LOS ÁNGELES -- El juego de la Copa MLS entre Los Ángeles Galaxy y New England Revolution cuenta con varios aspectos que hacen que se trate de una de las finales más especiales de la historia de la liga estadounidense. El que sea el último juego de Landon Donovan como profesional le da un aire singular, pero hay otra razón de peso que llega del lado de la franquicia de la Costa Este: el renacer de Charlie Davies.
La suya es una historia de superación. Con 23 años de edad, este delantero veloz y con olfato goleador apuntaba maneras para ser uno de los mejores jugadores estadounidenses. Había jugado en Suecia y llegó a representar a la selección de las barras y las estrellas en varias ocasiones. Su gol en el Estadio Azteca ante México durante un encuentro de clasificación para el Mundial de Sudáfrica en 2009, le puso al frente para ser uno de los arietes elegidos para acudir a la cita mundialista.
Dos meses después, Davies pasó de ser uno de los futbolistas más prometedores del país a tener que lidiar una batalla que nunca imaginó. Sufrió en accidente de auto en octubre de 2009 en el que su acompañante falleció. Se trataba de una chica de 22 años. Él logró sobrevivir a pesar de que las consecuencias fueron fatales. Tuvo heridas en la vesícula, trauma craneal, rotura en el ligamento de su rodilla izquierda y sendas fracturas en la tibia y el fémur. Estuvo tres semanas ingresado en el hospital.
"Las cosas pueden cambiar así de rápido. En un segundo pasas de pensar en que jugarás la Copa del Mundo a que la gente se pregunte si volveré a caminar alguna vez", afirmó esta semana a los medios de comunicación.
Un año y dos meses después, Davies le ganó la batalla física al accidente y regresó a los terrenos de juego. No era el de antes, había cambiado como jugador, pero regresó a la Segunda División de Francia (dos goles en 10 partidos) y la Superliga de Dinamarca (ningún tanto en 23 partidos). Entretanto, recaló en la MLS en calidad de cedido para ayudar a D.C. United, alcanzó 11 dianas en 26 partidos en 2011 y el plantel capitalino declinó la opción de adquirir sus servicios.
Tras su periplo danés, Davies regresó a la liga estadounidense de nuevo cedido al Revolution, que sí confió en él para formar parte de la plantilla. Durante dos campañas su producción ha sido baja (tres goles en 22 encuentros de temporada regular); sin embargo, ha vivido una eclosión en las últimas citas, sobre todo en unos playoffs en los que ha mostrado una imagen y efectividad más cercana a su jugo previo al accidente.
"En aquel punto, mi confianza no podía ser mayor", afirmó. "Estaba en mi mejor momento. Ahora siento que mi confianza es extremadamente alta, pero pienso que soy un jugador muy diferente por las experiencias que he tenido. Soy un jugador más listo. Con la edad llega la madurez, soy un jugador más de equipo", aseguró.
Su gran papel durante los playoffs le ha vuelto a poner al frente de su equipo. Anotó dos goles en la ida de la primera ronda ante Columbus Crew y otros dos frente a los New York Red Bulls en la vuelta de la final de Conferencia. Se ha erigido como el primer jugador del Revolution en alcanzar dos goles en un juego de playoffs, algo que ha hecho en dos ocasiones en los últimos cuatro partidos. Su estado de forma es excelente de cara al partido más importante de su carrera.
"Es probablemente el encuentro más especial de mi carrera por todo lo que he tenido que lidiar. Ha sido mucho el dolor y las lágrimas en los últimos cinco años", confesó.
Si hay algo que está asegurado es que gane quien gane, el final 'made in Hollywood' es irremediable. Si el Galaxy se alza con el trofeo, Donovan pondría punto final a su carrera con su sexta Copa MLS; en caso de que el Revolution haga lo propio, Davies cumpliría el sueño de lograr un campeonato en su renacer deportivo. Ambos jugadores tienen una gran relación por su periplo en el combinado nacional que quedará aparcada sobre el terreno de juego.
"Desafortunadamente tengo que ganarle. No es el mejor final para él (Donovan) por lo importante que ha sido para la selección y para mí personalmente. Será genial jugar contra él en una final en su último partido. Odio tener que decir que espero que les venzamos y que él no lo haga tan bien", sentenció.