Portugal se metió a los cuartos de final con un contundente 6-1 y con Cristiano Ronaldo como suplente.
Era el minuto 65 y la grada del Lusail Stadium comenzó a corear “¡Ronaldo! ¡Ronaldo!¡Ronaldo!”, el cántico era una petición para Fernando Santos, técnico de Portugal, que no alineó al ex jugador del Manchester United. La exigencia se cumplió hasta el minuto 73, con el partido resuelto y encaminado a una victoria final de 6-1 sobre Suiza.
Cristiano Ronaldo apareció en la banca y más de uno levantó la ceja, la bajó al minuto 35, porque Portugal ya iba ganando por 2-0, terminó con un triunfo de 6-1, sobre una débil selección de Suiza. CR7 entró cuando su representativo ya tenía el partido en la bolsa, con cinco goles a su cuenta.
Los fotógrafos iniciaron cuidando más los gestos de Cristiano Ronaldo, como suplente, que las acciones de sus compañeros en la cancha. Eso cambió, porque Portugal se lució en los octavos de final y enseñó que no todo depende de CR7.
El sustituto de Cristiano Ronaldo, contra Suiza, fue Gonçalo Ramos, un joven delantero del Benfica que apenas llevaba 10 minutos en la Copa del Mundo y salió del Lusail Stadium con tres tantos. ¡Impresionante!.
En el primer gol, Portugal y Cristiano Ronaldo vieron la oportunidad de apagar cualquier polémica, y todos salieron a abrazar a Gonçalo Ramos en el festejo. CR7 le dio unas palmaditas al joven delantero.
La rutina se repitió en el gol de Pepe y en el segundo tiempo ya no más, porque Portugal era inmensamente superior y los goles sólo sumaron para el inventario de los de Fernando Santos, dos más cortesía de Ramos y uno de Guerreiro. Suiza, tímidamente, apenas descontó gracias a Akanji.
Era día de fiesta para Portugal en Qatar, entonces Fernando Santos decidió disculpar a su estrella y dejó que entrara al minuto 73 para recibir el aplauso y emocionar a la grada. Había más, porque Leão todavía tuvo tiempo de hacer el 6-1.
Cristiano Ronaldo es la estrella de Portugal, pero no todo depende de CR7.