Con la expulsión ante Liverpool, el entrenador Eddie Howe tendrá que recurrir a su tercer arquero para el duelo ante el Manchester United.
El tercer portero del Newcastle, Loris Karius, está cerca debutar con el equipo después de dos años, en la final de la Copa Carabao contra el Manchester United la próxima semana, después de que Nick Pope provocó una crisis de porteros en el club con una tarjeta roja recibida contra el Liverpool.
El portero de Inglaterra, Pope, se perderá el choque de Wembley, la primera gran final de Newcastle desde la de la Copa FA de 1999, luego de ser expulsado por tocar el balón fuera del área durante la primera mitad contra Liverpool, en St James 'Park.
La decisión del árbitro Anthony Taylor de mostrarle la tarjeta roja significa que Pope, un fichaje de verano procedente de Burnley, será suspendido para el partido contra el equipo de Erik Ten Hag.
Con Newcastle reducido a 10 hombres, el entrenador Eddie Howe sustituyó al mediocampista Elliot Anderson para que el segundo portero, Martin Dubravka jugara el resto del partido en la portería.
Sin embargo, el internacional eslovaco Dubravka también será descartado de la final de la Copa Carabao, porque hizo dos apariciones en las rondas anteriores de la competencia mientras estaba cedido en el United.
Las reglas de la Copa Carabao prohíben que los jugadores representen a dos equipos en la competencia en una temporada, por lo que Dubravka no será elegible para el juego.
Con el anterior portero Karl Darlow, siendo cedido al equipo Hull City por el resto de esta temporada el 31 de enero, el ex portero del Liverpool, Karius, es ahora el único disponible para Newcastle para el partido de Wembley.
El jugador de 29 años aún no ha jugado para Newcastle desde que se unió como agente libre el verano pasado luego de la finalización de su contrato en Liverpool. Su último partido fue con Union Berlin contra Hoffenheim en febrero de 2021.
Karius no apareció con el Liverpool luego de ser culpado por los errores que llevaron a dos goles en la derrota del club en la final de la Liga de Campeones contra el Real Madrid, en Kiev en 2018.
Posteriormente se reveló que el portero alemán sufrió una conmoción cerebral durante ese juego, pero a pesar de su lesión, siguió jugando durante la derrota por 3-1.