DOHA (Enviado especial) - Más allá de la reacción necesaria en el inicio del segundo tiempo, el partido aún estaba muy complicado para Ecuador cuando Moisés Caicedo aprovechó un rebote tras un tiro de esquina y empató el marcador. Fue casi un gol fuera de contexto en un encuentro el que Senegal había hecho todo el gasto de energía para ponerse arriba en la primera etapa. Por eso, cuando el fútbol y el destino dan un guiño de esta magnitud, aprovecharlo es una tarea indispensable de los equipos con aspiraciones serias. Pero la Tri no lo hizo y quedó eliminada de la Copa Mundo de Qatar 2022.
Apenas se reanudó el juego, el seleccionado nacional retornó a su actitud inicial. Se replegó y cedió campo y pelota. Como si el empate parcial hubiera hecho retroceder el tiempo. Aunque no tuvo que mantener esa postura por un largo rato, porque enseguida volvió a quedar por debajo. Un (otro) desbarajuste defensivo generó una infracción en las inmediaciones del área. Tiro libre en forma de centro. El balón cayó como un puñal y tras un toque, Kalidou Koulibaly puso el 2-1 con una gran definición.
Dos minutos alcanzan y sobran para perder la oportunidad de hacer historia en un Mundial. Dos minutos pueden bombardean el trabajo de años. Desde luego que no lo destruyen, pero sí lo deterioran. En un torneo de esta jerarquía, cualquier indecisión puede ser letal. Cualquier error no forzado es capaz de liquidar la ilusión. Y no hace falta más que un paso en falso para que el rival golpee.
Dos minutos tardó Senegal en empatarle a Ecuador. En un campeonato donde el aspecto mental ha sido tan importante, una mejor gestión de esa ventaja quizás habría sido el primer paso hacia la clasificación para el cuadro dirigido por Alfaro. Pero fue el combinado africano el que a pesar del impacto enseguida se recuperó y en su primera ocasión concreta volvió a pasar al frente.
¿Pecado de juventud? Es probable. Ecuador fue el segundo once de menor promedio de edad de todo el certamen detrás de Estados Unidos. Aunque cada uno de los titulares en los tres partidos dieron la talla y demostraron su jerarquía internacional, hay ciertas circunstancias en las que la experiencia ayuda a saber cómo proceder. Jeremy Sarmiento, quizás aún acelerado por el empate, coronó un retroceso apresurado de todo el equipo con una falta que terminó en tiro libre y gol de Senegal.
La Tri tomó el riesgo de no tomar riesgos en la etapa inicial. Con Alan Franco en el centro del campo y sin Jhegson Méndez, el equipo perdió orden y equilibrio, pero también movilidad y dinámica para presionar. Moisés Caicedo estuvo mucho más contenido y se ocupó más de sus espaldas que de sacar a sus compañeros hacia adelante. En el complemento, con los ingresos de Sarmiento y José Cifuentes, volvió a mostrar los dientes y se topó con un empate inesperado que no supo cuidar.
"Se gana y se pierde en los detalles", dijo una y otra vez Alfaro en los últimos tiempos. Él sabía muy bien que en estos duelos de semejante categoría cada acción puede marcar el destino. Ecuador tuvo la oportunidad de sacar el resultado necesario para citarse con Inglaterra en octavos de final de un Mundial, pero una mezcla de juventud, nerviosismo y falta de lectura se lo impidió.
De todos modos, el futuro es muy promisorio para este grupo de futbolistas, que demostraron en Qatar que pueden darle pelea a cualquiera. Saber cómo leer los partidos es algo que se aprende con los errores. Por más dolorosos que sean.