DOHA (Enviado especial) -- Suele decirse que el fútbol siempre da revancha. Lo extraño es que pueda darse en un abrir y cerrar de ojos. En los últimos días, Ángel Correa pasó de sentir una tristeza enorme a cumplir el sueño que tenía desde chico.
El 11 de noviembre, Lionel Scaloni anunció la lista de elegidos de la Selección Argentina para disputar el Mundial de Qatar 2022 y, más allá de la baja obligada de Giovani Lo Celso por lesión, la ausencia que más llamó la atención fue la de Angelito. En una disputa palmo a palmo hasta último momento, el cuerpo técnico se inclinó por el otro Correa: Joaquín.
La decisión significó un golpe muy duro para el delantero de Atlético de Madrid. Seguramente no hizo otra cosa más que rememorar una situación similar de 2018, cuando formó parte de la prelista de Jorge Sampaoli y se quedó afuera de la Copa del Mundo de Rusia.
La sugestiva frase de Lionel Scaloni que encendió las alarmas en la zona mixta de Mohammed bin Zayed al término del 5-0 ante Emiratos Árabes Unidos terminó de entenderse este jueves 17 de noviembre. Y apenas seis días después del anuncio de los 26, se le abrió una puerta al surgido en San Lorenzo.
El parte médico de la Selección confirmó que Nicolás González “sufrió una lesión muscular y quedará desafectado de la nómina”. Al estar 100 por ciento en lo físico, Angelito llevará la camiseta número 15 en Qatar.
UNA INFANCIA DIFÍCIL, LA 10 ALBICELESTE Y EL GRITO DE CAMPEÓN
El atacante de 27 años disputó 14 de los 50 partidos del ciclo Scaloni y anotó dos goles: el de la victoria por 1-0 sobre Marruecos, con un derechazo cruzado, en el amistoso de Tánger (26/3/2019) y el tercero en el 3-1 a Venezuela, de rebote, por las Eliminatorias Sudamericanas (2/9/2021).
Si bien su puesto natural es el de delantero, el campeón de la Copa América 2021 y de la Finalissima dejó en claro que con tal de ponerse la celeste y blanca, juega de cualquier cosa. De hecho, supo ser volante por derecha, segundo punta, también jugó por izquierda. En cierto punto, suple la polifuncionalidad del lesionado Nico González (21 partidos, 3 goles y 1 asistencia con Scaloni).
Correa no tuvo una infancia fácil en su Rosario natal, perdió a su padre a los 10 años y a su hermano mayor a los 12. En una entrevista con el Transistor de Onda Cero, recordó: “De pequeño me sacaron del barrio de las Flores porque era muy jodido (duro). Allí perdí a muchos amigos por alguna bala, por estar en un lugar donde no debían estar. Nunca tuve un juguete, a lo mejor alguna pelota, que la verdad que con ella éramos felices”.
“Siempre me llamaba la atención que mi madre decía que no tenía hambre. Cuando iba creciendo me daba cuenta de que no comía para que comiésemos nosotros, éramos 10 hermanos, es una guerrera”, agregó.
Justo cuando se le dio la posibilidad de dar el salto y llegar al Atlético de Madrid en 2014, se le detectó una "anomalía cardiaca", que lo obligó a someterse a una microcirugía para su corrección. La transferencia del jugador de 19 años se llevó a cabo igual, a cambio de 7,5 millones de euros.
“En su momento no entendía nada y pensé que debía ser otra cosa. Si no me operaba me podía morir, pero tenía que decidirlo yo. Pero escuchaba eso y pensaba ‘no, quiero jugar las semifinales de Libertadores’, pero mi representante y el médico me convencieron de operarme”, admitió el ganador del Torneo Inicial y de la CONMEBOL Libertadores con el Ciclón.
Una situación similar ocurrió en la previa de la disputa de la Finalissima ante Italia en Wembley: “Llevaba varios días viendo el alambre que estaba a punto de salirme del pecho y no le dije nada al doctor porque quería estar sí o sí”. Finalmente, pasó por el quirófano unos días después y escribió una emotiva carta.
El 4 de septiembre de 2015 tuvo su debut con la Albiceleste y en apenas tres minutos le marcó su primer gol a Bolivia. El rosarino, quien supo usar alguna vez la emblemática 10 de la Selección ante la ausencia de Lionel Messi, también se colgó la medalla de la Copa América 2021. Entró contra Paraguay y fue titular contra Bolivia. Y hace poco tiempo se reveló que le avisó a Rodrigo De Paul que su compañero Renan Lodi es “distraído para la marca a la espalda”. Así nació la jugada que terminó en el golazo de Ángel Di María en el Maracaná para romper la sequía de 28 años sin títulos.
Gracias de corazón... ❤️🤍 pic.twitter.com/AVQyyaC7Di
— Angel Correa (@AngelCorrea32) June 4, 2022
Si bien la alegría no es completa porque llega al lugar que siempre quiso por la desgracia de un compañero, Correa puede esbozar una sonrisa de felicidad. Después de haberse jugado “partidos” tan importantes en su vida, Angelito tiene más que merecida la chance de subirse al último tren a Qatar.