El director técnico argentino Ricardo Gareca, sin club desde que se alejó de la Selección Peruana a mediados del año pasado, manifestó en ESPN Equipo F que "nunca tuvo un llamado concreto" de la dirigencia de Boca Juniors para convertirse en su entrenador, a pesar de los rumores que más de una vez lo vincularon con el Xeneize.
El Tigre, pronto a cumplir 66 años, no dudó al afirmar que dirigiría en el fútbol argentino, aunque actualmente el único ofrecimiento que tiene es el de la Selección de Ecuador, con la que las charlas están "avanzadas pero no hechas", ya que "está con toda la energía", tanto para entrenar a un club como a un seleccionado. "Yo extraño todo de Argentina, pero la profesión me arrastró afuera, y fueron siete años y medio en Perú en los que me trataron muy bien, lo que apaciguó estar lejos de mi país", completó.
Cuando se le consultó por los rumores que más de una vez lo relacionaron con Boca en los últimos años, sentenció: "El periodismo hablaba mucho de ese tema, eso me descolocó en un momento, porque parecía que había información muy cierta de todo, pero nunca recibí un llamado concreto de la dirigencia para dirigir (tampoco de River, sumó). La única vez fue con Angelici, pero yo ya tenía contrato con la Selección Peruana, entonces no tenía manera de salir".
Sobre su relación con los hinchas del club, tensa desde su partida como jugador a River Plate sin escalas en 1985, expresó que la gente "no lo olvidaba", pero destacó que, más allá de poder opinar, eran los dirigentes los que decidían. Y añadió: "En definitiva, son los directivos los que tienen que estar convencidos de contratarme, lo que no ocurrió. Con los hinchas nunca me metí, soy muy respetuoso de su opinión, pero los dirigentes no se inclinaron por mí".
“Yo me formé en Boca, no hay que perder de vista eso. Mi viejo me llevaba a Barracas y me probaba en todas las posiciones; así estuve dos años, hasta que pasé a novena división. Yo sé lo que es Boca, a mí nadie me lo va a contar. Hay de todo (entre los hinchas), pero nunca me trataron con falta de respeto, nunca tuve una agresión física en la calle", declaró quien "de pibe era hincha de Vélez y fue a probarse a Boca por su viejo".
Además, en una mesa compartida con Óscar Ruggeri, quien también pasó de Boca a River en la década del ochenta, el Tigre ahondó sobre esa transferencia: “Siempre fuimos conscientes de las que cosas que podían llegar a pasar. A él (Ruggeri) le quemaron la casa, a mí me ponían carteles. El primer clásico lo jugué yo, él no, entonces me ponían de todo, nos decían que éramos traidores en todas las canchas. La pasamos mal. Teníamos ofertas por separado, hasta del exterior, pero no se destrababa el conflicto. Bilardo necesitaba que parara el problema, también estaban Grondona y Futbolistas Agremiados”.
En la charla con ESPN Equipo F, se mencionó el tema Carlos Zambrano, defensor peruano que recientemente emigró de Boca Juniors a Alianza Lima, y Gareca reconoció que Juan Román Riquelme, vicepresidente de Boca, le consultó al respecto: "Riquelme me llamó y me preguntó por Zambrano. Era la primera vez que hablaba con él, Me cayó muy bien, un hombre totalmente diferente a lo que se puede uno pensar. Diferente a una nota periodística... Me pareció muy educado, me causó una impresión".
Acerca del máximo ídolo del club de la Ribera, contó que lo notó "deseoso de aprender y de preguntar, intrigado y respetuoso". Y opinó sobre su rol en la dirigencia del Xeneize: "A veces uno se queda con lo malo de lo que pasó y a mí me gusta analizar lo bueno. Y de lo que yo veo, les dio oportunidades a Battaglia e Ibarra, que no siempre suelen ocurrir esas cosas. Me gusta observar esas cosas. Valoro todo. Si hay una crítica... Creo que él tiene mucha personalidad y les dio la chance, dirigir Boca te abre posibilidades porque es difícil dirigir ese nivel de equipo".
A pesar de dejar en claro que en este momento no aspira a Boca, ya que "hay un técnico, Ibarra, al que respeta", valoró que Riquelme sostuvo al Negro y a su predecesor en "momentos complicados". Y agregó: "Quizás lo de Battaglia fue otro problema. La eliminación con Corinthians fue una injusticia increíble, quizás a Battaglia le faltó la experiencia que tenía de jugador, de hablar cosas que se hablan en privado. A lo mejor se interpretó mal, no gustó, no cayó bien y se tomaron decisiones".
Finalmente, retomó la conversación sobre Zambrano, a quien consideró "con todas las condiciones", aunque jugar en Boca "requiere incluso de más inteligencia que de condiciones". Y finalizó: "El jugador de Boca debe tomar decisiones inteligentes, evitar que se lo expulse, si de pronto entra en un conflicto saber en qué momento parar, tener una personalidad importante. Zambrano la tiene, lo he hablado con él y le he remarcado esto. Era muy temperamental, solo una vez no lo vi frenar en toda su carrera, cuando tuvo problema con Chilavert".
El Flaco se adentró en la época del potrero y en los inicios de su carrera futbolística ligados al Xeneize.
El Tigre recordó el momento que vivió junto a Oscar Ruggeri, donde el traspaso fue noticia principal en el fútbol argentino.
El Flaco profundizó en Equipo F sobre la posibilidad de dirigir al Millonario antes de la llegada de Gallardo.