"Nos pegaron un baile…". A diferencia de lo que podría creerse, la confesión cargada de sinceridad no está vinculada a un resultado adverso. Todo lo contrario.
El autor de la frase es Lionel Scaloni y el partido en cuestión es el que Argentina venció por 2-1 a México el 24 de junio de 2006. Aquel duelo por los octavos de final de Alemania 2006 significó la única participación del por entonces lateral derecho en una Copa del Mundo. Paradojas del destino, el Tri volverá a cruzarse en el camino del hoy entrenador de la Albiceleste en el grupo C de Qatar 2022.
En diálogo con el canal de YouTube de la Copa América, el nacido en Pujato rememoró lo vivido aquella tarde en el Red Bull Arena de Leipzig: “Estaba esperando que termine el himno porque me pesaban las piernas. Quería que empiece el partido ya. Fue un momento emotivo, tanto que estaba en una situación muy fea. A punto de pensar que no podía estar de pie. Ver a la familia y a la gente cantando es único”.
Con el número 13 en la espalda, jugó los 120 minutos, tuvo 95 toques, completó 46 pases, cometió 4 faltas, sufrió la misma cantidad, recuperó 5 pelotas y ganó el 62,5 por ciento de los duelos. Se mostró muy atento en los anticipos, revoleó una pelota peligrosa en el área de Roberto Abbondanzieri, cerró su lateral ante las subidas de Carlos Salcido, le dijo de todo a Ramón Morales después de cometerle una falta en mitad de cancha, le faltó precisión en los centros al área rival, le tiró el cuerpo a Zinha para interrumpir una contra del Tri de Ricardo La Volpe y fue víctima de un caño de novela que le tiró Gonzalo Pineda.
POCOS PARTIDOS Y LA CHANCE DE IR AL MUNDIAL
No fue sencilla la llegada al Mundial para el “Caballo”, como lo bautizaron Sebastián Abreu y sus compañeros de La Coruña a los 20 años por su forma de correr. Recibió su primer llamado a la Selección Mayor en noviembre de 2002, pero Marcelo Bielsa no le dio minutos en el 2-0 frente a Japón. Volvió a ser considerado por el Loco después de tres partidos, pero tampoco le tocó entrar en el 0-1 ante Países Bajos. El bautismo llegó recién el 30 de abril de 2003, cuando entró a los 72 minutos por Javier Saviola en el 3-1 amistoso contra Libia.
Desde entonces, las ausencias se convirtieron en moneda corriente. Pasaron 20 encuentros hasta el 18 de agosto de 2004, cuando Claudio Vivas –ayudante de Bielsa- lo puso de titular en el 2-1 sobre Japón por la Copa Kirín, en Shizuoka.
Tras la renuncia de Bielsa, asumió José Néstor Pekerman. Para Scaloni, su técnico en la consagración en el Mundial Sub 20 de Malasia 1997 siempre fue un maestro. “Para mí es Dios”, llegó a decir en una conferencia. Sin embargo, jugó mucho menos de lo esperado.
En febrero de 2005 arrancó como volante derecho en el 2-2 frente a Alemania, en el amistoso disputado en Dusseldorf y un esguince de tobillo lo sacó de la cancha a los 72 minutos. Un mes después jugó los 90 minutos en la histórica victoria por 2-1 sobre Bolivia en La Paz y de los 13 partidos restantes del año, solo volvió a ser citado en el amistoso ante Hungría en Budapest. Ese 17 de agosto jugó como lateral derecho en el encuentro en el que debutó y fue rápidamente expulsado Lionel Messi.
Se acercaba el Mundial 2006 y a Scaloni se le planteaba un gran dilema. "Si no tengo minutos, es difícil que vaya convocado, esas son las reglas del juego. Cuando jugué en la Intertoto fui convocado y jugué con Hungría, cuando dejé de jugar no fui más convocado", reconocía el capitán de La Coruña.
El 19 de enero de 2006, Pekerman estuvo en Riazor para presenciar el duelo entre el Depor y Valencia por la Copa del Rey. Fueron titulares Fabricio Coloccini y Aldo Duscher –expulsado en el 1° tiempo-, en tanto que Pablo Aimar ingresó en el complemento. El único marginado fue Scaloni.
“No jugaba con Joaquín Caparrós. Se venía el Mundial y José (Pekerman) me dijo que me necesitaba de lateral. Nunca había pensado egoístamente, pero sabía que si seguía así no iba a ir. A fines de enero de 2006 me fui a West Ham porque necesitaba jugar. Justo se fue Tomas Repka, un lateral checo. Fue la primera vez que tuve problemas con un entrenador y pensé en mí”, describió el Gringo en diálogo con AFA Play sobre su salida del Deportivo, con el que ganó LaLiga 2000, la Copa del Rey 2002 y dos Supercopas de España.
