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Xavi revive la duda razonable: ¿Debió apostar el Barcelona por él desde el principio de la temporada?

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BARCELONA -- El Barcelona redondeó en Nápoles probablemente su mejor partido de la temporada.

Acudió al templo de Diego Armando Maradona y llevó a cabo una exhibición ante la que nada pudo hacer el Napoli, entregado de principio a fin a la realidad y al que apenas le quedó el consuelo de aplaudir al vencedor, que abandonó Italia con una alegría indisimulada y un optimismo irreverente.

"Estamos en el buen camino”, proclamó a ESPN, apenas conteniendo la euforia, un alto directivo azulgrana, solventando el convencimiento que existe en considerar la apuesta por Xavi Hernández la mejor de las decisiones deportivas.

Tiene este Barça un sabor que se traslada en el tiempo a la segunda mitad de la temporada 2003-04, cuando pasó del desastre a pelear por un título de Liga que se adivinaba imposible en enero, cuando Joan Laporta resolvió mantener a Frank Rijkaard en el banquillo a pesar de una presión externa absoluta que clamaba por su despido.

Esta vez, 18 años después, el presidente tuvo que dar ese paso que nunca deseó... Y que al cabo de cuatro meses provoca una duda razonable entre la directiva: ¿No habría sido lo correcto apostar por Xavi desde el principio de la temporada?

El club, Laporta, despidió la noche del 28 de octubre de 2021 a Ronald Koeman, inmediatamente después de una sonrojante derrota en Madrid frente al Rayo Vallecano y cuando la presión a Joan Laporta se entendía ya inaguantable.

El presidente había proclamado casi cinco meses antes, el 3 de junio, la continuidad del técnico neerlandés después de "un periodo de reflexión" asegurando que en ningún momento se había negociado con otros entrenadores, a pesar de que, indirectamente, ya se había vuelto a contactar con Xavi, técnico entonces del Al Sadd y de quien el presidente afirmaba que, aún, le faltaba rodaje.

Los resultados acabaron por sentenciar la salida de Koeman, personaje indiscutible en el imaginario barcelonista de Laporta desde su época de futbolista, y llevaron al presidente a jugarse la carta Xavi cinco meses después de ponerle en duda.

Y cuatro meses más tarde, en plena euforia, con fichajes acertados pero, por encima de todo, un plan futbolístico innegociable que empieza a mostrar sus frutos en el club se repite esta pregunta. ¿Debió despedirse con honores a Koeman en junio y empezar la temporada ya con Xavi?