El amor y la muerte le fueron marcando el camino. Kasper Hjulmand, entrenador de la Selección de Dinamarca en la Copa del Mundo de Qatar 2022, vive atento a su entorno. Elegante y sonriente. Es el hombre y sus circunstancias. Las lecciones aprendidas en medio siglo de vida.
En 2015, cuando dirigía en la Bundesliga, una muerte lo cambió. En el hogar para personas con capacidades diferentes donde residía Simon, su hermano autista, una persona murió tras ser sujetada por el personal del lugar. Su llegada a Alemania era la confirmación de su éxito como entrenador pero esa pérdida lejana y sin sentido le recordó que debía estar en otro lado haciendo otras cosas.
Volvió a Dinamarca, se acercó a su hermano y aprendió una lección que lo transformó como DT: “A los 18 años lo encerraron en lugar de intentar ayudarle a desarrollar sus cualidades. Gracias a él, miro a la gente de otra manera. A veces la gente se limita por lo que le han enseñado. Quiero intentar eliminar esos límites. Ese es el trabajo de un maestro, mostrarnos lo que podemos hacer”.
Aquella experiencia de muerte no fue la primera en cambiarlo. En 2009, cuando era asistente en el FC Nordsjælland, un rayo golpeó a un jugador, Jonathan Richter, durante una práctica. Sin dudas, esa vivencia le permitió transitar con más aplomo el colapso de Christian Eriksen en pleno partido de la Euro en 2021. “Con Christian supimos muy rápidamente que las cosas iban bien, con Jonathan tardamos dos meses en saber si sobreviviría. Así que también pensé en eso, reconocí esas emociones. Tenía algo de experiencia y la utilicé”, admite.
Con ese liderazgo motivador y, a la vez, sensible, Hjulmand logró potenciar a un equipo talentoso y hacerlo superar situaciones extremas. “Ha sido muy importante. Es bueno para hablar con el jugador y darle libertad. Lo que hemos pasado nos ha unido más. Es un buen entrenador y ahora también un amigo para nosotros”, afirmó el defensor Joakim Mæhle.
Hjulmand ofrece la libertad que le hubiera gustado tener cuando era jugador y lo hace con la sensibilidad de quien sufrió golpes duros. Su carrera comenzó en 1987 en el pequeño Randers Freja y apenas 8 años después, a los 26 años, tuvo que retirarse en el Boldklubben af 1893 por una severa lesión de rodilla. Tras someterse a 9 operaciones entendió que ya no podría jugar.
Lejos de limitarse, se lanzó como DT. Primero en las juveniles del Lyngby y casi una década después, en 2006, ya como técnico del equipo profesional. En 2008 se fue como ayudante técnico al FC Nordsjælland. En 2012, en su 1ra temporada como DT principal, le dio al club su primer título de Liga nacional. Al año siguiente, fue subcampeón. Esos éxitos lo llevaron a Mainz, como reemplazo de Thomas Tuchel. Tras un gran comienzo, en zona de copas europeas, llegaron los malos resultados y el susto familiar con su hermano.
Apenas 7 meses después, regresó a Dinamarca y a su FC Nordsjælland. Estuvo allí hasta que, sorpresivamente, le ofrecieron ser el nuevo seleccionador, en reemplazo de Åge Hareide, luego de la Euro 2020. La pandemia cambió los planes y para cuando se jugó el torneo, en 2021, ya había asumido el mando. El episodio cardíaco de Eriksen y la resurrección danesa para perder recién en semis con un polémico penal ante Inglaterra son historia, pero su historia.
Su Selección lleva ese estilo empático al campo de juego. Tiene ideas claras pero sabe adaptarse a la situación. En Dinamarca, a Hjulmand lo comparan con Pep Guardiola por su filosofía de juego, pero también por su elegancia para vestirse y declarar. Ese supuesto romanticismo contrasta con el pragmatismo de Hareide, su antecesor.
Su equipo mostró buenas intenciones, prolijidad en la salida y juego asociado. En especial en la clasificación para Qatar, ante rivales menores como Israel, Moldavia o Austria. Pero, también, supo dar rienda suelta al juego directo y físico de la tradición escandinava cuando fue necesario ante rivales más potentes. La mirada del DT es clara: "Los resultados son lo más importante. Quiero dar esperanza a la gente, que se sienta orgullosa de los chicos que juegan en la Selección y que se identifique con ellos. Espero que mucha gente nos apoye. Estos jugadores arden como locos por la Selección".
Tras la Euro, varios equipos ingleses se acercaron al DT para contratarlo pero los rechazó. Con el Mundial en el horizonte, la ilusión de Hjulmand no se pone límites: “Sigo teniendo curiosidad por saber qué se puede hacer con el fútbol danés. Jugamos bien, obtenemos buenos resultados, conectamos con la gente, pero aún no hemos ganado nada. Se puede llamar a eso un sueño, pero a mí me gustan los sueños”. Los resultados en este 2022 los invitan a soñar.