MIAMI -- Si bien a esta altura del año siempre suele haber expectativas en todos los equipos, los Miami Dolphins saben que mientras esté jugando Tom Brady, será difícil aspirar al título de la AFC Este.
Después de todo, fue justamente en el 2008 su única aparición en postemporada de la última década, que curiosamente coincidió con una lesión de Brady; los Patriots igual ganaron 11 juegos ese año con Matt Cassel.
No obstante, en Miami ya no se conforman con ser segundos de nadie. No después de haber otorgado el contrato más alto de la historia a un jugador defensivo, y de finalmente ver una evolución que parece estar lista para dar el siguiente paso en la posición de mariscal de campo.
Eso sí, del dicho al hecho hay un largo trecho, y es momento de mostrar todo ese potencial en el emparrillado.
Los Dolphins, a diferencia de otros años, piensan que pertenecen a los playoffs, y cualquier cosa menos que postemporada será considerado un fracaso y le costará el trabajo a muchos, incluyendo al entrenador en jefe Joe Philbin.
LA FIGURA A SEGUIR ES...
Ndamukong Suh. Con gran poder viene gran responsabilidad, y el ex tackle defensivo de los Detroit Lions firmó con los Dolphins por seis temporadas y 114 millones de dólares. Si bien muchos creen que fue dinero excesivo, no se puede negar que Suh es un jugador de impacto inmediato que llega a la agencia libre una vez cada muerte de obispo.
La línea defensiva es sin lugar a dudas la unidad más fuerte de los Dolphins, y la expectativa por verlos dominar es gigante. Suh causa impacto aun cuando no aparece en las estadísticas, considerando que generalmente asume dos bloqueadores, lo cual genera más libertades para sus compañeros. Si pensamos que las alas defensivas de Miami son Cameron Wake y Olivier Vernon --en año de contrato--, no son buenas noticias para los rivales. El hombre del cual nadie habla es Earl Mitchell, quien ya demostró lo que puede hacer en el tercer partido de pretemporada ante los Falcons. Tan intensa fue la presión de Miami, que Dan Quinn decidió sacar del terreno a Matt Ryan prematuramente para evitar una potencial lesión.
Detener el ataque terrestre rival fue una deficiencia de los Dolphins en el 2014, y Suh ciertamente ayudará en ese sentido. A diferencia del año pasado, cuando la defensiva dejó escapar partidos en series finales como por ejemplo ante Green Bay, el coordinador defensivo Kevin Coyle confía que podrían ser una de las mejores cinco unidades de la liga.
En las palabras de Suh, "esta defensiva tiene mucho más talento que la de Detroit el año pasado". En gran parte se debe a su presencia, pero Suh buscará quitarle el rótulo de "suave" a una franquicia que así era observada en los últimos años.
AL QUE MÁS VAN A EXTRÑAR ES A...
Louis Delmas. Si bien lejos estaba de estar en su mejor momento, el ahora lesionado profundo de los Dolphins deja un hueco muy grande en términos de liderazgo. Delmas es uno de los jugadores más queridos y más vocales de Miami, y alguien tendrá que llenar ese vacío.
Si bien la opción obvia es Suh, la realidad es que lidera más por ejemplo que vocalmente, y esta defensiva necesitará a alguien que se haga cargo de ese rol. Probablemente termine siendo Reshad Jones, que está en la mejor forma física de su carrera y ya está sirviendo como mentor al reemplazante de Delmas.
Al menos para iniciar la temporada, Walt Aikens ocupará la posición de profundo libre, aunque seguramente Michael Thomas también verá acción. Si bien el trabajo de la secundaria debería estar facilitado debido a la mayor presión que se espera de los siete frontales, no se puede evadir el hecho de que los Dolphins tendrán a un jugador con prácticamente nada de experiencia en el fondo. Insisto, más allá de su nivel, Delmas deja un vacío de liderazgo que alguien tendrá que ocupar.
SERÁ UNA TEMPORADA EXITOSA SI...
Ryan Tannehill da un nuevo salto de calidad. Los críticos del mariscal de Miami apuntan a su mediocre récord de 23-25 desde que tomó los controles de los Dolphins. Los defensores de Tannehill apuntan a la constante evolución de un chico que jugó gran parte de su carrera universitaria como receptor abierto.
No es secreto que Tannehill tiene todos los atributos físicos para brillar, pero todavía hay detalles que debe pulir y esta temporada no debería de haber excusas. Digo esto porque ya él mismo admitió que se siente más cómodo en el segundo año al frente de la ofensiva de Bill Lazor, y fueron a buscarle un grupo profundo de receptores abiertos cuyas habilidades van de la mano con las de Tannehill.
El mariscal de los Dolphins ha tenido una pretemporada fenomenal, pero debe mejorar en algunas cuestiones clave si quiere guiar a Miami a los playoffs: terceros intentos, pases a lo profundo y jugar al máximo de sus capacidades en los momentos decisivos.
Todo indica que podría hacerlo, pero hasta no verlo, imposible afirmarlo.
PRONÓSTICO...
Si la defensiva es tan dominante como se espera y Lamar Miller, con las 15 libras de músculo que agregó, puede tener más acarreos por encuentro, estoy convencido de que Miami es un equipo de playoffs. A fin de cuentas, sigue siendo una liga de mariscales, y sigo considerando a los Patriots el favorito en el Este mientras esté Tom Brady. No obstante, Tannehill es el segundo mejor mariscal de su división, luce en control de su ofensiva y está limitando los errores aunque en una ofensiva conservadora. Inician jugando siete de nueve partidos fuera de casa, aunque ante algunos rivales de menor envergadura. Luego terminan de local, pero ante oponentes probados. Prueba de carácter en diciembre, donde este equipo se ha quedado corto de la gloria en años pasados.
Miami es un equipo más completo que en años anteriores, y creo que conseguirá esa esquiva décima victoria para colarse como uno de los comodines en la AFC.