LISBOA - El principal bloque de jugadores que tuvo la pasada temporada el Porto, eliminado en cuartos de la Liga de Campeones por el Liverpool y subcampeón de Portugal, ha decidido dejar el club y, en la mayoría de los casos, han recalado en equipos punteros de la Liga española.
El más prematuro fue el caso del defensa internacional brasileño, Éder Militão, que puede jugar de central o de lateral derecho y que fue el primer fichaje de la segunda etapa de Zinedine Zidane al frente del Real Madrid.
Su contratación fue anunciada en plena competición, durante el mes de marzo, y la venta del jugador formado en el São Paulo se materializó en torno a los 50 millones de euros.
Días antes, en febrero, Militão fue castigado por el técnico y ni siquiera fue convocado para el partido de Liga frente al Tondela, disputado el 22 de febrero, ya que el día antes fue visto de madrugada en una discoteca.
Tras la venta del joven brasileño de 21 años, el capítulo de la renovación del mexicano Héctor Herrera, principal baluarte del Porto en el centro del campo, se tornaba cada vez más compleja, ya que era un secreto a voces su marcha al Atlético de Madrid, por petición expresa de Diego Simeone.
Tras el final de Liga, Herrera, de 29 años y 70 veces internacional con la absoluta de su país, se marchaba libre al club colchonero, con el que estará ligado hasta 2022.
El mes de mayo fue especialmente complejo para el Porto, marcado, sobre todo, por el infarto que sufrió Iker Casillas durante un entrenamiento el 1 de mayo, pocos días después de que protagonizara, junto al presidente del club, una de las ruedas de prensa más mediáticas en la que se anunciaba la renovación del cancerbero español por un año más.
A la baja de Casillas se unió el anuncio de venta de uno de los centrales señeros del Porto, el brasileño Felipe, adquirido por el Atlético de Madrid por 20 millones de euros y que, al igual que Herrera, firmó un contrato por tres años.
También se bajó del barco el delantero portugués de 27 años Hernani, que no había tenido demasiados minutos la pasada campaña a las órdenes de Sérgio Conceiçao y fichó por el Levante de la 1ª División española.
Cuando la medular del Porto parecía más que conformada con el experimentado internacional luso Danilo y el repescado Sérgio Oliveira, se anunciaba la venta al Sevilla del cacereño Óliver Torres.
El jugador de 24 años formado en la cantera colchonera no contaba con todos los minutos que quería, a pesar de que en 2017 lo compró el Porto por 20 millones de euros en una clara apuesta de futuro.
Pero Óliver Torres quería más y veía que en el Porto no era lo suficientemente importante porque no ostentaba la vitola de titular indiscutible, por lo que se ha marchado al Sevilla de Julen Lopetegui, el entrenador que se lo llevó al Porto y que también le dio la confianza en la selección sub-21 española.
Otra de las bajas talentosas del Porto es la del argelino Yacine Brahimi, ex del Granada, uno de los jugadores más técnicos de la plantilla que también ha abandonado el club, aunque, de momento, no se ha desvelada en qué equipo jugará.
Los brasileños Otávio y Alex Telles y el mexicano Jesús Corona continuarán en el Porto, junto a otros refuerzos que refrescan el equipo, tales como los internacionales Luis Díaz (Colombia), Enzo Saravia (Argentina) o Shoya Nakajima (Japón).
La plantilla también se ha reforzado con el regreso del español Iván Marcano, que formará la dupla central con el exmadridista Pepe.