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Forlán: el susto con su salud, el momento de Maxi Gómez y por qué Arezo y Silvera tienen que jugar juntos en Peñarol

Diego Forlán. EFE

Diego Forlán contó cómo fue la dura lesión que sufrió jugando en la Liga Universitaria Senior; habló de cómo viene su club, el DFC; y opinó sobre el presente de Maximiliano Gómez, Matías Arezo y Maximiliano Silvera.

En entrevista con el programa “La mañana del fútbol” (El Espectador Deportes), el exfutbolista habló de la lesión que tuvo días atrás jugando para Old Boys en el clásico contra Old Christians por la Liga Universitaria Senior.

“Le piqué a la espalda al lateral izquierdo, agarré la pelota y estaba entrando al área y vi que el defensa se metió para adentro y me daba la chance de meterme más hacia el arco para patear. Pateé y me di cuenta que se iba a tirar a los pies a tratar de tapar el tiro, pero tiré, salté y él se tiró tarde. En el aire, tratando de zafar de la barrida, se ve que me tocó sin querer, me desequilibró y caí con todo el peso del cuerpo arriba de mi mano. Lo primero que se me vino a la cabeza, antes de quedarme sin aire, fue que no me quebré la muñeca de casualidad. Enseguida que vi eso, me empecé a quedar sin aire. Salí, volví a entrar a la cancha, pero dije: no me voy a quedar parado porque no encontraba aire. Fui al hospital, me hice una tomografía y vino una doctora y me dijo: yo soy la cirujana. Yo dije: ¿Cómo? Me dijeron que tenía un neumotórax y me iba a tener que quedar”, contó Forlán.

El exjugador de la Selección Uruguaya dijo que le tuvieron que quitar aire del pulmón, y que ahora se encontraba bien, más allá de alguna incomodidad. “¿Viste cuando te pegan una piña en las costillas y no tenés aire? Sentí eso durante 40 minutos, y no me bajaba el dolor, que era lo que me llamaba la atención. No podía hablar y no tenía aire. Cada vez que intentaba respirar, me dolía adelante y atrás”, narró, sobre cómo fue la experiencia en el momento de la lesión.

El mundo de su club

Forlán habló del DFC, el equipo que tiene en la Divisional C del fútbol uruguayo, y dijo que se siente muy contento con el proyecto y que va en crecimiento. “Año a año vamos creciendo. En inferiores estamos peleando el ascenso, no es fácil. Ahí tenemos buenos jugadores que ya han debutado en Primera, y otros con proyección para usarlos más en el plantel el año que viene. El año pasado estuvimos casi todo el año primeros y a cuatro fechas de subir y no llegamos. Este año tuvimos posibilidades, estuvimos ahí. jugamos la final del Apertura que perdimos por penales con Paysandú de visitantes”, contó.

Hablando de hacia dónde apuntan, Forlán no dudó. “Estamos convencidos de hacia dónde queremos apuntar y los objetivos que hemos planteado. Hoy no se visualiza que esto es a largo plazo. Cuando quieras acordar, de la nada, estamos jugando en la A con un equipo sólido y decís: qué bárbaro el equipo de Forlán. Todo bárbaro, pero hemos pasado años para donde vamos a estar, y sabemos que vamos a llegar, pero se necesita tiempo, paciencia y no calentarte”, señaló.

¿Se terminó el Forlán entrenador?

Consultado por su carrera como entrenador, Forlán dijo que cada tanto le llegan sondeos: “no es algo que tenga 100% encajonado, pero no estoy buscando”. “Tengo cosas para entretenerme y disfruto mucho de tener tiempo libre y hacer las cosas que me gustan. Tendría que ver qué llega”, añadió.

Los delanteros del momento

Forlán también habló del Campeonato Uruguayo, habló de lo interesante que sería tener finales por el título entre Peñarol y Nacional, y le preguntaron si los principales atacantes del Carbonero, Matías Arezo y Maximiliano Silvera, deberían jugar juntos en el equipo de Diego Aguirre. “Yo los pongo juntos. Después del partido contra Miramar, con cómo entró Arezo en ese segundo tiempo… Yo siempre jugué con otro delantero arriba. Cuando estás solo arriba tenés que tener dos jugadores por fuera muy picantes y desequilibrantes, y ese delantero que está con dos centrales, uno lo toma y el otro libra. Tenés que tener un equipo que te llegue mucho y ese delantero tiene que ser muy bueno para estar dominando a esos centrales. A Peñarol no le fue mal teniendo a Silvera solo arriba en un momento muy bueno de Leo Fernández. Teniendo el resultado ahí, como jugador y entrenador, prefiero tener dos delanteros. Cuando tenés dos delanteros de peso así, ya quedan dos centrales mano a mano con ellos, los laterales tienen que entrar para tratar de tapar, defender y ayudar, entrás en un mano a mano donde la ventaja del delantero es que con una sola, ya te complica el partido”, explicó.

A su vez, el exjugador comentó que se esperaba que Maxi Gómez tuviera el nivel que está teniendo en Nacional. “Es un jugador que, en lo poquito que había jugado en Defensor, ya lo había demostrado. No sé por qué volvió a Uruguay, pero no es porque su nivel técnico haya sido malo en Europa, se podría haber quedado allá. Es un jugador que tenía nivel físico y técnico para estar jugando en Europa y lo tenés acá. En Defensor lo demostró, estaba despegado al tocar la pelota y no tenía dudas de que en Nacional iba a ser el jugador que es hoy en día”, planteó.