Era el tercer partido de la Serie Mundial 2013, un partido clásico de octubre durante 8½ innings, puntualizado por un final sobre el cual la gente debatirá por espacio de 100 años.
Este terminó con la pelota volando en todas direcciones, con un corredor y un tercera base enredados en el piso, con un equipo corriendo desde su caseta para celebrar, mientras el otro apuntaba sus dedos al ampáyer que hizo la marcación que quedará en la historia de la Serie Mundial.
Era una locura. Era un caos. Era imperdonable. Y casi era incomprensible también. Todo al mismo tiempo.
"Oh, honestamente, no sabía qué había pasado", dijo Carlos Beltrán, de los Cardenales, luego de la victoria surrealista de su equipo 5-4 sobre los Medias Rojas, en un sábado por la noche cardiaco. "Vi que los muchachos celebraban, así que salí y celebré. Pero estaba como, 'Ganamos. No sé cómo lo hicimos. Pero ganamos'. Es increíble".
[+] EnlargeDilip Vishwanat/Getty Images
Dana DeMuth, el ampáyer del plato, señaló la obstrucción justo después que había ocurrido.Sí, eso como que lo explica todo. Ganaron. Pero no sabían cómo lo hicieron. Así que intentemos explicarles a ellos, y a todos los demás –porque ustedes pueden presenciar béisbol durante los próximos 17 siglos y no ver ningún otro juego que termine como éste.
El partido terminó con una marcación de obstrucción, lo que parece, casi de forma indiscutible, una marcación de obstrucción correcta, realizada por Jim Joyce, el árbitro de la antesala, sobre el tercera base de los Medias Rojas Will Middlebrooks.
Y aquí está lo más importante que deben de saber acerca de la marcación: No importa si Middlebrooks intentaba interferir o no con Allen Craig de los Cardenales. ¿Entendieron?
No. Importa.
No importa que Middlebrooks estaba haciendo prácticamente todo lo que podía para intentar atrapar un tiro inatrapable a tercera por parte del receptor Jarrod Saltalamacchia.
No importa que ese tiro llevó a Middlebrooks justo hacia el corredor, y que era básicamente inevitable que él estuviera en el piso, boca abajo, y Craig intentaba levantarse y correr hacia la registradora.
REGLA DE LA OBSTRUCCIÓN
La regla que se aplicó al final del tercer partido puede encontrarse en las Reglas Oficiales de Grandes Ligas, Sección 2.00, Definición de Términos:
"Obstrucción es el acto de un fildeador quien, aunque no tenga posesión de la pelota y no esté en el acto de fildear la pelota, impide al progreso de cualquier corredor.
"Comentario de la Regla 2.00 (Obstrucción): ... Luego que un fildeador ha hecho el intento de fildear una pelota y haya fallado, él ya no puede formar parte del pacto de fildear dicha pelota. Por ejemplo, si el jugador de cuadro se lanza sobre un roletazo, y la bola lo rebasa y él sigue en el piso y retrasa el progreso de un corredor, él probablemente ha obstruido al corredor."
No importa que si Middlebrooks levantó sus piernas a propósito, tropezando a Craig por segunda ocasión y evitando que él anotara.
No. Importa.
Lo único que importa, como Joyce explicaría pacientemente después, es que, "el corredor tiene todo el derecho de ir al plato sin obstrucción, y, desafortunadamente para Middlebrooks, él estaba justo ahí, y hubo contacto, así que él no pudo avanzar al plato de forma natural".
Entonces, es irrelevante si alguien quiso iniciar cualquier tip de contacto. Una vez que Will Middlebrooks tropezó a Allen Craig, y una vez que los árbitros determinaron que él pudo haber anotado sin el contacto, nada más importó. Y el juego se había terminado.
Middlebrooks fue cargado con el primer error por interferencia que puso fin a un partido en la historia de la postemporada. Craig se convirtió en el primer hombre que anota la carrera de la victoria de cualquier partido de Serie Mundial con cualquier tipo de error desde que Ray Knight llegó al plato para ganar el partido de Bill Buckner en 1986. Y como quiera que se haya dado eso, no cambia esto:
Los Cardenales encabezan ahora la Serie Mundial, dos juegos a uno. Y una de las decisiones más críticas de los árbitros en la historia de la postemporada puso a los Medias Rojas en un hoyo del cual es es muy difícil salir, como nos indica la historia.
