El Elche, tras cerrar el mercado de verano, ha configurado su plantilla para la próxima temporada con siete jugadores argentinos, una cuarta parte del grupo, cantidad que supera la cifra máxima de futbolistas de esta nacionalidad en la plantilla de su historia.
El club ilicitano, propiedad desde hace dos años y medio del empresario argentino Christian Bragarnik, siempre mantuvo unos lazos estrechos con el fútbol albiceleste tras el paso por la entidad de personalidades como Alfredo Di Stéfano, Felipe Mesones o Roque Olsen, como entrenadores, o de jugadores de prestigio como Marcelo Trobbiani, campeón del Mundo, o Willy Caballero, entre otros.
El Elche cuenta en su plantilla esta temporada con el portero Axel Werner, los centrocampistas Javier Pastore, Iván Marcone y Pablo Piatti y los delanteros Lucas Boyé, Guido Carrillo y Darío Benedetto.
La cifra supera a la del pasado curso, cuando el Elche contó con Juan Sánchez Niño, Lucas Boyé, Iván Marcano, Guido Carrillo, ‘Ruso’ Diego Rodríguez y Emiliano Rigoni. A todos ellos se unió, además, un entrenador también argentino, Jorge Almirón, que permaneció en el cargo seis meses.
Dos de esos futbolistas, Sánchez Miño y ‘Ruso’ Rodríguez, abandonaron la entidad en el mercado de invierno, mientras que Rigoni lo hizo al final del curso. A pocos meses del final de la Liga llegó a la entidad Pablo Piatti, otro de los jugadores que permanece en el grupo.
En la década de los 70, en la segunda época dorada de la entidad en Primera, el Elche vivió esta misma situación en varias ocasiones, además de otra a finales del pasado siglo y al principio del actual, casi siempre con entrenadores argentinos en el banquillo, si bien en estos casos no se unía el componente de tener un propietario de la misma nacionalidad.