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Silbidos, reproches, y salarios altos: el karma de Eduardo Vargas y Rómulo Otero en Nacional

El chileno y el venezolano pasaron de la “calidad de vida” que venían a buscar para estirar su carrera, a convivir con la tribuna en contra. 1950foto

Los silbidos y la indiferencia acompañaron la salida de la cancha del chileno Eduardo Vargas y el venezolano Rómulo Otero. En el hall del Parque los reproches se hicieron escuchar.

El rendimiento de Eduardo Vargas y Rómulo Otero en Nacional genera resistencia de parte de los hinchas. A los silbidos y los reproches que recibieron cuando el técnico Pablo Peirano decidió sustituirlos del partido contra Atlético Nacional, se sumaron los gritos contra el vicepresidente, Flavio Perchman, en el hall del Gran Parque Central.

El directivo tricolor hablaba con los medios de prensa en momentos en que la gente se retiraba del Parque. Cuando lo vieron, algunos hinchas dispararon gritos contra el vicepresidente de Nacional.

Uno de ellos hizo referencia al polémico tema del salario del venezolano y el chileno: “¡80 lucas, papá! ¿Qué es esto? ¡Esto Nacional!, le gritó un parcial tricolor. Al tiempo que otro hincha pidió a los gritos: “¡Qué jueguen los pibes! ¡Qué juegue Mereles!”.

Están en deuda

El vicepresidente de Nacional admitió que Vargas y Otero están en deuda y que no han rendido en la medida de lo esperado.

“Por ahora no estuvieron a la altura, no hay que ser Einstein para saber que eso ha pasado. Eso es real, hoy (el miércoles con Atlético Nacional) tuvieron otra oportunidad para demostrar. Creo que Rómulo (Otero) no hizo un buen partido y desde que está en Nacional es el más flojo que jugó. Y Eduardo (Vargas) tampoco tuvo chance de demostrar su juego”, expresó Perchman.

Cuando se le consultó por la continuidad de ambos jugadores para la segunda parte del año, el vicepresidente de Nacional respondió: “Cuando termine el (Torneo) Intermedio vamos a ver. La ansiedad de ustedes, es de ustedes, y la de los hinchas, es de los hinchas, pero nosotros somos dirigentes. Se realizará la evaluación de ambos, pese a que tienen contrato y una cláusula de salida que vence en enero del año que viene. Las conclusiones son a fin de año”.

Vargas en lugar de Diego Costa o Girotti

Al inicio de la temporada, Nacional hizo una apuesta fuerte por Rómulo Otero y Eduardo Vargas. Es más, el vicepresidente tricolor, optó por el delantero chileno sobre Diego Costa y el argentino Federico Girotti.

“Tuvimos posibilidad de traer a Diego Costa o Federico Girotti, pero después de una charla con Sebastián Eguren y Martín Lasarte nos decidimos todos por Eduardo Vargas, quien reunía un montón de cosas que nos parecían favorables”, dijo Perchman en 100% Deporte (Radio Sport).

El vicepresidente de Nacional argumentó: “A Girotti lo favorecía la edad, pero yo quería traer un nombre que pegara en el mercado y creo que Eduardo Vargas cumplía con ese rubro”, afirmó el dirigente uruguayo cuya apuesta inicial había sido Lucas Alario, quien finalmente se incorporó a Estudiantes de La Plata.

Perchman definió al jugador diciendo: “Vargas es un delantero de todo el frente de ataque, que nos daba el nombre que quisimos traer durante todo el mercado de pases, con jerarquía y sabemos que está muy bien. Por eso nos decidimos por él y lo concretamos bastante rápido”.

Al tiempo que, sobre la incorporación del venezolano Otero, el directivo tricolor comentó en enero de 2025: “Una de las principales cosas que fuimos a buscar fue un jugador que nos diera juego uno contra uno y que, a la vez, tuviera pelota quieta, que ha sido un déficit en los últimos tiempos, aparte del contrataste que tuvimos por lo que fue Leo Fernández. La pelota quieta en el fútbol uruguayo tiene un peso muy importante. Cuando estuvimos scouteando, encontré a este jugador, me lo pasó un amigo de Brasil. Cuando entré a ver, me pareció que era el jugador ideal”.

De la calidad de vida al karma

Cuando se concretaron las incorporaciones de Vargas y Otero, el vicepresidente de Nacional contó la forma en que los convenció para venir a Uruguay.

Con Vargas, la charla pasó por los siguientes puntos: “Y le dije que se viniera a Uruguay que iba a estar en un equipo que tiene medio país, que la iba a pasar muy bien y lo que siempre les digo es que a esta edad lo que hacés es alargar la carrera porque (en Uruguay) no tiene viajes y tiene buena calidad de vida. Si bien nuestra oferta era sensiblemente inferior a la de Brasil se definió por venir a Nacional por dos temporadas”.

Al tiempo que con Otero recorrió un camino similar: “Le dije que acá iba a tener una calidad de vida muy buena y que iba a estirar su carrera. Tiene dos hijos chiquitos y le dije: ‘¿Cuánto los ves?’. Me dijo ‘muy poco porque siempre estoy viajando y concentrando’, y le dije ‘acá vas a dormir todos los días en tu casa’. Son situaciones que uno trata de utilizar a favor”.

Está claro que hablar con el diario del lunes es sencillo, pero la cancha habla, y la tribuna se expresa. A nadie escapa que, ni Vargas ni Otero, gozan de la simpatía de la gente. Y pasaron de la “calidad de vida” que venían a buscar para estirar su carrera, al karma de tener que convivir con los silbidos y los reproches.