Lamine Yamal, con 15 años, vistió una camiseta de Marruecos luego de la dura eliminación de España ante los Leones del Atlas en los octavos de final del Mundial de Qatar 2022. Hoy, el nacido en Esplugas de Llobregat, Barcelona, es la gran figura de la vigente campeona de la Eurocopa 2024.
Sin embargo, la joya del Barcelona representa una excepción dentro de una tendencia creciente: Marruecos se ha convertido en la selección que mejor aprovecha su enorme talento nacido en Europa. Desde sus categorías inferiores hasta la absoluta, el país africano cuenta con una amplia representación de futbolistas formados fuera de su territorio.
En la Copa del Mundo en Qatar, 14 de los 26 jugadores convocados nacieron fuera de Marruecos y en la selección Sub-20 que disputará la final ante Argentina, la historia vuelve a repetirse: cinco de los once titulares en la semifinales ante los Galos nacieron en Europa, y al menos nueve del plantel lo hicieron entre Francia, Italia, Bélgica y Países Bajos. Incluso su entrenador belga, Mohamed Ouahbi, simboliza esa conexión con el viejo continente.
Según estimaciones, 3,1 millones de personas nacidas en Marruecos viven en el extranjero, el 80% de ellas en Europa. Por eso, un eventual triunfo ante Argentina en el Mundial Sub 20 no sería solo una celebración en territorio nacional, sino también un motivo de orgullo en las principales capitales europeas.
El caso más emblemático de esa doble identidad es Achraf Hakimi, nacido en Madrid, quien llegó a vestir la camiseta de España en juveniles antes de optar por Marruecos. “No me sentía en casa”, confesó años después. Algo similar ocurrió con Brahim Díaz, nacido en Málaga, que también fue tentado por ambas selecciones, pero eligió representar sus raíces marroquíes.
En las principales potencias europeas ocurre el fenómeno inverso. Francia es el ejemplo más claro: Kylian Mbappé (padre camerunés y madre argelina), Ousmane Dembélé (padre maliense y madre senegalesa), Jules Koundé (padre de Benín) o Aurélien Tchouaméni (padres cameruneses) encarnan la herencia africana que nutre a la campeona del mundo de 2018.
El líder de 'La Fábrica' de Real Madrid ahora detrás del proyecto marroquí
Lejos de conformarse, Marruecos busca dar un salto estructural. La federación incorporó recientemente a Abián Perdomo, técnico canario con más de trece años de experiencia en el Real Madrid, para liderar el desarrollo de sus categorías inferiores.
Perdomo, que incluso dirigió al primer equipo blanco en Balaídos ante el Celta de Vigo en abril de 2022, será el encargado de atraer a más jóvenes con raíces marroquíes nacidos en Europa. Su misión: convencer a futuros talentos, como alguna vez se intentó con Lamine Yamal, pero logrando una respuesta positiva como la conseguida con Hakimi y Brahim Díaz.