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México y Concacaf, un matrimonio por conveniencia

México se encuentra y se encontró entre la espada y la pared tras competir en torneos a nivel de clubes y selecciones en ambas confederaciones: Concacaf y Conmebol

MÉXICO -- América es el único continente del planeta, que por cuestiones geográficas y políticas, cuenta con 2 confederaciones de futbol dentro de la FIFA: CONCACAF y CONMEBOL, respectivamente.

Desde hace al menos 25 años, México se encuentra y se encontró entre la espada y la pared tras competir en torneos a nivel de clubes y selecciones en ambas confederaciones.

Es por todos bien sabido que para el crecimiento (exponencial) económico está la CONCACAF y sus dólares. Para el crecimiento deportivo, está la CONMEBOL con su Copa América y Copa Libertadores.

Hoy más que nunca la tóxica relación entre México y CONCACAF es tirante y distante, tanto en lo monetario como en lo deportivo.

La Federación Mexicana de Futbol fue, es y será la “Gallina de los huevos de oro” de esta confederación gracias a la gran inyección de billetes verdes que recibe cada par de años con la Copa Oro en los Estados Unidos.

Por décadas existió la cordialidad y camaradería entre ambas, condenadas a entenderse y reconciliarse para satisfacer sus intereses por encima de cualquier otra cosa.

Extraña y pone a pensar el “maltrato” mexicano recibido a últimas fechas por parte de la CONCACAF. En CONCACHAMPIONS América fue claramente perjudicado con la grave lesión de Jesús López debido al juego violento del rival y la permisividad del arbitraje.

En esta edición de la Copa Oro más de lo mismo, además de 2 penales no marcados, bastaron 10 minutos en el debut ante Trinidad y Tobago para que Hirving Lozano sufriera una fuerte herida en la cara que lo dejó fuera del torneo lamentablemente.

Mientras que el “Tri”, teniendo en cuenta los Juegos Olímpicos, mandó a su mejor plantilla disponible, Estados Unidos optó por prescindir de sus estrellas: Pulisic, Reyna, Dest, McKennie, Zteffen y Brooks para jugar la copa con un plantel totalmente alternativo.

En el caso del grito homofóbico la CONCACAF es cómplice de México. Si bien implementó el protocolo de detener el juego en caso de suscitarse la ofensa al portero rival, no rebasa la línea del veto porque sería dispararse en el pie.

Si el equipo dirigido por Martino juega a puerta cerrada en Dallas o Los Ángeles, los dirigentes sin escrúpulos centroamericanos dejan de recibir esas jugosas bolsas millonarias en cuanto a taquilla se refiere.

Otro ingreso importante es la venta de bebidas y comidas en los estadios, sobretodo la nula regulación en la venta de cervezas antes, durante y después de los 90 minutos. El mal comportamiento en las tribunas también tiene que ver con esto.

En el Mundial de Rusia 2018, los aficionados tuvieron que portar obligatoriamente el famoso Fan ID en los estadios. Al contar con cámaras en los recintos, cualquier gresca, conato o grito fue detectable. Se les retiró el Fan ID y fueron expulsados del país, así de fácil y así de drástico.

Llevar a cabo esto mismo en Estados Unidos conlleva muchos problemas. Uno de ellos netamente político, debido a la afluencia de fanáticos inmigrantes o sin papeles a los partidos de México.

Como casi siempre, a México la Copa Oro no le da nada si la gana, pero si la pierde, le quita más de lo que imagina. Jugarla cada 2 años le resta nivel y trascendencia, pero los dólares son los dólares y más en tiempos pandémicos.

Ante el maltrato arbitral recibido y la obligación a acudir con varias de sus figuras, México se muestra sumiso porque al final del torneo recibirá un cheque que lo eclipsa todo. No cabe duda que México y CONCACAF no se toleran pero, para subsistir, necesitan el uno del otro par seguir con su matrimonio tóxico y por conveniencia.