En la era divisional, dieciocho equipos han llegado al tercer juego empatados 1-1. En 16 veces, el equipo que ganó el tercer partido ganó la Serie Mundial. Así que por más duro que fuera de digerir este final para los Medias Rojas en cualquier otra noche del año, éste fue mucho más doloroso por la época, el lugar y el escenario.
[+] EnlargeBrad Mangin/MLB Photos via Getty Images
El tercera base de los Medias Rojas, Will Middlebrooks, intentó alegar su caso, pero cayó en oídos sordos con la cuadrilla arbitral. "Para que un juego termine de una manera así, wow", dijo el antesalista de los Medias Rojas Xander Bogaerts, en una noche donde él se convirtió en el jugador más joven en la historia de la Serie Mundial que produce la carrera del empate en la octava entrada o posteriormente. "Es la Serie Mundial. Digo, no es la temporada regular, el juego 15 o el juego 20. Es el tercer partido de la Serie Mundial. No sé qué decir de ese final. Según yo, no era correcto.
"Es una manera fea de perder un partido", dijo Bogaerts. "¿Y en la Serie Mundial? Eso lo hace peor aún".
¿Y saben que lo hace el doble de peor? Por la forma en cómo terminó, quizá haya aproximadamente cuatro personas en el planeta tierra que recordarán lo formidable que fue este partido durante 3½ horas.
¿Los dos repuntes de los Medias Rojas en los innings finales ante déficits de dos carreras? Olvidados. ¿Los dos hits enormes de Matt Holliday para romper los empates? Un pie de página. ¿El sencillo dramático de Bogaerts ante Trevor Rosenthal que empató el juego con dos outs en la parte alta de la octava entrada? Otro recuerdo que se desvanece.
Y eso es una tristeza, porque fue un extraordinario partido de béisbol de postemporada, especialmente si ustedes estaban en medio del mismo.
"No sé cómo describirlo", dijo Holliday. "Es desesperante. Es divertido. Es emocionante. Cubre toda la gama de emociones, cuando intentas ganar. Y es frustrante. Emocionante. Hay todo tipo de emociones, especialmente en un partido como ese, que estás abajo, luego arriba, luego abajo. Es una montaña rusa de emociones".
Pero esa montaña rusa se detuvo bruscamente en el cierre de la novena. Y todas esas emociones se derramarían, prácticamente ante sus ojos.
[+] EnlargeElsa/Getty Images
Los árbitros Dana DeMuth y Jim Joyce, junto a Joe Torre, explicaron la marcación de obstrucción contra Will Middlebrooks después del partido.Ahí estaba Yadier Molina, poniendo las cosas en marcha con un sencillo con un out ante Brandon Workman.
Ahí estaba Craig, impedido para arrancar el juego en la primera base por una lesión en el pie que ha limitado su habilidad para jugar a la defensiva, entrando como emergente para conectar una línea al primer lanzamiento de
Koji Uehara hacia la esquina del jardín izquierdo para un doblete enorme.
Y luego ahí estaba Jon Jay, conectando el splitter asesino de Uehara hacia la mitad del diamante, para desatar la cadena surrealista de eventos que pondrían fin a este partido.
Durante un instante, lucía como que Dustin Pedroia parecía salvar este partido con uno de esos momentos clásicos de Pedroia –ofreciéndose a embestir el batazo de Jay a guante volteado, y luego recuperarse para poner fuera en el plato a Molina.
Pero antes de que los Medias Rojas siguiera pudieran exhalar aliviados, Saltalamacchia tomaba una decisión que podría inducir pesadillas por toda Nueva Inglaterra durante la próxima década.
Él decidió que era hora de lanzar un tiro inoportuno hacia MiddleBrooks en un intento futil por impedir que Craig avanzara a la tercera base. Y una vez que ese tiro se alejó de Middlebrooks y ocasionó la colisión de los dos vehículos, virtualmente todo lo demás que ocurrió en esta partido oficialmente se volvió irrelevante.
