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Selección Mexicana: La dramática contemplación del desastre

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¿Cuál es la calificación del 'Tri' en su gira por EUA? (4:30)

La mesa de Futbol Picante reprueba la actuación de la Selección Mexicana en los partidos amistosos. (4:30)

Los dos ensayos verdaderos que tuvo la Selección Mexicana de Futbol como preparación rumbo al Mundial los reprobó.

Bajo el parámetro del técnico Gerardo Martino, quien declaró que prioriza el funcionamiento sobre el resultado en los duelos ante Uruguay y Ecuador, hay poco o nada que rescatar.

El Tricolor es un equipo plagado de futbolistas que están a años luz de su mejor momento, que no tiene una idea de juego, que genera escasas llegadas de gol y las desperdicia, que es frágil en defensa y con muy poco le hacen daño, y al que para colmo le falta autocrítica y reacción.

México es un barco que se hunde de forma dramática, y los encargados de tomar decisiones en torno a la Selección Nacional están pasmados a la espera de que, de la noche a la mañana, el equipo salga a flote y emprenda el camino “a toda vela” con destino a Qatar 2022.

Es verdad que a poco más de cinco meses para la Copa del Mundo, un hipotético cambio de entrenador no es la panacea, pero sí una medida que luce obligada y urgente, pues el capitán de esta nave está absolutamente perdido y desde hace más de un año que no tiene idea ni recursos de cómo enmendar el rumbo.

Despedir a Martino y convocar a jugadores olvidados que han hecho méritos suficientes para recibir un llamado a la Selección no le cambiará la cara al Tri, pero son decisiones que tendrían que tomarse y asumir el riesgo de las mismas, pues de lo contrario la apuesta es porque suceda un milagro en Qatar y México no regrese luego de disputar tres partidos y de hacer el ridículo, como advirtió Hugo Sánchez.

Está claro que el ‘Tata’ no piensa en renunciar y que su cese costaría varios millones de dólares; sin embargo, se puede perder más, sobre todo en el aspecto deportivo, si se pasa por alto la crisis en la que llegará México a la máxima cita que puede tener una selección.

No tenía nada que aportarle al equipo”, declaró Martino años después de su fracaso en el FC Barcelona. Vaya vigencia de la frase si se adapta a la realidad que vive el conjunto azteca.

Su irracional respeto a ‘las vacas sagradas’, desatender la competencia deportiva, llamar a jugadores para luego no darles minutos, y las incomprensibles convocatorias, entre muchos otros factores, condenan al técnico nacional, quien, con todo esto a cuestas intenta transmitir tranquilidad y que todo está fríamente calculado.

Con el tiempo encima y luego de un proceso de tres años y medio parecería una locura cortar al entrenador nacional; sin embargo, con él tendrían que irse varios (muchos) futbolistas que está claro que desde hace mucho terminaron su ciclo en la Selección.

Un Mundial no es un sitio para rendir homenajes o engrosar la estadística de participaciones individuales; a dicha justa se va con lo mejor que tiene cada país, y está claro que hoy México no cuenta con el técnico ideal, y por ende éste no ha elegido a los jugadores adecuados.

Es tiempo de correr riesgos, sacudir a la Selección Mexicana de Futbol y que los dueños de la pelota dejen de ser simples espectadores de una catástrofe anunciada. Año y medio de evidencia debería ser motivo suficiente para dejar de creer en palabrerías y dar un golpe de timón.