Uruguay cayó este jueves por 3-2 ante Inglaterra en la segunda jornada del Grupo E de la Copa del Mundo Sub-20 de Argentina, en un partido que tuvo un clima espeso en el Estadio Único Diego Armando Maradona de La Plata, donde no faltaron los insultos, silbidos y provocaciones del público hacia los futbolistas y viceversa.
El día feriado en la República Argentina fue el escenario ideal para que muchos uruguayos y argentinos se acercaran y convirtieran al encuentro en el más concurrido hasta aquí en esta sede, mostrando varias camisetas y banderas de equipos de ambos lados del charco.
Los silbidos en la previa al himno británico, el clásico argentino "el que no salta es un inglés" y la silbatina generalizada por el tiempo que hizo el equipo europeo pareció afectar a los futbolistas, que no dudaron en festejar los goles de cara al público presente.
En el primero, tras una ejecución perfecta de Alfie Devine que conectó su compañero Humphreys para el primer gol del partido, el "7" le hizo gestos al público cercano al córner como una "provocación" por los insultos que recibió antes de la ejecución.
Pero no todo terminaría allí: el segundo inglés fue del propio Devine, y esta vez fueron los suplentes del equipo inglés los que salieron del banco y provocaron a los uruguayos ubicados en la platea detrás de donde estaban ubicados, incidente que terminó con un botellazo en el techo del banco de relevos británico.
Por si fuera poco, la conquista de Gyabi en el tercer gol fue la gota que rebalsó el vaso. El 14 se acercó lo más que pudo a la platea para festejar el gol haciendo gestos y esta vez generó una lluvia no solo de un botellazo sino varios, que pasaron cerca de los futbolistas.
La situación generó que Randall Rodríguez, entre otros, se acercaran a hacerle señas al público de que no entraran en el juego mientras sacaban las botellas del campo de juego.
El resto es historia: Uruguay descontó pero no le alcanzó en La Plata, y definirá su suerte ante Túnez el próximo domingo.