Entonces, escuchemos ahora de la gente que vivió este momento alocado de octubre:
De Middlebrooks: "Digo, ¿qué se supone que debo hacer? Simplemente intentaba levantarme. Lo primero que pensé fue que la pelota había golpeado al corredor, y que estaba cerca. Solamente me iba a levantar y recoger la pelota. Mientras intento ponerme de pie, me empujan de nuevo hacia abajo, porque él me estaba pasando por encima. "Siento que si el corredor estaba en la línea de base, él va cuando mucho a pasar sobre mis pies. Él estaba adentro de donde me lancé por la pelota. No había hacia dónde moverme. No lo entiendo. Tengo que lanzarme por esa pelota. No estoy sobre la línea. Siento que si él está sobre la línea, está cerca de mis pies. Así que no lo entiendo".
De Saltalamacchia: "Por lo que vi en la repetición, Will estaba boca abajo, y él levanto su cabeza. No levantó su cuerpo, no intentó quitarse del camino. Allen estaba en la parte interna de la base e intentó saltarlo y se tropezó. No sé por qué es obstrucción cuando él está derribado en el piso".
Y de Craig, el hombre que de cierta forma nunca llegó al plato, pero que anotó la carrera de la victoria: "Sentí como que corría al plato en cámara lenta. Sólo intento hacer una jugada. No fue la manera más bella de terminar, pero ganamos el partido".
[+] EnlargeBrad Mangin/MLB Photos via Getty Images
Yadier Molina fue puesto fuera en el plato intentando anotar, antes que Jarrod Saltalamacchia hiciera ese inoportuno disparo a tercera base.Cuestionado acerca de si pensaba que Middlebrooks había intentado tropezarlo a propósito, Craig respondió: "No pienso que pueda afirmar eso, porque no estaba enfocado en eso. Yo pensaba, 'Debo llegar al plato' y él estaba en mi camino. No puedo decirles si él intentaba tropezarme o no. Solamente intentaba pasarle por encima y anotar. No he visto siquiera la jugada, para ser honesto".
Y una razón por la que no había podido ver la jugada todavía era porque, incluso media hora después del final de partido, parecía que él se había lesionado de nuevo el pie durante la jugada, y necesitaba tratamiento. Él cojeó de fea manera en camino al plato, se tambaleó más que barrerse en el plato, y todavía estaba derrumbado en el piso con la cara hacia abajo, mientras toda la celebración hacía erupción a su alrededor.
"No creo que la gente se da cuenta de lo duro que es él, o lo complicada que es esta lesión", dijo el segunda base Matt Carpenter acerca de Craig. "Para mí, fue similar a lo que hizo Kirk Gibson. Salir de la banca, pegar un doble y luego anotar con ese esfuerzo, y parecía que él se agotó intentando anotar la carrera de la victoria, de eso se trata la postemporada. Fue una actuación de muchas agallas".
El estatus de Craig para el cuarto partido y más allá no era claro de inmediato. Pero su estatus como héroe popular de San Luis en octubre es más claro que nada. Y su estatus como figura al nivel de Gibson también fue decretada oficialmente por Elias Sports Bureau, con esta pequeña estadística:
Craig fue el primer jugador en batear un extra-base como emergente y luego anotar la carrera del gane para dejar tendido al rival, en la misma entrada de un partido de Serie Mundial, desde que –adivinaron—Kirk Gibson bateara su cuadrangular de "No puedo creer lo que acabo de ver" ante Dennis Eckersley en el primer partido de la Serie Mundial 1988. Entonces, ahí lo tienen.
Pero el imparable de Gibson, por supuesto, no fue simplemente uno que dejó tendido al rival. Fue uno de los batazos más famosos en la historia de la Serie Mundial. Pero, ¿"dejar tendido" sería la palabra ideal para describir lo que pasó en esta noche, cuando un partido de Serie Mundial terminó con una colisión en la antesala, un hombre tambaleándose al plato con un pie lastimado y una marcación del árbitro?
"Sí, eso fue dejarlos tendidos", dijo Matt Holliday. "Pero, fue más parecido a una caída… clásica".
Y eso fue exactamente –un final clásico que le dio un significado nuevo al término "Clásico" de Otoño" – en muchas más formas que sólo una.