Diego Forlán dijo que en Sudáfrica 2010 obtuvo un premio más grande que el Balón de Oro, remarcó que España no quería enfrentar a la Celeste en la final de esa Copa del Mundo y señaló cuál fue su mejor partido en el certamen.
El número 10 de aquella Selección Uruguaya también comentó por qué debió haber sido reconocido como el máximo goleador del Mundial y reveló una importante charla con Diego Lugano que vaticinó la Copa América ganada al año siguiente.
En Convocados (El Espectador Deportes), Forlán reconoció al recordar la Copa del Mundo 2010, donde la Celeste llegó a semifinales: “Hay sentimientos encontrados, por un lado lo que vivimos que fue espectacular, ser el goleador, Balón de Oro y haber hecho el mejor gol… Pero igual, ese partido con Holanda…”.
En semis, la Selección dirigida por el Maestro Óscar Washington Tabárez perdió 3 a 2. Giovanni van Bronckhorst abrió el marcador a los 18’, pero Forlán empató a los 41’. En el complemento, Países Bajos sacó dos goles de ventaja (Wesley Sneijder a los 70’ y Arjen Robben a los 73’), y al minuto 90 descontó el Mono Maxi Pereira.
“Fue un partido muy parejo y se nos van en esos cinco minutos que nos hacen dos goles; no diría que te viene bronca porque pasó mucho tiempo, pero te da esa cuestión de que nunca más vas a tener una oportunidad de estar tan cerca de jugar una final del mundo. Más allá de estar agradecido por lo que vivió, haber estado a nada… Y más en un partido que no nos ganan jugando mejor, y no voy al tema arbitral, sino a esos cinco minutos donde nos hacen dos goles. Y haber estado en una final del mundo…”
La final de ese Mundial fue ganada por España, que venció 1 a 0 a Países Bajos. Forlán, elegido el mejor jugador del torneo, contó que los jugadores españoles le aceptaron que no querían jugar contra el elenco sudamericano.
“He hablado con Xavi y sé que no nos querían enfrentar, en particular en mi caso por el mundial que estaba teniendo y porque yo los enfrentaba a ellos todos los fines de semana y les hacía goles. Cuando te juntás con los pares, y te vas a enfrentar a alguien en el deporte que sea, y sabés que anda bien, pensás ‘a este loco o a esta selección no me quiero enfrentar’. Hay equipos que son peligrosos. En la Copa América 2011, estábamos esperando el resultado de Paraguay y Brasil, y dije ‘qué lindo sería una final contra Brasil’. Y la Tota (Diego Lugano) me dice ‘No, Diego, con Brasil no. Si lo podemos tirar afuera antes, que se vaya para afuera y enfrentamos a otro’. Y tiene razón, es así”.
Incluso Gerard Piqué, defensa de esa España campeona del mundo, ha reconocido en diálogo con Ibai Llanos que ‘querían que la semifinal la ganara Holanda porque Uruguay estaba muy bien y hubiese sido una final más complicada’: “Creo que Uruguay tenía mejor talento individual. Tenía a Forlán, que enchufó todo en ese Mundial con la Jabulani que metía unas hostias de campeonato, y estaba Luis Suárez”.
Forlán apuntó: “Ellos (España) no nos querían enfrentar, y eso es lo que más bronca te da. Y todavía perdés en semifinales ante un equipo que no te gana jugando mejor que vos… Me crucé a Xavi en Rusia 2018, y me dijo ‘Diego, no los queríamos enfrentar a ustedes’. No me digas eso, le dije, porque ya lo sabía. ‘Queríamos a Holanda, pero lo peor es que Holanda terminó jugando como ustedes porque nos cagaron a patadas’, me dijo”.
La Bota de Oro que no pudo conseguir: “Sigo insistiendo que para mí está mal”
En el Mundial 2010, Forlán marcó cinco goles: dos ante Sudáfrica, uno contra Ghana, otro frente a Países Bajos y el quinto en el partido por el tercer puesto ante Alemania (el elenco europeo se quedó con la medalla de bronce al ganar 3 a 2).
“No fui goleador creo que por tres minutos. Por tres minutos no me dieron la Bota de Oro, porque jugué tres minutos más (que Thomas Müller); capaz que me daban la Bota de Oro y no el Balón de Oro. Sigo insistiendo que para mí está mal, y no lo digo porque me tocó a mí. Yo hice un gol más, que fue el penal en la definición contra Ghana; en caso de empate, ese gol se tiene que contar”, afirmó Forlán, quien en cuartos de final anotó un gol en la definición por penales. Antes de patear ese penal, el uruguayo pensó que podía errarlo por esa creencia que a veces hay en el fútbol de que ‘el jugador que convierte un gol en el partido, erra su penal’.
