolista brasileño, pero Bartomeu priorizó el estreno del conjunto de Valverde en San Mamés, al que también acudirá el Director General Òscar Grau en una clara señal de que el Barça, oficialmente, mantiene el asunto en segundo plano a la vista de la postura, de momento, inflexible del PSG.
La reunión que mantuvieron los dos clubes el martes en la capital francesa no resultó en absoluto positiva para ninguna de las partes y especialmente el PSG se sintió molesto por la postura del Barça, muy alejada de entrada de las exigencias de los parisinos para tratar la venta de su estrella.
Wouter Lambrecht, abogado a sueldo del club desde 2017, será el representante azulgrana en la reunión a celebrar en Liverpool, en la que se tratará la anunciada reforma de la Champions League a partir de 2024 y en la que no se producirá el encuentro entre los dos presidentes, demorándose de esta manera una posible entente que se sigue entendiendo en el Camp Nou de muy difícil encaje.
De regreso a París tras pasar un día de fiesta en Portugal, Neymar se reincorporó a la disciplina del PSG manteniendo un silencio sepulcral acerca de sus intenciones, por más que desde el Barça se le haya inquirido a manifestar abiertamente su deseo de volver al club azulgrana. El juego de despiste que mantiene el astro brasileño y la firme postura del club galo se entienden como motivo de la táctica del Barcelona, no dispuesto, de entrada, a entrar en una negociación que consideraría fuera de sus parámetros por más que exista la sospecha cierta de un interés del Real Madrid por dinamitar la operación y hacerse con el fichaje del jugador.