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Los números de la gran actuación de James en el triunfo de Everton ante Crystal Palace

Como contra Tottenham y West Bromwich Albion, James Rodriguez tuvo una muy buena labor en la tercera fecha de a Premier League frente a Crystal Palace, con apariciones fundamentales en la victoria de Everton en la tercera jornada.

Tres partidos en la Premier, tres victorias y tres actuaciones muy convincentes del cucuteño, quien no necesitó tiempo para adaptarse a la liga más exigente del mundo y ya es adorado por los hinchas de Everton.

Gravitante. Así se puede describir el trabajo de James contra Palace. Su lucidez fue la clave de los dos goles de su equipo. En el primero, un pase para Seamus Coleman desarmó a toda la defensa local y en el segundo un balón largo para Richarlison terminó en el penal que luego convirtió el brasileño.

El número 19 de Everton es el futbolista que más pases en profundidad positivos dio en las primeras tres fechas de la Premier y el segundo en creación de jugadas clave. Su influencia en esta campaña perfecta de Everton es indiscutible, como lo fue su gran partido contra Crystal Palace.

James jugó 86 minutos en Selhurst Park, en los cuales tocó el balón en 78 ocasiones. Intentó dar 50 pases y 45 llegaron a destino, es decir un porcentaje de efectividad del 90 por ciento. Recibió 45 pases de sus compañeros y perdió el balón en 17 oportunidades. Una vez más, Abdoulaye Doucouré fue su principal socio, seguido de Seamus Coleman.

Pateó al arco dos veces, una de ellas en un tiro libre que contuvo el arquero. Creó 3 chances claras de gol y realizó 3 gambetas exitosas. En el primer tiempo estuvo mucho más activo que en el segundo, en el que evidenció cierto cansancio normal.

A los pases largos y cambios de frente que ya había mostrado en los dos primeros encuentros, le sumó más asociación con Coleman en la derecha. Algo que puede ser clave para la idea de Carlo Ancelotti.

Con Everton como uno de los punteros y James como uno de los grandes fichajes de la temporada en la Premier, Everton comienza a soñar en grande, como pocas veces había hecho en los últimos tiempos.