La gestión de Ronald Koeman al frente del FC Barcelona puede analizarse desde dos ópticas: los resultados, es decir, la frialdad de los números y las estadísticas; y el estilo de juego... En ambas sale reprobado.
El holandés vive su primera temporada como técnico del club en el que fue una leyenda en su etapa de futbolista, y ahí radica su principal amparo, pues no se le juzga ni cuestiona con el rigor que amerita la silla que ocupa.
A sus antecesores inmediatos, Ernesto Valverde, y no se diga Quique Setién, se les colocó en la hoguera del cese y con justa razón, pues el primero aunque tenía el cobijo de dos Ligas ganadas, los escandalosos fracasos en Champions ante la Roma y Liverpool en años consecutivos, lo condenaban.
Y conste que ni siquiera fue despedido tras el ridículo en Anfield. Además, con Valverde el club se estancó en varios aspectos: nunca apostó por la cantera ni respetó la filosofía del equipo en su forma de jugar. Muchas veces le alcanzó con Messi, quien durante años ocultó la carencia de un juego de conjunto.
Por su parte, Quique Setién no debió llegar nunca a la banca azulgrana, que le quedó gigante, y se fue tras una de las mayores vergüenzas en la historia del club, aquel 8-2 ante el Bayern Munich.
DATOS DUROS
Con Koeman al frente en esta campaña, el Barça ha perdido todos, todos los partidos trascendentes: la Supercopa de España ante el Athletic Club (3-2), los Clásicos de primera y segunda vuelta frente al Real Madrid (1-3 y 2-1), el choque ante el Atlético (1-0), el duelo por el liderato de grupo en la Champions con la Juventus (0-3), y la serie con el PSG (5-2).
Cabe recordar que ante la Juve le bastaba hasta caer con un 2-0 para amarrar el primer lugar de su sector, pero ni eso consiguió, y por ende en Octavos de Final le tocó un ‘pez gordo’ como el París Saint-Germain.
Ese es Koeman en números. Hablar de su racha en la Liga (19 partidos sin perder) o de que es finalista de la Copa del Rey, sencillamente remite a las obligaciones del Barcelona, que por cierto, es tercero en la clasificación y llegó a la Final casi de milagro tras unos Cuartos y Semifinales en donde consiguió goles de último minuto.
¿ES EL BARÇA?
Son una minoría los encuentros de esta temporada en los que el equipo ha desplegado un buen futbol y medianamente se ha acercado a la filosofía del club que prioriza la tenencia del balón, el juego de conjunto y una apuesta ofensiva.
El Barcelona no juega bien y ha pagado las consecuencias de dicho desempeño.
Otro de los argumentos con los que se defiende a Koeman es su ‘apuesta’ por la cantera: Óscar Mingueza, Ronald Araújo y a últimas fechas Ilaix Moriba, son las ‘gratas revelaciones’ del holandés, según la prensa catalana aplaudidora.
Mingueza ha dejado de manifiesto en múltiples partidos que no está listo para jugar en el primer equipo; Araújo tiene potencial, pero entre lesiones y titubeos tampoco puede cargar con responsabilidades mayores. Y el chico Moriba, de 18 años, apareció por capricho de Koeman en su afán por desplazar a Riqui Puig, y aunque desde luego se trata de un buen prospecto, no es más que el otro canterano mencionado y despreciado por el entrenador.
¿Apuesta por la cantera? Más bien no tuvo de otra ante las múltiples lesiones en la defensa central y el pobrísimo nivel de Samuel Umtiti y Clément Lenglet.
Este sábado en la Final de la Copa del Rey, Koeman buscará su primer título como entrenador del Barcelona y por fin ganar un partido importante, pues aunque el trofeo no se compara a La Liga o Champions, tiene historia y peso.
Pase lo que pase, todo indica que el holandés cuenta con el respaldo de Joan Laporta, así que incluso si acabara la temporada con las manos vacías, seguiría para cumplir con el año de contrato que le queda.
Ronald Koeman vive y vivirá de su ‘renta’ como leyenda del Barça, y poco importará la pobreza futbolística del equipo o que no se vaya en camino para buscar el regreso a las raíces.
El Barça le ha quedado grande y eso no lo borrará ni siquiera el pesado trofeo de la Copa del Rey.