El segundo partido de Xavi al frente del Barcelona no tuvo un final feliz, al menos en el resultado. El 0-0 en casa ante el Benfica deja a los culés al borde de la eliminación en la Champions League, supeditados a un milagro en Munich ante el todopoderoso Bayern.
El técnico entrante del Barça tenía dos escenarios en mente de cara al crucial compromiso frente a los portugueses: el primero, que su equipo jugara bien; y el segundo, que como consecuencia de ello obtuviera la victoria.
La versión azulgrana del martes pasado fue por mucho superior a lo mostrado frente al Espanyol; sin embargo, esta vez la dosis de fortuna que sí acompañó a los de Xavi en el derbi catalán, no se hizo presente ante el Benfica y el balón se negó a entrar.
Hubo decepción, ciertamente, pues se advierte que el pase a Octavos de Final es tarea mayúscula, considerando que los lusos van ante el eliminado Dínamo Kiev, y los culés visitan al Bayern con la obligación de ganar para no depender de terceros... La historia reciente de los duelos ante el Campeón alemán no le trae buenos recuerdos al barcelonismo (8-2 y 3-0).
Más allá de una hipotética eliminación en Fase de Grupos de la Liga de Campeones que no ocurre desde la temporada 2000-2001, en apenas dos encuentros el Barcelona de Xavi ofrece esperanza e ilusión.
Si algo se le reclamó a Ronald Koeman además de los pobres resultados, fue la nula identidad y el desprecio por las formas que no son tema menor en el Barça, situación que el técnico entrante ha dejado en claro que es prioritaria.
Respeto por el balón, apuesta real por la cantera, una idea de juego reconocible y la búsqueda de la victoria en casa y fuera de ella, son las consignas de este conjunto azulgrana en reconstrucción que en el camino sufrirá dolorosos tropiezos, —como el 0-0 ante el Benfica— pero no hay duda de que va por la ruta correcta.
Para el Barça de Xavi ganar será consecuencia de trabajar bien, de jugar bien, porque en este club el cómo siempre importa y el estilo es innegociable. El técnico tiene una idea y se va a apoyar en ella contra viento y marea, ahora falta que con los futbolistas del plantel alcance para cumplir con una temporada ‘decente’.
Pase lo que pase hoy puede afirmarse que el FC Barcelona ya tomó el camino correcto, y habrá que apelar a la paciencia porque el romance con el recién llegado se empezará a desgastar cuando lleguen las derrotas y se alejen los títulos.