En su estadía de seis meses en Inglaterra, Scaloni logró la continuidad deseada: disputó 1473 minutos en 17 partidos (solo uno ingresó desde el banco), en los que vio tres amarillas. El equipo terminó en el 9° lugar de la Premier League y clasificó a la Copa UEFA. Además, acarició la gloria en la FA Cup: West Ham ganaba 2-0 antes de la media hora de la final, Liverpool lo empató, su equipo volvió al frente y Steven Gerrard puso el 3-3 a los 90’. Tras el suplementario, el conjunto de Anfield se impuso por 3-1 en la definición por penales.
"En los últimos meses tenía esperanzas de ir al Mundial. Es una ansiedad bastante fea porque todavía estás compitiendo con tu club. Tenés la cabeza en la lista y sabés que una lesión te margina. Jugué la final de la FA Cup pasado de fecha. Estaba con el corazón en la boca, quería que no me pase nada", admitió el exfutbolista de Newell’s, Estudiantes, Atalanta y Lazio, entre otros.
Fue citado para el amistoso de marzo ante Croacia, que terminó con derrota agónica por 3-2 en Basilea, pero el lateral derecho fue Leonardo Ponzio. Scaloni sabía que Alemania 2006 representaba quizás su única oportunidad de decir presente en un Mundial por su edad (28 años) y la chance finalmente se concretó. Su polifuncionalidad convenció a Pekerman y los defensores que quedaron excluidos de la lista de 23 fueron pesos pesados como Javier Zanetti, Walter Samuel y Martín Demichelis.
En el 0-0 entre Argentina y Holanda que cerró el grupo C, Nicolás Burdisso padeció un esguince en el ligamento lateral interno de la rodilla derecha a los 23 minutos del primer tiempo cuando André Ooijer se le cayó encima tras un córner. En su lugar entró Fabricio Coloccini. Sin embargo, el elegido para el choque de 8vos. fue Scaloni.
A los 6 minutos de juego, llegó un tiro libre de Pavel Pardo desde la derecha, Mario Méndez peinó la pelota y apareció un solitario Rafa Márquez por el 2° palo para abrir el marcador. La respuesta de Argentina no tardó en llegar: cuatro minutos después, Juan Román Riquelme ejecutó un córner desde la derecha y Hernán Crespo anticipó a Jared Borgetti en el 1° palo para el 1-1. Sin cambios en el marcador, el partido se fue al suplementario.
El instante cumbre se dio a los 98’: cambio de frente perfecto de Juan Pablo Sorín de izquierda a derecha, control soñado de Maxi Rodríguez con el pecho y zurdazo memorable de volea para hacer inútil la estirada de Oswaldo Sánchez.
"Fue un momento inolvidable que seguramente lo guardaré en lo más profundo de mi corazón y qué mejor que debutar ganando", declaró Scaloni post partido. "Pocas veces había enfrentado a un rival con tantas variantes tácticas y en el que se muevan tanto sus jugadores", agregó.
Ya con el buzo de entrenador, le consultaron por aquel duelo ante México y repitió los elogios 12 años después: “He visto muchos partidos en los que México es superior y por una cosa u otra no termina consolidándose. Compite con los mejores, pero le falta el último paso. Es un fútbol muy alegre, muy divertido”.
El entrenador de la selección argentina analizó los rivales que tendrá su equipo en el Mundial de Qatar.
Por esos días de noviembre de 2018, el todavía DT interino cosechó dos victorias ante los dirigidos transitoriamente por Ricardo Ferretti: 2-0 en Córdoba (Ramiro Funes Mori e Isaac Brizuela -en contra-) y 2-0 en Mendoza (Mauro Icardi y Paulo Dybala). El tercer antecedente ocurrió el 10 de septiembre de 2019 y también finalizó con triunfo albiceleste: 4-0 en San Antonio (Lautaro Martínez x3 y Leandro Paredes –penal-).
El sorteo del 1° de abril determinó que La Scaloneta y El Tri de Gerardo Martino, uno de sus ídolos en los inicios en Newell’s Old Boys, volverán a enfrentarse en la fase de grupos del Mundial de Qatar.
Es imposible anticipar lo que sucederá el sábado 26 de noviembre en el estadio Lusail. Lo que está claro es que, por su manera de vivir y sentir el fútbol, Lionel Scaloni vivirá el momento del himno de la misma forma que aquel 24 de junio de 2006, cuando el destino le cruzó por primera vez a México en su camino.