Thiago Silva afrontará su último Mundial con la Selección de Brasil en noviembre de este año, cuando comience la competencia en Qatar. El central, con vasta carrera por Europa, quiere ponerle un broche de oro a su palmarés y bordarle una estrella más al emblema brasileño.
El nacido en Rio de Janeiro dio sus primeros pasos en el fútbol en Juventude en 2003. En el equipo de Brasil, el central disputó 27 partidos, los cuales alcanzaron para llamar la atención desde el Viejo Continente. Ya en 2004, Silva estaba en Portugal fichado por Porto, uno de los equipos más importantes de aquel país.
Sin embargo, su primera experiencia en Europa no fue la deseada. El joven no pudo alcanzar las oportunidades que deseaba y además sufrió algunas complicaciones de salud. Finalmente, Porto optó por prestar a Silva a Dynamo de Moscú para 2005. El paso hacia otro país no fue tan fructífero como se esperaba. De hecho, el central padeció problemas de salud mayores y fue diagnosticado con tuberculosis. Ivo Wortmann, quien compartió momentos con Silva en Juventude y que, cuando era entrenador de Dynamo le dio una chance en su equipo, contó sus sensaciones tras observarlo.
"Estaba devastado cuando lo vi. Apareció y apenas pude reconocerlo. Estaba deformado y había ganado como 10 kilos. Después descubriría que había sido por las medicinas que había estado tomando. Estaba realmente preocupado por él", comentaba Wortmann a Bleacher Report.
La situación de Silva era delicada e incluso tuvo que atravesar una operación de pulmón. El propio Wortmann había recibido un comentario pesimista por parte de los médicos, quienes le habían dicho que era muy complicado que volviera a entrenar, indicando que sería el fin de su carrera. Thiago estuvo seis meses internado y, a pesar de que los doctores optaban por operar, entre Wortmann y su agente Mendes decidieron que no y lo llevaron de vuelta a Portugal para iniciar su recuperación, la cual se completaría unos meses después.
Su vida y su carrera futbolística tomaban un rumbo positivo nuevamente y sería Fluminense quien le abriría las puertas para volver a los primeros planos. Silva disputó 80 partidos en el Flu y volvió hacia Europa, esta vez para jugar en Milan.
El paso por Italia duró cuatro años. Su llegada se concretó a fines de 2008 y se quedaría hasta fines de 2011, donde obtendría una Serie A y una Copa de Italia. Ya en 2012, PSG sería su casa por los próximos años, donde compartió equipo con grandes estrellas del fútbol.
Dominó a nivel nacional durante años pero nunca pudo concretar en el ámbito internacional, un apartado que aún el equipo de Francia no pudo consolidar a pesar de grandes contrataciones como Neymar, Messi y Mbappé. Hacia 2020, Thiago Silva abandonaría tierras parisinas para ir hacia Londres, más específicamente Chelsea.
Ya en Stamford Bridge, el experimentado defensor se hizo la voz del equipo, a pesar de alternar titularidades con Lampard. Con Tuchel ganó más protagonismo e incluso se llevó la UEFA Champions League luego de derrotar al Man. City de Guardiola en la final. Actualmente sigue desempeñándose con los Blues y se prepara para una nueva temporada.
A nivel Selección, Silva logró dos campeonatos, la Copa América 2019 y la Copa Confederaciones 2013, y ha sido parte de tres planteles de Brasil que disputaron el Mundial. Estuvo presente en 2010, 2014 y 2018. 2022 será su broche de oro para una extensa carrera en la que supo sobreponerse a grandes dificultades para ser líder, ganador y emblema de los equipos donde estuvo.