El formador del delantero argentino recordó el momento complicado que vivió con Lanús, antes de que su carrera explotara hasta llevarlo a Tigres
MONTERREY -- El delantero argentino Nicolás Ibáñez es el nuevo acompañante del francés André-Pierre Gignac en el ataque de Tigres, pero para lograrlo tuvo que sortear diferentes obstáculos en su carrera y uno de los más complicados fue el quedarse sin contrato cuando jugaba para Lanús, lo cual lo obligó a buscar otros caminos para luchar por una carrera exitosa.
Ibáñez comenzó su andar dentro de este deporte precisamente con Lanús, equipo al que llegó al lado de su hermano Joaquín, también atacante que había resaltado por haber estado en selecciones menores de Argentina.
El ahora delantero de Tigres siempre destacó en el cuadro sudamericano por sus cualidades, pero no recibía la oportunidad de estar con el equipo de Primera División, lo cual hizo difícil su camino, pero lo más complicado llegó cuando tenía 21 años.
Hernán Meske, formador de Nicolas Ibáñez, consideró ese pudo ser el momento más complicado de su carrera, porque al quedar libre tuvo que ir al ascenso con el Comunicaciones en busca de resaltar con su capacidad goleadora.
“Para mí, sin haber hablado con él porque nunca lo hicimos, calculo que le habrá sido difícil el momento que en Lanús le toca quedar libre, porque quedó libre, no tuvo contrato a nivel profesional y en ese momento fue en el momento en el que se iba un coordinador de Lanús y llegaba otro, el club estuvo sin coordinador y no se fijaron los contratos de los chicos de categoría 94 que estaban para contrato y a mí me preguntaron que si Lanús tenía que hacerle contrato a Nico Ibañez, tenía proyección, pero el club decidió en ese momento no hacerlo”, indicó en entrevista con ESPN.
En su paso por ese conjunto argentino tuvo en una ocasión la opción de acercarse al máximo circuito de Argentina, pero su destino estaba escrito, porque el día que debía presentarse con las Reservas no acudió a la práctica por la molestia de que se alargaba su estadía sin recibir una oportunidad.
“Un día el técnico de Reservas me pide un nueve, yo estaba convencido que era Nico Ibañez, lo mandé y al otro día no fue a entrenar y no es que estuviera enojado, estaba bajoneado, interiormente sabía que él podía estar en la Primera de Lanus, él veía que iban otros chicos que no tenían sus condiciones y él sentía que jugaba mejor que ellos y eso lo tenía enojado, bajoneado, lo recomendé y no fue.
“Al otro día vino el técnico y dijo no vino Nicolás, yo me quería morir, pero entendía a Nico porque él sentía que había algunas injusticias que estaba pasando con él y tenía un poco de razón, pero gracias a Dios cuando le toca quedar libre como que hizo un click y se dedicó de lleno a lo que era su sueño que era ser jugador de futbol y ahora le toca este presente y eso me pone muy contento, en ese momento lo entendí, por eso estamos nosotros los entrenadores, para acompañar a los chicos cuando pasan estas cosas”, agregó Meske.
El formador de Nicolás Ibáñez recordó que tuvo que emigrar al Comunicaciones y después pasó al Gimnasia y Esgrima, donde logró nueve goles en 44 encuentros, y desde su punto de vista la clave para abrirse camino fue la fortaleza mental, porque pudo superar el haber quedado fuera de Lanús, equipo en el que permaneció su hermano Joaquín dado que a él si le dieron contrato.
“Más allá de que siempre es fundamental que jueguen bien al futbol, lo mental fue clave en el caso de Nico, yo digo que la cabeza de Nico le ayudó muchísimo porque haber tenido que pasar por momentos ingratos como le tocó de no ser contratado, de tener que ir a la ascenso, de empezar a pelearla, creo que lo hizo madurar muchísimo y lo hizo más fuerte, por eso el presente de hoy.
“De eso aprendió y salió fortalecido porque de Lanús va un equipo de ascenso en Argentina, el Comunicaciones y fue campeón de goleo, de ahí fue al Gimnasia y Esgrima y hace muchos goles, de ahí el parte para México, en un año y medio hizo su carrera para estar en el futbol de México”, manifestó.
El jugador llegó al balompié mexicano en el 2018, cuando jugó para el Atlético de San Luis, con el que resaltó por su capacidad goleadora, más tarde emigró al Atlético de Madrid, regresó al cuadro potosino y después de ello se dio su paso al Pachuca.
Nicolás Ibáñez paulatinamente fue de menos a más y en el Apertura 2022 resaltó por su desempeño, al conseguir 11 anotaciones que le permitieron proclamarse campeón de goleo de la Liga MX.
Con su desempeño, ayudó al conjunto hidalguense a coronarse en ese certamen bajo el mando del estratega Guillermo Almada, luego que derrotaron en la final al Toluca con marcador global de 8-2.
Ahora, Nicolás Ibáñez llegó a Tigres en busca de continuar con su carrera en plan ascendente, pero tendrá que luchar por un sitio en el cuadro titular de los felinos, que tiene a uno de los mejores planteles del futbol mexicano.
En la ofensiva del cuadro de la UANL resaltan, además de Gignac, elementos como Nicolás López, Luis Quiñones, Javier Aquino, sólo por mencionar algunos, por lo cual deberá aplicarse a fondo para pelear por un sitio.
Para Hernán Meske el futuro de Nicolás Ibáñez es prometedor y desde su punto de vista es un elemento con calidad suficiente para formar parte de la selección argentina o del Tri, si en algún momento se naturalizara.
“La verdad yo me imagino que en cualquier momento se pueda nacionalizar mexicano para jugar la selección de México, mínimo, para mí es un pibe que siempre me gustó, uno los ve cuando triunfan y se pone contento, dije la selección mexicana porque su presente en México, pero tranquilamente pudiera ser seleccionado de Argentina, es un jugador fuerte, potente, cuando acelera pasa entre los centrales, pero bueno que se yo, es un gusto personal y no deja de ser nada más que eso”, concluyó Meske.