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Gloria olímpica y amateur: el origen del fútbol en Dinamarca

El equipo olímpico de Dinamarca en 1912 @DBU

Como en muchos lugares del mundo, el fútbol llegó a Dinamarca en barco desde el Reino Unido. Fueron marinos británicos los que introdujeron el deporte a finales del siglo XIX. La pasión por el balompié se esparció muy rápido por la tierra danesa. Primero, en las clases altas, fervientes anglófilas en esos tiempos. Y de ahí, al resto del pueblo danés.

En 1876, un grupo de daneses educados en Inglaterra fundó el Kjobenhavns Boldklub (KB), el primer club de fútbol fuera de las islas británicas. Apenas una década después, Dinamarca tuvo la 1ra Asociación de Fútbol del continente europeo, una de las 7 fundadoras de la FIFA. En 1889, comenzó a disputarse una Liga en Copenhague, su capital. Luego, le siguieron otras ligas regionales. Hubo que esperar hasta 1927 para que se conforme la Liga de Dinamarca.

El estadio nacional de Dinamarca es el Idraetsparken. Fundado en 1911 en Copenhagen, es el primer estadio en Europa continental construido con el único propósito de jugar al fútbol. El Parken, como se lo conoce hoy, todavía es el hogar de la Selección danesa. En esa cancha, 110 años después de su creación, Christian Eriksen sufrió el colapso cardíaco que marcó la última Euro.

En aquellos comienzos, los daneses jugaban al fútbol con el estilo inglés, basado en el regate, de donde lo aprendieron. En 1898, el Queen's Park pasó de gira por Dinamarca y contribuyó a que ese estilo cambie hacia el juego de pases que habían impuesto los escoceses. Las giras de equipos británicos continuaron mientras los daneses asimilaban el juego con voracidad. En 1905, Ilford Town fue el 1er equipo inglés en perder en suelo danés. Un combinado de Copenhague lo derrotó 8-1 y 6-1. Ese mismo equipo venció al Celtic escocés 2-1, unos años más tarde.

La rivalidad entre daneses e ingleses pasó rápido a la arena internacional. Los británicos, que durante mucho tiempo se sintieron maestros del deporte, encontraron en el fútbol danés su primer gran rival en el continente europeo. Esa disputa se dirimió en los Juegos Olímpicos, la única competencia internacional a comienzos del siglo XX.

Los daneses ya tenían cierta experiencia olímpica. Habían participado en unos duelos de exhibición en Atenas 1896. Allí vencieron 9-0 y 15-0 a un combinado local que no les hizo ni sombra. Luego, fueron invitados a los Juegos intercalados de 1906 donde pasaron por encima de un conjunto turco de Esmirna y aplastaron en la final al combinado de Atenas.

En 1908, en Londres, la competencia sería más seria. Ese torneo de fútbol fue el 1ro en entregar medallas. El primer partido oficial ante otra Selección nacional fue victoria por 9-0 ante el combinado B de Francia. Dinamarca sorprendió llegando a otra final donde, lógicamente, esperaban los locales.

El arquero de ese equipo danés era Harald Bohr, profesor y hermano del premio Nobel en Física, Niels Bohr. También integraban el plantel 2 figuras del KB, los hermanos Middelboe. Nils era un típico deportista de su época, récord nacional en triple salto y en 800 metros, parte del equipo danés de 4x100 y también destacado tenista. La figura del plantel era el chueco Sophus Nielsen. Con sus goles, le hizo 10 a Francia en semis, impulsó a la Selección en ese torneo olímpico y en el siguiente. Más tarde, en 1940, fue el 1er DT estable de Dinamarca.

En aquella final olímpica de Londres 1908 y, también, en la de Estocolmo 1912, Dinamarca perdió ante el Reino Unido. La primera vez, la derrota 2-0 no dejó lugar a dudas. Aquella medalla de plata era, de todos modos, un logro enorme. Pero en la revancha, 4 años más tarde, el equipo danés cayó 2-4 y se sintió como si hubieran perdido una oportunidad histórica. Aquí, imágenes de esa frustración.

Pese a las finales perdidas, Dinamarca se estableció como una potencia de la era amateur. Cuando la competencia internacional comenzó a organizarse para, poco a poco, hacerse profesional, los daneses se mantuvieron firmes en su amateurismo. Para 1930, cuando se realizó el 1er Mundial de la FIFA, en Uruguay, la asociación danesa ya llevaba cierto tiempo alejada de la Federación Internacional. Esta decisión retrasó muchos años el desarrollo del fútbol danés, que recién volvió a afiliarse a la FIFA en 1954. Como un gesto de la historia, quizás una amenaza contra la profesionalización de los dioses del fútbol, en 1960 Dinamarca volvió a ser medalla de plata olímpica.

El fútbol siguió siendo amateur en el país hasta comienzos de la década del 70. En ese tiempo, los talentos daneses emigraban muy jóvenes a otras ligas, sobre todo a Inglaterra y Alemania, para poder pulir sus habilidades y, a la vez, ganarse la vida pateando la pelota. Un caso notorio es el de Allan Simonsen, el único Balón de Oro danés, que brilló en el fútbol germano desde los 20 años.

Con el profesionalismo, el fútbol danés volvió a ser britanizado. Como un siglo antes, los ingleses llegaron a Dinamarca, ahora como profesionales del balón, para impulsar el desarrollo de la Liga local. En poco tiempo, Dinamarca floreció gracias al talento amateur que llevaba más de un siglo germinando. Los años 80, con su debut en la Euro y en la Copa del Mundo, son los de presentación a un mundo del fútbol que parecía haberse olvidado del talento danés. Peter Schmeichel, la Euro de 1992, Michael Laudrup y Francia 1998 recordaron pronto la gloria dormida del fútbol de Dinamarca. Hoy, levantan la bandera Simon Kjaer y Christian Eriksen, entre otros. Mañana, será el turno de Mikkel Damsgaard. La historia de Dinamarca en el fútbol nunca deja de escribirse.