El ex futbolista de Independiente, Manchester United, Villarreal, Atlético de Madrid, Inter de Milán y Peñarol, entre otros equipos, subrayó sobre la Bota de Oro esquiva: “Y no lo digo para mí porque no me van a dar el premio y estoy feliz con el Balón de Oro. Está mal que digan que en caso de desempate se vean los minutos jugados; en empate en goles, si hubo definición por penales y alguien hizo un gol más, que cuente ese gol. Que cuente para desempatar. Si hay un empate, como pasó con Thomas Müller, David Villa y Wesley Sneijder, que cuenten los goles en definición por penales. En caso de empatar de nuevo, que ahí sí cuenten los minutos”.
Forlán sí pudo ganar el Balón de Oro al ser reconocido como el mejor futbolista del Mundial. El oriental contó cómo se enteró de esta gran distinción: “Estaba sentado en los pies de la cama, mirando un programa de televisión. Habíamos tenido día libre y volvimos a una hora para ver la final. Después de la final, me fui a tirar un rato y en la televisión estaban hablando de los posibles candidatos a ganar el Balón de Oro, uno me nombró y me sacó las ganas de dormir”.
“Me quedé ordenando cosas porque en un rato nos íbamos, y me manda un mensaje mi representante felicitándome. Pensé que era por la Bota de Oro, y le digo que no por los minutos, pero me dice que era por el Balón de Oro y ahí lo llamé. Cuando corto, tenía 50 millones de mensajes y ahí entran todos a la habitación”, reveló quien contestó cuando le preguntaron por su mejor partido en Sudáfrica 2010: “Me quedo con el partido de Sudáfrica (por la segunda fecha de la fase de grupos), en Pretoria, porque como que fue el comienzo”.
“El Balón de Oro es espectacular, pero…”
Forlán valoró el premio que recibió por parte de la FIFA por su gran rendimiento, aunque destacó: “La sensación más grande es el reconocimiento y el cariño de la gente. Para mí, la satisfacción más grande es que siendo uno de los referentes futbolísticos, las esperanzas estaban puestas en mí y en otros dos o tres jugadores más. Y esto lo viví como niño cuando me tocaba ver a la Selección. Y que esas esperanzas estuvieran puestas en mí, y que yo no haya defraudado a la gente de Uruguay que es tan exigente y tiene tanta historia… El premio de Balón de Oro es espectacular, pero el premio que más disfruto es haber cumplido”.
“El haber cumplido las expectativas en el momento que había que cumplir, somos pocos. Eso para mí es el premio más grande. En el momento más duro, pateé el penal que tenía que patear y entró donde tenía que entrar. Y en el momento que fui al Mundial, era el 10 de la Selección y, como 10 de la Selección, del 1 a 10 en puntaje me llevé el 10. Lo puedo decir porque fue así. Siendo hijo de un jugador de fútbol, y que mis hijos puedan vivir ese reconocimiento de la gente en Uruguay es el premio más grande”, aseguró.
Y enfatizó: “El Balón de Oro es espectacular, pero haber estado a la altura de la expectativa de toda esa gente y haber rendido es el premio más grande. Que la gente te agradezca, es el premio más grande”.
La charla con Lugano que anticipó la Copa América ganada en 2011
Meses más tarde, Forlán decidió regalar réplicas del Balón de Oro a todos los integrantes de la delegación de Uruguay en Sudáfrica 2010 y a gente cercana.
“Eso lo había vivido en Europa. Cuando salís campeón, se hacen réplicas. Cuando se dio (el premio del Balón de Oro), pensé buscar una manera de hacerles llegar el agradecimiento a todos los que formaron parte de esa delegación. El haber ganado ese premio fue porque el equipo jugó como jugó y porque todos aportamos y ayudamos. Cuando vuelvo a jugar a Atlético de Madrid, jugamos la final de la Supercopa ante Inter, la ganamos y nos entregan una réplica, y ahí se me prende la lamparita. Hablé con Quique, jefe de prensa, y le dije que hable con los de la UEFA porque necesito réplicas del Balón de Oro. Me pidieron el Balón de Oro e hice réplicas para toda la delegación, familiares y cercanos míos, gente que formó parte para que yo tuviera la oportunidad de ganar el Balón de Oro”.
“A una semana de irnos a la Copa América de Argentina 2011, hice una cena, armé un video, hablé, les agradecí y regalé las réplicas. Cuando termina eso, Lugano viene y me dice ‘Pichuleo (me lo dice por Mengueche, un amigo de papá que falleció), con esto que acabas de hacer, acabamos de ganar la Copa América’. A dos días de jugar la final, le dije que le iba a decir algo si ganábamos la final contra Paraguay. Y después del partido, le recordé en la cancha lo que me había dicho”.
