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Ferrer, secretos de un gladiador

David Ferrer se mantiene en el Top 10 desde 2010 Getty Images

MIAMI -- Algunos tenistas se destacan por su sutileza, otros por su poder, pero si habría que definir a David Ferrer con una sola palabra esa sería ¨tenacidad¨.

Su dureza mental le permite aguantar a los partidos más intensos de cinco sets y cuatro horas con la frescura de un primer set y pasar cinco años seguidos como top 10, y una disciplina casi militar le otorga una capacidad física suprema a los 32 años que es la envidia de hasta varios jóvenes de 22.

Ferrer habló con ESPN Deportes en una teleconferencia previa al Sony Open de Miami y ofreció pistas sobre los secretos de su longevidad como el guerrero tenístico del siglo 21 tras 15 largos años de trayectoria,.

¨Por suerte he podido durar por mucho tiempo en el tenis, un deporte en el cual las carreras se caracterizan por ser relativamente cortas¨, dijo Ferrer, quien ha disputado ¡48! Grand Slams consecutivos desde el 2003, incluyendo una eliminación tempranera a manos del japonés Kei Nishikori en la cuarta ronda del Abierto de Australia este año.

¨Quizás la clave ha sido que no he tenido lesiones importantes, que he cuidado a mi cuerpo con el descanso y la rehabilitación que me ha ayudado para estar bien¨, reflexionó el actual número ocho del mundo. Solamente Rafael Nadal (3) lo supera entre los mejores 10 del planeta cuando de tenistas españoles se trata.

¨La dieta es muy importante, el verdadero descanso es vital y la suerte influye también, pero la clave es evolucionar para sentirte mejor física y tenísticamente, sin tanto desgaste¨, dijo el tenista de 1,75 metros de altura que pesa apenas 73 kilos.

¨Cada dos meses analizo cómo estoy con mis parámetros y ajusto pequeños detalles basándome en los resultados, pero siempre he tenido buenos hábitos alimenticios desde joven¨.

Las finales son su gran karma y Nadal, justamente, fue el que lo derrotó en la única final de Grand Slam de su carrera durante un Roland Garros espléndido en el 2013. Ferrer no había perdido un solo set en todo el torneo hasta que se topó con su compatriota y fue barrido en sets corridos.

A partir de allí, Ferrer accedió a Cuartos de Final de los próximos cuatro majors para luego caer en la segunda ronda de Wimbledon, la tercera del US Open y la cuarta en Australia este año.

Roland Garros podría llegar a ser su última gran oportunidad de alzar el trofeo más preciado, ya que él cumplirá 33 años de edad en abril y solamente dos jugadores han ganado Slams con más de 32: El australiano Ken Rosewall en 1970, 1971 y 1972 a los 35, 36 y 37 y el español Andrés Gimeno a los 34 en 1972, justamente en París.

De esa manera, es inevitable que las dudas aparezcan.

"No lo sé, no lo sé, eso nunca se sabe. Solamente puedo dar el máximo y llegar lo más lejos posible, a partir de allí uno nunca sabe si se dará este año, el que viene o si nunca sucederá¨, dijo Ferrer.

Sin embargo, tras el paso en falso en Australia hay señales positivas para quien es conocido como ¨La Pared Humana¨ por su habilidad tan insólita como innata de devolver cada tiro de su oponente.

Ferrer ya prevaleció en Doha y Río de Janeiro y se vengó de Nishikori durante su torneo más reciente en Acapulco, derrotando al número cinco del mundo en la final por 6-3 y 7-5, y ahora el camino de la redención lo lleva a Indian Wells y luego a Miami, donde todavía guarda recuerdos de una final, otra dolorosa derrota que todavía lo atormenta, a fines de este mes.

"En el 2013 estuve a un punto de salir campeón (en Miami) y aún me duele. En aquel torneo hay mucha gente española y latina y eso te hace sentir como en casa", dijo un Ferrer que en aquel entonces perdió una final maratónica contra Andy Murray por 2-6, 6-4 y 7-6 en casi tres horas.

La fuente del dolor se basa en que Ferrer ganaba por 6-5 en aquel fatídico tercer parcial y hasta estuvo a un punto de ganar el partido bajo el sol fulminante del Sur de la Florida, pero él decidió dejar ir y desafiar al tiro de Murray que terminó siendo determinado bueno y que cambió el rumbo del partido, ya que su rival británico terminó prevaleciendo en el tiebreak sin volver a ilusionar a Ferrer.

El 2015 se perfila para ser el año de la verdad para Ferrer, un veterano de mil batallas con muchas cicatrices pero con sangre joven que podrá caer una y otra vez, pero cuyo legado será la convicción de que nunca, pero nunca se va a rendir buscando sus sueños. Quizás en París se cumpla uno de ellos.