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Christian Eriksen, la figura de Dinamarca y el poder sanador de desear la Copa del Mundo 2022

Eriksen superó un grave problema cardíaco para estar con Dinamarca en Qatar 2022 Getty

Christian Dannemann Eriksen murió en una cancha de fútbol en Copenhague vestido con la camiseta de la Selección de Dinamarca el 12 de junio de 2021. A los 5 minutos, cuando volvió a la vida, comenzó una incierta, pero satisfactoria, recuperación para volver a ser futbolista. Esa es la historia conocida. El sueño de jugar la Copa del Mundo de Qatar 2022, admite el propio Eriksen, fue el motor de su restablecimiento.

El 10 de Dinamarca se desplomó en el campo de juego a los 42 minutos del partido ante Finlandia en el inicio de la Euro, luego de devolver un pase tras un saque de banda. “Recuerdo que la pelota me golpeó. Siento que estoy pasando el balón con la espinilla y un calambre en la pantorrilla. Y entonces, me voy”, contó tiempo después a medios daneses.

Su primer recuerdo después de esos dramáticos minutos en negro es escuchar al médico de la Selección decir: “Solo tiene 30 años”. Eriksen, que lucha por controlar su respiración y entender lo que está pasando, lo corrige: “No, tengo 29”. De inmediato, volvía a estar consciente y deseoso de arreglar todo lo que estuviera mal para poder jugar otra vez. Aún tenía fútbol para dar.

Recién 3 días después del incidente, Eriksen volvió a mostrarse en público. Desde el hospital donde se recuperaba, subió a sus redes una selfie junto a una escueta y divertida leyenda: “Estoy bien teniendo en cuenta las circunstancias”. Luego, se supo que le implantarían un dispositivo desfibrilador cardioversor para controlar su funcionamiento cardíaco. Y que deberían esperar su evolución para saber si podría volver a jugar. Christian encaró su recuperación con una meta clara: "Mi objetivo es jugar el Mundial de Qatar, esa ha sido mi mentalidad todo el tiempo. Otra cosa es que me elijan, pero mi sueño es volver. Así que hasta entonces sólo voy a jugar y demostrar que volvió a estar al mismo nivel".

El incentivo mundialista se mostró poderoso. Poco más de 9 meses más tarde, Eriksen volvió a ponerse la camiseta de Dinamarca para jugar un partido internacional. Ingresó en la 2da parte y marcó un gol apenas 2 minutos después. Países Bajos ganó el partido por 4-2 pero eso no le importó a nadie. La vida, y el fútbol, le daban una nueva oportunidad que Christian iba a aprovechar al máximo. Pese a su humildad, es imposible que Hjulmand no le haga un lugar en la lista de 26 para estar en Qatar. Eriksen cumplirá el sueño que fortaleció a su corazón, el deseo de jugar a la pelota que lo acompaña desde niño.

Como es frecuente en esta Selección danesa, Eriksen aprendió ese amor por el fútbol de su padre. Thomas era entrenador en el equipo del pueblo, el Middelfart G&BK, y allí Christian dio sus primeros pasos. Luego, pasó por las inferiores del OB y empezó a destacarse como un talento creativo poco frecuente en las frías canchas danesas. Es un clásico número 10, un organizador de juego que desde el centro del campo conduce los ataques. Un planificador del gol que florece cuando le dan libertad creativa para encontrar los espacios para dañar al rival. Su habilidad marida con sus aptitudes mentales y tácticas. Se adapta bien a todo sistema y posición, incluso supo brillar jugando por las bandas o como 2do delantero. Su gran visión, su excelente pegada con las dos piernas y su elegante dinámica lo destacaron desde joven. Con el tiempo, le agregó el aplomo del estratega veterano y desarrolló un olfato goleador infrecuente en los mediocampistas.

Durante esa juventud en OB, plena de talento y potencial, en Dinamarca lo comparaban con los hermanos Laudrup, sus ídolos de la infancia. Christian se inspiraba también en Wesley Sneijder, Rafael van der Vaart y Francesco Totti. Por entonces, varios gigantes de Europa se acercaron para ficharlo. Eriksen se probó con todos: Chelsea, Barcelona, Real Madrid, Manchester United y Milan. Pero, al final, decidió subir la montaña del fútbol de a poco. "Mi primer paso no debía ser demasiado grande. Sabía que jugar en Holanda sería muy bueno para mi desarrollo. Entonces llegó el Ajax y fue una opción fantástica", recuerda.

Esa muestra de paciencia y joven sabiduría dio sus frutos. Jugó su 1er partido profesional en Ajax, con 18 años. Estuvo en Ámsterdam 3 años y ganó 3 ligas y 1 Copa. Ese 2010, además, recibió su primera citación a la Selección. Se presentó en un amistoso ante Austria y se transformó en el debutante más joven desde Michael Laudrup. Poco después, Morten Olsen lo confirmó en el elenco estable y lo convocó para el Mundial de Sudáfrica. Fue el jugador más joven en participar de esa Copa del Mundo. Aunque a Dinamarca no le fue bien, quedó afuera en 1ra ronda en su peor actuación histórica, Eriksen tuvo minutos para lucir su habilidad.

A los 21 llegó a la Premier, la meca del fútbol para los daneses, y comenzó su larga estadía en Tottenham. Lo mejor de su fútbol se vio en el conjunto londinense. Hizo todo lo anticipaba y más. Tras llevar al equipo hasta la final de la Champions de 2019 al año siguiente pasó a Inter y fue campeón en Italia. Tras el incidente cardíaco, le prohibieron jugar en la Serie A con el dispositivo que lleva implantado en el corazón.

Eriksen no se resignó. Eligió su primer hogar para renacer, la academia juvenil del OB, y allí comenzó a entrenarse por su cuenta, 6 meses después de desplomarse. En enero de 2022, cuando muchos dudaban que podría volver a jugar, Brentford, un equipo que peleaba la permanencia en la Premier, le dio la chance de confirmar su recuperación. A finales de febrero, unas semanas antes de volver a jugar con la Selección, volvió a ser futbolista. El momento emotivo tuvo a la casualidad de su lado. Eriksen ingresó en lugar de Mathias Jensen, quién lo había reemplazado el día que murió por unos minutos. Brentford perdió ante Newcastle pero Christian había triunfado. Agradecido, se encargó de devolver pronto el favor. En abril, hizo un gol y su equipo ganó el clásico del oeste de Londres ante Chelsea por primera vez desde 1939. Así, encaminó sus aspiraciones de permanencia.

Cumplida su vuelta al fútbol, Eriksen tiene un pendiente más. Qatar 2022 fue un faro para recuperarse y también un profundo deseo de revancha con Dinamarca. Tras la frustrada clasificación para Brasil 2014, Eriksen tomó el mando del equipo y fue clave durante las Eliminatorias para Rusia 2018. Más maduro, en el mejor momento de su carrera, marcó 8 goles durante la fase de grupos y, luego, en la repesca ante Irlanda fue la figura indiscutida de la clasificación. Tras un empate sin goles en Copenhague, Dinamarca ganó 5-1 en Dublín con 3 de sus goles. Ya en el Mundial, asistió en la victoria 1-0 ante Perú y marcó en el empate 1-1 ante Australia. Tiró del equipo todo lo que pudo. En 8vos, cayeron ante Croacia en los penales. Eriksen falló el 1ro. Desde entonces espera tener una chance mundialista más. Y ahí está Qatar, al alcance de la mano, para darle el gusto.